miércoles, 8 de abril de 2015

Proyecto de cambio de la humanidad

HISTORIA DEL DINERO NOMINAL

LIBRO DE TEXTO AUTORIZADO


SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DE LA JUVENTUD
RECOPILACIÓN DE POLONIO NIOBIO
                    AÑO 2357

Destinado a los países participantes y a los que comienzan a implementar  este nuevo orden.


















ANTECEDENTES
Como todos saben, la historia de nuestra civilización comenzó a tener un vuelco cierto en las primeras décadas del 2300. El cambio será totalizado sin duda, hacia fines del presente siglo. Los bolsones que aún quedan en el planeta de seres humanos que se niegan a la transformación mental y moral, se extinguirán por peso propio, y lo que es más lamentable es que será en forma muy salvaje y ruin, por haber llegado a una moral muy baja, aún más denigrante que la existente en esos lugares en los albores del año 2000.  Se cree que ya entonces nació en algunas mentes el concepto del dinero nominal, y la necesidad imperiosa de establecerlo en la práctica en salvaguarda de nuestro futuro como civilización.  En ese tiempo, el mundo se movía alrededor de una trampa establecida durante milenios, que nació en épocas remotas  a través de la implementación de una herramienta de cambio como entidad anónima que por acuerdo de la humanidad, representaba bienes y posesiones y podía ser acumulada para generar poder autoridad y decidir sobre la vida y la suerte de semejantes. Era una trampa muy cómoda, se resumía en un redondel de metal llamado moneda y con el tiempo en un papel impreso, pequeño y habitualmente rectangular, que circulaba de ser en ser, de mano en mano, que se cambiaba por bienes valiosos tangibles de cualquier magnitud, ya fuera un pequeño diamante, esmeralda, dije de oro o kilómetros de tierra fértil y cultivable o mansiones y edificios. Esa entidad denominada dinero, era totalmente anónima, no tenía dueño definido, se traspasaba en distintas cantidades  de un individuo a otro y podía obtenerse por distintos métodos, según la habilidad de cada uno por obtenerla. Al principio funcionaba más o menos bien, pero en muy pocos años se establecieron artes arteras  de obtención, basadas fundamentalmente en el engaño. El primer favorecedor de ese ardid, fue el comercio.  Al reemplazar el viejo trueque, en el cual era tangible el cambio de bienes, los individuos más hábiles y astutos, comenzaron a lograr gran cantidad de bienes con picardía y trucos que pasaban desapercibidos por la mayoría.  Esa falta de moral, fue la que hizo que gracias al anonimato del dinero surgiera el robo y la estafa impunes dado que el dueño lícito era el que lograba apoderarse de los billetes o monedas, que solamente tenían dueños transitorios, y que circulaba a gran velocidad por la población.  Se estableció la era de la explotación del hombre por el hombre, la producción de bienes era menos valorada que la tenencia de efectivo, nació, el robo, el asesinato, las guerras y otras plagas en el afán de conseguir el dinero anónimo que además tenía la virtud de representar posesiones gigantescas en un espacio reducido que lo contuviera. Una habitación de cuatro metros cuadrados, por tres metros de altura, llena de billetes o monedas, representaba una posesión incalculable de bienes, que podía ocupar una ciudad entera.  Todo se compraba y vendía, incluida la dignidad humana, las virtudes, capacidades, derechos, necesidades básicas, superfluas, en fin, todo. Con el advenimiento de la alta  tecnología, la degeneración aún se agravó más, al no necesitar ni siquiera la presencia de los billetes. Las transacciones se tornaron operaciones numéricas que se trasladaban de un lado a otro, lo cual se conocía como transferencia de cuentas.
            Afortunadamente existía en la humanidad desde mediados del año 1800, una reserva moral, que aunque debía acatar este sistema y reglas, en cambio, se movía entre sus miembros con la idea de un reparto justo de bienes y servicios. Se conoció y conoce como cooperativismo moderno.  Se llegaron a establecer  ciudades cooperativas, en las cuales operaban cientos de las mismas que producían distintos bienes y servicios, e intercambiaban entre ellas sus productos, sin hacer uso del dinero, que reservaban para compras o ventas realizadas con instituciones no cooperativas.  En una de esas ciudades, comenzó a funcionar una institución de alta tecnología en el campo de la robótica, inteligencia artificial y comunicación electrónica.  Realizaron varios inventos y perfeccionaron los mecanismos de los chips y semiconductores. Entre esos hallazgos, lanzaron a la consideración mundial, la “tarjeta dinámica de operaciones personales económicas y productivas”, conocida luego con la sigla “TADIO”.  Esas tarjetas se podían intercomunicar a gran distancia entre sí mediante un  cerebro artificial de apenas un metro cuadrado de superficie, realizando todo tipo de intercambio y registros entre millones de tarjetas. Además en su base de datos, se registraban todo los cambios realizados en cada una de ellas. Muchas cooperativas en el orbe se interesaron enseguida en el tema, pero fue una de la Argentina la que daría la idea que cambiaría la suerte de la raza humana. Propuso la reunión de los Consejos de Administración de las posibles adherentes, para estudiar la posibilidad de cubrir entre todas ellas al menos un ochenta por ciento de todo lo materialmente necesario para la provisión y servicios del mundo moderno en las respectivas cooperativas. Si ello se lograba, se podía planear y luego votar para su aprobación, el nuevo sistema de valoración del trabajo productivo y de los servicios. Cada asociado a cada cooperativa, poseería una tarjeta TADIO, en la cual estaría contenido el ingreso y salida de dinero que le correspondiera por una parte a los ingresos por su trabajo y por otra a los egresos por los gastos. Como la tarjeta para funcionar estaba ligada a su ADN, resultaba personal e intransferible y ante pérdida o destrucción, había que generar una copia en base a los datos almacenados en el cerebro artificial, lo que se lograba fácilmente. Ese cerebro registraba los datos de cada persona sin tener él la filiación. Para ello, cada cooperativa enviaba un número asignado a cada asociado, generado por una combinación entre el DNI y el número con que revestía en su cooperativa. De ese modo, el dinero no era anónimo, era nominal, se generaba a nombre de la persona que participaba en la producción de un bien o servicio, se incluía en la tarjeta y allí permanecía hasta que adquiría algo, pero se aseguraba que no quedase en la base de datos la identificación personal ni de los nombres y apellidos. En ese momento, el valor pasaba o a la tarjeta personal de otro asociado si el bien en transacción  era de este o a la tarjeta empresaria si pertenecía al stock de una empresa. El dinero nominal, no era anónimo, pasaba de una cuenta a otra quedando siempre el correspondiente registro de la operación y el tipo de bien que tuvo presencia en la misma. Hasta la compra o venta de un caramelo quedaba asentada, toda producción o servicio, tenía un código diferente para cada unidad, se podía conocer así quien lo compraba y quien lo vendía, además de los importes. Es importante aclarar que en aquellos años, existía ya un dinero denominado nominal, pero nada tenía que ver con este de novedosa característica, ya que estaba ligado al dinero anónimo y no representaba cambio ninguno en la concepción del mismo. Hasta aquí, no existía nada revolucionario, solamente el hecho que se eliminaba el dinero anónimo y como la tarjeta funcionaba con el ADN personal, de nada servía robarla, además si se pretendía obtener bienes obligando con amenazas al dueño para que los adquiriera; salvo alimentos, era difícil obtener otros artículos de valor, ya que era una tarjeta anti acopio. No podía comprarse cantidades por ejemplo de ropa en una sola compra, y los artículos de más valor, se entregaban luego de varios pagos realizados durante días sucesivos. Un coche por ejemplo, requería al menos diez días de concurrir personalmente a ingresar nominalmente en la cuenta del concesionario una suma determinada. La criminalidad disminuyó abruptamente en este tipo de delitos, eso marcaba el rápido éxito obtenido.
            La propuesta fundamental de cambio, filosófico y moral quedaba a cargo del equipo elaborador del cerebro electrónico. Debían introducir de manera minuciosa en el mismo como datos, todos los parámetros necesarios, lo que representaba en costos y esfuerzo la producción de un determinado bien o servicio, el tiempo de elaboración, la capacidad del operario, si la labor requería capacitación especial, estudios superiores, riesgo, cuidados especiales, en fin, todo lo atinente desde la preparación de materias primas hasta llegar al almacenamiento del producto elaborado, y en el caso de servicios, también todo lo correspondiente a la puesta en práctica del mismo. El cerebro luego de evaluar comparativamente caso por caso, debía asignar un valor de producción a la labor ejecutada  por cada asociado. En todos los casos debía fijarse un mínimo y un máximo, desde lo menos calificado hasta lo más. Se fijaron criterios de manera que la diferencia entre un ingreso mínimo y el máximo en la cadena productora no fuera ni demasiado abultado ni demasiado insignificante, para alentar a los productores al estudio y la capacitación.  La condición que se impuso al cerebro electrónico organizador, era que en los cálculos mínimos de ingresos diarios de cualquier asociado productor o implementador de servicios, debía ser  el suficiente para cubrir no tan solo las necesidades básicas humanas, sino también vacaciones anuales y la posibilidad de desarrollo de algún pasatiempo o si cabía de actividad artística o deporte no remunerado. Además el excedente que cada cooperativa obtenía en su balance anual, discutido en la Asamblea Anual Ordinaria, debía alcanzar para pagar los impuestos a que estaba obligado  el conjunto de asociados por el gobierno del país, y si sobraba dinero nominal se determinaba que la cooperativa lo utilizaría en el fortalecimiento institucional y crecimiento. En ningún caso se permitía la acumulación de bienes, más allá de la posibilidad de cada asociado, que tenía plena libertad de utilizar su dinero en lo que considerara oportuno, y en la cantidad que quisiera. Para esto que parecía contradictorio, se implementó lo que se llamó: “Libertad con responsabilidad histórica e inducida”. Para ello,  se establecía la siguiente mecánica.  La tarjeta brindaba además del instrumento de dinero, un estudio de lo más conveniente en cada gasto individual, el cual se hacía conocer al poseedor a través de un visor en su reverso.  Se dividían los gastos al principio en seis temas posibles, que eran: alimentación, indumentaria, equipamiento del hogar, salud, vivienda y esparcimiento.  Cada vez que el asociado producía algo, el valor determinado ingresaba a su tarjeta que se actualizaba a diario, el importe asignado y  la proporción como era aconsejable repartirlo en los seis rubros mencionados. La persona en cuestión podía libremente acatar las sugerencias total o parcialmente o ignorarlas. Supongamos el caso de una asociada que le interesaba por sobre todas las cosas, los perfumes. El cálculo del sistema era que como máximo se necesitaban una colonia y una loción mensuales. Lo que la tarjeta marcaba como gasto obligatorio era un mínimo en alimentación, para asegurarse que comería para lograr una buena nutrición, aunque intentara ahorrar a través  de los alimentos. En el resto no había limitaciones. La mencionada mujer, quería adquirir seis colonias y tres lociones, y hacer caso omiso de las sugerencias. Podía hacerlo, pero al tratarse de un excedente de cinco colonias y dos lociones con respecto a lo previsto como cantidad común y habitual,  el precio a pagar por ese exceso, era mayor en cada unidad y aumentaba aún más en cada frasco agregado. Así el sexto frasco de colonia, le costaba el triple que el original, y el tercero de loción, el doble. Así se desalentaba tanto el acaparar, como las desviaciones sin lógica.  En el lugar físico de la compra, se ingresaba el precio normal, que era contabilizado en la tarjeta del establecimiento. En la tarjeta de la mujer, el excedente por compra mayor a la cantidad considerada como necesaria, automáticamente era deducido y separado del gasto real, e iba a parar a un fondo de reserva para contingencias. De ese fondo por ejemplo se obtenía el dinero nominal para pagar el día, de acuerdo al promedio de producción habitual del asociado, en caso de enfermedad. En la opción  de insumos de mayor valor, por ejemplo coches de lujo, o un segundo coche, casa en caso de ya ser propietario de una, yates de lujo y otros productos similares, tenían un precio que no permitía que se pudiera acceder a los mismos por lo menos antes de treinta años de ahorro. Con este sistema, ningún asociado podía transformarse en terrateniente, dueño de edificios enteros, de grandes factorías o de millones de pesos. Todo ello podía existir y funcionar, solamente que debía  ser  a través de la Cooperativa, es decir de pertenencia del conjunto de asociados.  Se evitaba la acumulación individual de capitales, la especulación financiera, la improductividad, la explotación del hombre por el hombre, la acumulación de dinero por herencia, ya que al fallecer un asociado, los posibles excedentes pertenecían a la cooperativa en su conjunto.

LOS INICIOS

Hasta mediados del año 2100, el capitalismo imperaba en el mundo y no le preocupaba el movimiento cooperativo, ya que en los hechos concretos servía de parche para tranquilizar a los pobres del mundo, y con su carácter de lucha en pro de la ecología,  se ocupaba de aquello menos productivo en dinero anónimo, es decir la manera de reducir la contaminación y la desaparición de especies vegetales y animales.  En la ACI (Asociación Cooperativa Internacional) se produjo un movimiento interno que consideró que existían grupos cooperativos con potencial económico suficiente para encarar la propuesta del dinero nominal. Afortunadamente hubo una especie de toma repentina de conciencia sobre el hecho que la economía mundial presionaba para que el sistema cooperativo compitiera cada vez más con armas económicas que favorecían al capitalismo. Había llegado el momento de aplicar a fondo la doctrina cooperativa, y el nuevo sistema propuesto podía hacerlo. Existían nuevas corporaciones cooperativas al estilo de la del país vasco, en otros lugares del mundo. Resolvieron unirse y en diez años, estuvieron en condiciones de poder funcionar en forma autosuficiente, comprendiendo cooperativas asociadas que cubrían toda la necesidad material y conocimiento humano de entonces.   Pero el lanzamiento del proyecto representaba un cambio fundamental en el concepto de la vida social humana, no podía decirse que no habría libertad, pero hasta los actos más mínimos de la vida económica de cada uno quedarían registrados en una base de datos, serían secretos y solamente podrían revelarse en cuestiones judiciales, previo consentimiento de la cooperativa en la cual revistiera el asociado. Cada uno tendría su historial en su tarjeta, y mediante su ADN podría acceder a él. La libertad de las acciones no impedía que el accionar quedase grabado en la historia de cada individuo. Para todas las personas normales y que accionaban en forma limpia,  no existía problema alguno, y además ante cualquier duda o controversia podían comprobar inmediatamente, de considerarlo necesario, hechos relacionados con su vida económica. También en la tarjeta tenían su historia sanitaria, para uso médico exclusivo. El resto de la vida sentimental y privada, seguía sin registro alguno.  Si alguien quería retirarse voluntariamente del sistema, podía hacerlo, y recibía en dinero del resto del mundo, el que eligiera, lo correspondiente a lo que tenía guardado en su tarjeta, lo cual se evaluaba con la unidad manzana. Esta unidad, era igual al precio de un kilogramo de manzanas del país de conversión elegido. Si por ejemplo en el sistema cooperativo un kilo de manzana costaba cien unidades de dinero nominal, y el renunciante tenía en su cuenta mil nominales, tenía a su favor, diez kilos de manzanas. Si en el país elegido el kilo de esa fruta costaba en promedio diez pesos, le correspondía retirarse entonces con cien pesos de ese país.
            Comenzó la ejecución del proyecto con la intervención de varios países de los cinco continentes. El cerebro electrónico se instauró por sorteo entre las naciones que poseían cooperativas adheridas. El honor recayó en Japón, lo cual dada la idiosincrasia de su pueblo, fue muy útil, ya que todo estuvo prontamente en marcha. En menos de un año, se comenzaron a presentar graves problemas. Muchos de ellos se analizarán a continuación, pero fueron la lógica resultante de un cambio que comenzaba a minar la posibilidad de la acumulación individual de la riqueza y desalentaba a la continuidad establecida durante milenios, de sociedades con grandes diferencias entre las distintas franjas sociales, que abarcaban desde una minoría superlativamente rica y una mayoría miserable y hambrienta. El eterno argumento de la libertad, quedaba empalidecido ante un nuevo movimiento de libres que solamente restringían todo aquello que obrase en contra de la comunidad, pero que en última instancia podía realizarse, y se creaba la libertad con responsabilidad como meta suprema humana. Hubo un incremento de todo el accionar ilegal, de engaños y negocios espurios en el mundo individualista capitalista. Por el momento, la delincuencia, el narcotráfico, el tráfico de armas y el despojo a través de las finanzas y la explotación humana, no encontraba la manera de introducirse en la nueva sociedad establecida. Esos sectores del capitalismo, se unieron ideológicamente y todos tendieron a lo mismo, es decir al atentado y al sabotaje, para tratar de aniquilar lo recientemente emprendido. Fue así que un día, Japón despertó con la noticia que sin explicación convincente, habían sido  literalmente voladas las cinco manzanas donde se ubicaba todo lo concerniente al cerebro electrónico y al control de las millones de tarjetas de los asociados al sistema que había en el mundo. Creyeron los autores del atentado que el mismo daría un respiro al sistema capitalista y a la mafia organizada. Pero se equivocaron, ya que el espionaje en las cooperativas era complicado y difícil y las corporaciones cooperativas participantes del proyecto, habían resuelto que la mayor parte del esfuerzo inicial, se volcaría en el aumento pacífico de la seguridad, para lo cual tenían preparado, sin ejecución por el momento, debido al costo que implicaba, el traslado del cerebro y del sistema de comunicación.   El plan era ambicioso y llegaba el momento de ejecutarlo. Lanzaron en un primer tramo, tres satélites artificiales terrestres, dos de ellos con sistemas de comunicación y cerebro electrónico y el tercero, de vigilancia comunicación y defensa persuasiva. Quedaba así el corazón del sistema fuera del alcance del terrorismo y mafias comunes. Se desarrollaba entonces la experiencia con el respeto de la idiosincrasia de cada nación partícipe, se ganaba en experiencias diversas, pero todo bajo la férrea concepción de la nueva  moral establecida. A continuación se detallará el accionar diario intentado en los inicios por distintos grupos antagónicos a este proceso.

NARCOTRÁFICO, JUEGOS DE AZAR Y TRÁFICO DE ARMAS.

No tan solo estas actividades vieron entorpecido su accionar, en general todo lo ilegal se vio afectado. El sistema cooperativo, entendió que era muy peligroso guardar el dinero anónimo destinado al vínculo con las zonas geográficas que continuaban con el sistema tradicional, por lo que se resolvió no tan solo dejarlo en cuentas en el banco oficial de cada país que poseía cooperativas adheridas, sino contratar a través de los bancos en cuestión, la administración de esos fondos, para desligarse de la tenencia efectiva de dinero.  Implementaron también apenas les fue posible, una policía propia e interna, que cumplía con detectar posible espías, saboteadores e infiltrados, para evitar al máximo posible la presencia policial tradicional que podía actuar de quinta columna a favor de la delincuencia.  Se hizo todo lo posible para que los salones de juego por dinero se mudaran si estaban en la zona cooperativa, lo cual se logró plenamente, ya que en los casos en que no se efectivizó, se procedió al separado de la ciudad cooperativa mediante el amurallado desde las rutas  de acceso a la misma,  hasta el lugar de juego.  Lo que ocurrió desde un comienzo, fue que todos los mayoristas de esas actividades se retiraron de la zona, quedando tan solo traficantes pequeños, que fueron rápidamente  neutralizados por la nueva policía cooperativa.  El nuevo fenómeno se debía a que no había posibilidad allí de conseguir sumas significativas de dinero anónimo. El nominal por un lado no era posible utilizarlo para esos fines delictivos, y por otra parte no lo podían utilizar en forma anónima, aunque lo consiguiesen .   En un comienzo, la delincuencia trató de adoptar dos estrategias, una tendiente a secuestrar personas por breve tiempo y obligarla a adquirir bienes y robárselos y otra tendiente a sacar rápidamente lo logrado en la zona y venderlo por dinero en la parte no cooperativa. La primera modalidad permitía solamente adquirir productos de bajo costo o alimentos porque lo que excedía de la compra lógica o tenía monto significativo, había que concurrir, como ya se ha explicado, al lugar de compra al menos tres o cuatro días seguidos para que les fuese entregado. Para sacarlo de la zona, en poco tiempo era muy difícil ya que el acceso y salida de la zona cooperativa se trataba de restringir solamente a pocas arterias, y se vigilaba atentamente. El hecho fundamental que el dinero anónimo era casi imposible de conseguir al menos en cantidad que justificase organizar ilícitos, fue determinante en el retiro de la delincuencia organizada hacia la zona capitalista no cooperativa.
            Para eliminar el narcotráfico, era esencial una acción mancomunada, de manera de lograr por un lado eliminar la necesidad social de utilizar drogas estupefacientes como escape a la realidad, elevar la condición humana de modo que no se buscasen modos artificiales de lograr placer o bienestar antinatural, y por otra parte complicar todo tráfico, fundamentalmente en la obtención de ganancias ilícitas  logradas en dinero o bienes, lo cual ya estaba bastante logrado a partir del dinero nominal. Luego de un largo camino y un proceso de recuperación de adictos se ha llegado a la actualidad con un nivel bajísimo de adicciones, una ínfima cantidad de nuevos adictos que cada vez se recuperan más prontamente, con nivel cero de reincidencia. En este proceso fue fundamental la enseñanza en todos los grados de educación, mediante programas de estudio adecuados en cada nivel etario, del problema humano de las adicciones, en especial debidas  a sustancias productoras de dependencia física y psíquica. Ante la presencia de algún adicto, se instauró por ley la obligatoriedad de denuncia del caso, no se procedía a ningún castigo, sino que se lo trataba obligatoriamente en la oficina sanitaria de la cooperativa, donde se le proveía sin costo alguno, la dosis de droga que necesitaba, pero se lo sometía sin dilación a un tratamiento de abandono de la adicción que era personalizado, es decir duraba el tiempo que fuese necesario en cada caso. Las oficinas sanitarias, eran el reemplazo de los antiguos hospitales, donde trabajaba un equipo sanitario cooperativo, para atender la salud de los asociados y sus familiares a cargo. De esta manera se logró que los adictos, que iban en merma, no tuviesen necesidad de producir  ilícitos para conseguir droga, eliminando el minorista que antiguamente la proveía proveniente del narcotráfico. En menos de diez años, los narcos operaban en su totalidad en la zona del dinero anónimo, que se conocía como zona capitalista, no por crítica a ese sistema ideológico sino por ser los partidarios del capitalismo, la mayoría manifiesta que defendía la tenencia del dinero anónimo y fiduciario.
 Poco a poco el mundo se fue dividiendo en las dos posturas fundamentales, lo económico primó sobre las demás posibilidades, ya fuesen filosóficas o religiosas. Además cualquier idea podía abordarse en ambas fracciones, pero también hubo una tendencia creciente hacia la nueva forma, sobre todo a partir de líderes que aspiraban a cambios que eliminasen los antiguos vicios  de las ideas y costumbres.  Ese conjunto humano obraba como defensor de la moral de la sociedad. Sin dinero anónimo, los aportes de los fieles a distintas religiones, se hacían con trabajo y mediante objetos o equipos, también con alimentos y ropaje. Paulatinamente se instauraron los sistemas propios de atención a los problemas de la sociedad que se gestaba, la investigación policial propia, carente casi en su totalidad de desviación en las acciones y con el control de los Consejos de Administración que posibilitaba un cuerpo sin corrupción ni hechos ilícitos, produjo la desaparición en las zonas cooperativas de la necesidad de la acción estatal y municipal, lo cual produjo también un cambio en esos sectores. Comenzaron a aparecer en el conjunto de jubilados de la población que ya no tenían participación activa en las cooperativas, dirigentes políticos que pregonaban crear una forma política de gobierno que instaurase en el sector una independencia del sustento económico en base a impuestos,  de entidades que no les prestaban beneficio alguno, y poder destinar ese gasto inútil, al funcionamiento de los cuerpos creados por las cooperativas en reemplazo de los antiguos y tradicionales.  Con el crecimiento de la población con dinero nominal, llegó un momento en que fueron mayoría numérica  en distintos distritos geográficos y se instauró una creciente cantidad de funcionarios públicos que hicieron realidad el anhelado cambio.  Comenzó entonces una era en que la corrupción era detectada inmediatamente y quienes la intentaban establecer, debían huir de la zona, al quedar en medio de un conjunto humano que les era totalmente hostil y corrían el peligro cierto de la cárcel de la zona capitalista al ser expulsados de la actividad cooperativa. Los impuestos nacionales quedaron reducidos a un mínimo, al auto gestionarse todas las entidades de alcance social.  De lo que no pudieron desligarse fue del aporte para la seguridad nacional, que comprendía las fuerzas armadas, el cuidado de las fronteras, el armamento, la salud pública, sobre todo los programas de prevención de epidemias, las aduanas, y otras entidades menores. Pasaron cerca de doscientos años para lograr gobiernos con clara trayectoria y mayoría en el accionar que adhirieran al dinero nominal, con lo cual se redujo al máximo todo gasto bélico, posibilitado además por acuerdos entre naciones de mayoría cooperativa, la eliminación del tráfico de armas ilegal y un mínimo consensuado y vigilado de armamento de defensa.  Si en el futuro se consigue la desaparición del dinero anónimo y  de bolsones capitalistas,  tal vez pueda generarse la erradicación de toda guerra, lo cual queda por supuesto librado al cambio total del pensamiento y sentir humano y la aparición de una nueva especie social, que es el sueño actual de los filósofos progresistas. De todo lo dicho lo más importante  ha sido el cambio de enfoque moral de la humanidad, orientado ahora en que todos los seres normales debemos trabajar y producir en un contexto que otorgue real dimensión de dignificación, de acuerdo a las aptitudes y gustos de cada individuo.  Esta apreciación no es antojadiza, se basa en que cada uno debe aportar para su manutención y si no está impedido y no lo hace, alguien o algunos deberán trabajar más para suplir esa falta, lo cual es una inmoralidad. En el pasado lejano se buscaron argucias para lograr vivir a expensas de los demás, se generó entonces la esclavitud, utilizando para ello la fuerza bruta o el refinamiento de la posesión de grandes cantidades de bienes o dinero anónimo.  La forma más antigua de esclavitud, fue la prostitución, es decir la entrega del cuerpo para placer carnal de otros, sin que medie amor o emoción espiritual alguno, la cual ha sido la más compleja para erradicar, lo cual se ha conseguido pero no totalmente, pero al menos se ha logrado eliminar la trata de cuerpos de personas en beneficio de terceros y que el ejercicio de ese acto entre dos o más personas, sea totalmente voluntario.  A continuación se expone lo logrado al respecto
PROSTITUCIÓN
            Existen en la historia humana muchos escritos al respecto de la profesión llamada la más antigua de la humanidad. En el siglo XXI, el problema era tan vasto, que cubrió a los dos sexos por igual, de modo que todo lo redactado para tratar de luchar contra ella, quedaba reducido a simples aspiraciones morales. Los proxenetas no desaparecían, tampoco durante la primera fase del advenimiento del dinero nominal. La suma percibida por cada asociado en su tarjeta, poseía una única limitación, que era la referente a alimentación, que solamente podía destinarse a ese fin, con la intención que la población estuviese correctamente alimentada.  El resto de los ingresos, si bien se sugería como utilizarlos, era libre de ser gastado en la obtención de bienes,  como se quisiera. Existían personas que insumían menos en alimentos  que lo asignado, de manera que los adquirían  o no perecederos  o refinados, para agasajar a amigos y terceros. A pesar de ser cooperativistas, algunos sentían la necesidad de aparecer como personajes conocidos, y se instauró una especie de competencia con el excedente familiar de la alimentación, que se destinaba a organizar fiestas gratuitas con alimentos refinados. Así lograron varios de ellos ser conocidos más allá de su cooperativa, en otras vecinas o de influencia de acuerdo a lo que se producía. Pero aparte de esta desviación para lograr renombre, los proxenetas recibían alimentos de los clientes de sus apadrinadas, que así pagaban por su atención sexual. Hubo un gran debate cooperativo ya que no se podía aceptar que ocurriera tamaña desviación moral, contraria al espíritu cooperativo.  Intervinieron especialistas especialmente sicólogos, pero el inicio de la solución, la aportó la moderna tecnología de entonces en combinación con los mecanismos síquicos de los partícipes de la prostitución. Entre las cooperativas existentes en el sistema, había dos productoras de alta robótica. Se encaró entonces la producción de androides mujeres, y también de algunos ejemplares de travestis y hombres homosexuales. A todos los robots androides obtenidos, se los dotaba de circuitos de inteligencia, que tenían una parte general idéntica en cada ejemplar y otra que se adecuaba mediante memoria artificial, destinada a respuestas de conducta individual. Aparte de su belleza y gracia sin par, estos ejemplares tenían la ventaja de poseer circuitos sexuales con fluidos   que eliminaban toda posibilidad de contagio, aun en el caso de ser utilizados sucesivamente o simultáneamente por más de un cliente a la vez.  La implementación del sistema se realizó a través de las distintas oficinas sanitarias, en las cuales se habilitó un pabellón especial a tal efecto. Lo que el interesado debía aportar, era una determinada suma en alimentos o en su tarjeta se debitaba la misma con un código que tenía asignado la institución sanitaria, en el rubro de alimentación. Para los adictos a las prostitutas, o prostituidos  que superarían enseguida el máximo mensual asignado a tal fin, se les iniciaba un tratamiento por su problema, y mientras este daba resultados concretos, se lo dejaba utilizar el servicio excedente sin cargo. Los autómatas, dejaban inscripto en su memoria una serie de datos que servirían al equipo sicológico para elaborar estrategias para próximos encuentros. Además sus circuitos estaban alimentados de modo que su accionar fuera similar al humano, es decir con todas las contradicciones sentimentales y emotivas que padecía cualquier ser que ejerciera esa actividad. Luego con cada cliente en particular, se adecuaba el accionar y la relación de manera de orientarla  a los fines de hacer reaccionar al cliente en cuestión. Hubo infinidad de casos que pidieron ayuda, y luego de un tratamiento se orientaron a una vida normal y sana y establecieron parejas estables, lo que anteriormente no lograban. Las estadísticas actuales  de este ejercicio artificial, que fue mejorando a través de los años, determinan que la explotación humana en este sentido ha bajado a índices ínfimos, y no sería de extrañar que fuera erradicado. Al principio hubo personas que adquirieron un prototipo para uso hogareño, pero la transacción no prosperó, por supuesto porque la relación establecida no se monitoreaba, no había consideración del problema sicológico que lo llevaba a ese tipo de relaciones,  y con el tiempo no  resultaba muy diferente a una masturbación.  Con respecto a los problemas de sado masoquismo, violencia, y otras desviaciones, los autómatas registraban lo acontecido y las reparaciones quedaban a cargo de débitos efectuados a los clientes, que aprendían a pedir ayuda sicológica ya que su comportamiento los llevaba pronto a aprietos económicos.  Este sistema es el mejor encontrado al momento, se continuará perfeccionando con la vista puesta en la posible erradicación definitiva de este problema humano.
PERSONAL DE TRABAJO DOMÉSTICO
            Es curioso que se siga aún hablando  con los vocablos de “trabajo doméstico” cómo se menciona desde hace muchísimo tiempo. Lo más probable es porque antaño se asociaba  inconscientemente a  un hecho de mansedumbre animal, ya que era un trabajo considerado como de naturaleza primitiva para el cual  existía carencia intelectual, realizado por personas poco instruidas, que se avenían sin reclamo alguno  a trabajar con desperdicios y excrementos, lo que en la antigüedad se reservaba a los esclavos. El advenimiento del dinero nominal, trajo aparejado un cambio en la moral de la sociedad, que pugnó por resolver el problema de los trabajos depreciados que no se podían eliminar ya que era indispensable su realización. Se agregó este rubro, desde los inicios,  a las cooperativas de servicios a la sociedad, y de manera conjunta con las entidades educativas y de ingeniería doméstica, se estudió la manera de jerarquizarlo. No tan solo se logró sino que su personal terminó siendo altamente calificado. Se estableció hace más de dos siglos una carrera a nivel terciario, que perdura con éxito hasta nuestros días, de Asistente Doméstico, que se dicta en las distintas facultades de Ingeniería en las universidades cooperativas. Luego de una larga trayectoria signada por los cambios, la labor desembocó en la planificación del funcionamiento hogareño, realizada como todos saben por distintos autómatas que se ocupan de todo tipo de limpieza, desde la vajilla y su acomodamiento, hasta los inodoros, cloacas y desagües, eliminación de residuos normales y patogénicos, labor realizada según lo decide el asistente, que vigila permanentemente la correcta realización y resuelve todos los problemas desde mecánicos y electrónicos hasta los de inteligencia artificial de los equipos automáticos.  Nadie puede concebir lo que antes se hacía mediante intervención de humanos, que era el contacto con miasmas y basura, realizado hoy integra y exclusivamente por los robots. Un gran adelanto constituyó la generación de los pequeños equipos muy económicos, que traslada sin gran esfuerzo el asistente, pudiendo ocuparse sucesivamente de la labor en varias residencias,  durante la jornada laboral.
SICARIOS
Un tema que costó resolver e hizo padecer muchos episodios de violencia,  fue el de los sicarios enviados y pagados por grandes capitalistas que consideraban al nuevo sistema imperante como de gran perjuicio e injusto para ellos, porque comenzaba a competir y les eliminaba la mano de obra barata que para colmo, se trasladaba al nuevo cooperativismo naciente.  Los asesinos a sueldo, se ingeniaban para engañar a consejeros cooperativos e ingresar como asociados, y desde el interior de la institución planificaban la eliminación de la o las personas marcadas para ser eliminadas por sus contratantes. Ese sistema duró poco tiempo, ya que luego de los dos primeros atentados exitosos, se perfeccionó la labor de la policía interna de cada cooperativa, con lo cual los sicarios planificaban los atentados en la calle, ya que las ciudades cooperativas tenían una amplitud considerable y pasaban inadvertidos entre las miles de personas que recorrían diariamente las calles.  Los episodios funestos pasaron a requerir de un traidor en el interior de la cooperativa elegida, que luego del crimen, desaparecía con su familia generalmente a los pocos días del luctuoso episodio, cuando se comenzaba a encaminar la investigación en firme.  El costo de la vida de nobles dirigentes tuvo como contrapartida la generación de un sistema de alta seguridad en el cual colaboraban en la cooperativa y en sus domicilios, la totalidad de asociados. Se conocía así, y se registraba en el cerebro electrónico, todas las personas que en un día determinado,  habían estado con los distintos dirigentes. Toda sospecha resultante de los cálculos del cerebro, era el material de trabajo para la policía interna. Poco a poco los magnates capitalistas desistieron del empeño, y se fijaron nuevas metas y alternativas para defender al capitalismo.  Además los sicarios para trabajos en el sector cooperativo, cada vez eran más escasos, todos ellos preferían encargos dentro del ámbito de los poderosos y del dinero anónimo.  No se ha descuidado en lo más mínimo el control establecido, y podrá desaparecer el día que desaparezca en el mundo el sistema antiguo del dinero.

INSTITUCIONES DESAPARECIDAS RELACIONADAS CON EL DINERO ANÓNIMO: Bolsa de valores, Cámaras, Corporaciones.
El nuevo orden de dinero nominal, produjo una serie de cambios, algunos que pueden considerarse inmediatos y otros mediatos. Entre los inmediatos, abundaron el traslado o desaparición de entidades bancarias, de crédito y financieras, así como las bolsas de valores, las oficinas de inscripción de sociedades, las nuevas carreras de peritos y de ciencias económicas cooperativas, las oficinas de préstamos, las instituciones prendarias. Desaparecieron también las Cámaras y Corporaciones, salvo las Cooperativas,  que pasaron a funcionar como sistema de acuerdos, pero desprovistas de cuotas de ingreso o mensuales, y de intereses económicos. Los cambios mediatos más importantes fueron los referentes a la herencia de padres a hijos u otros parientes. En este aspecto, se generó una nueva legislación, mediante la cual, los matrimonios sin descendencia directa, al fallecer los conyugues, dejaban a la comunidad sus bienes, principalmente la propiedad donde vivían y los medios de transporte privados, que el conjunto cooperativo o la Corporación Cooperativa destinaba a la venta o alquiler y lo obtenido ingresaba al fondo comunitario, para pagar impuestos o gastos de la población. Si había hijos en edad adulta, y alguno de ellos o todos, deseaban seguir viviendo en la propiedad de sus padres, o poseer sus medios de transporte, pagaban a ellos, en vida, cuotas hasta completar el valor signado a la propiedad, o si fallecían antes, las seguían pagando a la comunidad cooperativa. Todo excedente que quedara en la cuenta de los padres, pasaba al sistema comunitario.  Con este sistema se evitaba la acumulación de capital, más allá de lo que cada uno necesitaba en su vida personal. Si a la muerte de los padres, quedaban hijos menores de edad, estos usufructuaban las propiedades de los padres hasta llegar a la edad adulta, en ese momento debían ingresar al sistema de compras o alquiler de viviendas o transportes, podían continuar pagando la cuota respectiva, en la posesión de los bienes que hasta entonces habían usufructuado gratuitamente, o mudarse a otra unidad, a elección, según fuese lo deseado.
Las casas que se alquilaban, eran todas de propiedad comunitaria, y el valor de la mensualidad era menor que la de compra de una propiedad. La diferencia principal, estaba que llegado el día que se completaba el pago de la compra, ya no debían pagar más y el dinero nominal lo podían utilizar en otras compras. En cambio el que alquilaba debía destinar fondos para alquilar hasta el día de su muerte. Como las mujeres también trabajaban, en los matrimonios, la cuota se descontaba en partes iguales en ambos conyugues. Muchos de los coches grandes o de lujo, se compraban por parte de matrimonios que ya eran propietarios de viviendas,  y lo que estaba asignado antes a la cuota de compra de la vivienda, ya completada esta, lo destinaban ahora a una cuota de un auto mejor o más moderno o lujoso.
COMERCIO EXTERIOR  Y CON LA ZONA CAPITALISTA NO COOPERATIVA
Se ha reservado en este pequeño resumen -que se recomienda ampliar e indagar a través de los documentos electrónicos de acceso mundial, para tener una idea detallada del proceso, su filosofía e integridad- , el tema del reacomodo de la sociedad terrena, debido a la aparición del nuevo orden.  A poco de iniciarse el proceso, allá por el año 2050, comenzó una gran tensión social universal, que no llegaba a catástrofe debido a la naturaleza totalmente pacífica y anti agresiva del cooperativismo mundial, más allá del fervor manifestado especialmente por pequeñas cooperativas. Las situaciones fueron bastante diferentes en un comienzo, porque había países en que la adhesión al dinero nominal era importante, y otras naciones en que era pequeño. Los cambios más rápidos ocurrieron en el primero de los casos, y en general el resto se fue acomodando con la tónica que lograban las grandes masas del cambio. Nos referiremos aquí, a la historia más representativa. Para consultar sobre países que se iniciaron con poca magnitud de cambio, recomendamos el trabajo del ciudadano  A -46- j 8@ 2742 *1311 de la Unión Sudafricana de Naciones, que se puede buscar con el dato citado en la bibliografía del año 2073, complementado con los estudios posteriores por sus discípulos en el año 2158.  Un ejercicio práctico interesante, consiste en escribir títulos de temas que pudieron ser problema en esa época y en países pequeños. Luego, en base a lo narrado en este trabajo, opinar sobre la manera que cree cada lector que se abordaron dichos problemas.  Finalmente, cotejar con la bibliografía, si  su parecer estuvo acertado o muy errado, para en este último caso, repasar los  temas  no bien comprendidos previamente.
Apenas iniciado el intercambio de bienes y servicios entre cooperativas, reconociendo solamente el dinero nominal, y los valores relativos aplicados en base a los estudios del gran cerebro electrónico, mediante  los datos por él recibidos por todas las cooperativas del mundo, no pudo abandonarse en su totalidad el tráfico con dinero anónimo hasta que se produjo el autoabastecimiento y producción total y absoluto del cooperativismo adherente al cambio. Mientras ese proceso se desarrollaba, ocurrió la etapa más difícil. La preocupación se inició en las zonas en que el capitalismo aportaba insumos y materias primas a las grandes corporaciones cooperativas. De golpe, los capitalistas dejaron de tener clientes importantes que comenzaron a abastecerse de otras fuentes. Como era peligroso para sus economías y subsistencia, comenzaron a establecer contactos y tratativas para modificar lo ocurrido, y al ver que la iniciativa  no daba buenos resultados, comenzaron a presionar e incluso a amenazar. Llegada la situación a este punto, las cooperativas involucradas luego de comunicarse dentro de su corporación con las integrantes de la misma,  comenzaron una ofensiva de contraofertas. Las mismas se refirieron a la voluntad de continuar los negocios, siempre y cuando los mismos se realizaran sin dinero anónimo, y ante la imposibilidad de usar el nominal, ya que no existía en el sector capitalista, ofrecieron el trueque, que en su mayor parte sería de productos elaborados. Deberían acordar en base al valor manzana, la valuación de los artículos a trocar, hacer los ajustes que hicieran falta, y llegar a un acuerdo. Había dos problemas, uno de ellos era que las firmas capitalistas que se dedicaban a la exportación, debían crear divisiones de venta al público para colocar los productos que recibían y así poder lograr el dinero anónimo en efectivo. Además la mercadería debía ser buena y barata para colocarla fácil y rápidamente. Como en el campo cooperativo no existían intermediarios y los productos se elaboraban a plena conciencia, ese aspecto parecía poder solucionarse, pero el segundo escollo se refería al aspecto impositivo y gastos de envío. En cuanto a los impuestos, había que modificar la legislación de varios países, ya que en lo imponible no figuraba el trueque ni intercambio de mercaderías entre distintos países y en muchos casos tampoco dentro de la misma nación, de modo que antes de comenzar a operar, debieron enviar a los Congresos proyectos de modificación, tocar a políticos amigos y adversarios, ver la forma de respetar la ley internacional cooperativa y otros detalles más. Se generaron controversias entre los distintos intereses en el seno del capitalismo. La agresividad inicial, se centró ahora en el sector individualista, y trataron de resolver la cuestión a través de sus distintas Cámaras industriales y comerciales. Finalmente pudo resolverse la cuestión impositiva, que no gravó al intercambio o trueque pero  los gobiernos implicados generaron otros impuestos de tránsito y aduanas, en síntesis requirió de gran esfuerzo hacer posible este tipo de tráfico pero la imperiosa necesidad de los grandes capitales, finalmente lo logró. Lo que no imaginaron fue la gran propaganda  que se estableció en forma indirecta y sin proponérselo, del sistema del dinero nominal. Anteriormente, en épocas de las cuales había transcurrido más de un siglo, los productos económicos importados procedían de lugares con poblaciones hambreadas, con ingresos mensuales increíblemente bajos, con necesidades básicas insatisfechas, y la calidad de los productos no era buena. En cambio, lo que la gente compraba ahora provenía de una zona en la cual todos los habitantes tenían sus necesidades básicas más que satisfechas, todos tenían vivienda, la mayoría propia, medios de movilidad personales y horarios laborales lógicos, con enseñanza y salud cubiertas. Lo único criticable desde un punto de vista capitalista liberal, era que no podían, no por prohibición sino porque el sistema no lo permitía, era enriquecerse, tener múltiples propiedades y acopios. Lo que los jerarcas capitalistas  ocultaban  de ese modo de vida, eran los límites establecidos, los máximos y mínimos, que no posibilitaban que alguien muriese de hambre o estuviera desocupado, sin posibilidad de trabajo o con labor esclava. La clase media capitalista comenzó a visitar en vacaciones las zonas cooperativas y muchos fueron los que no volvieron al imperio del capital.  La vida se fue desarrollando con turbulencias, pero se consiguió lo que se quería que era ganar el tiempo suficiente para lograr el autoabastecimiento y  la total producción de aquello necesario en la vida humana por parte  del mundo del dinero nominal, sin tener grandes problemas ni controversias con el mundo capitalista, del cual provenía la amenaza permanente de tener que afrontar una guerra, al menos defensiva, ya que el cooperativismo era profundamente pacifista. Con gran equilibrio, caminando permanentemente por una cornisa, se fueron produciendo fenómenos que favorecieron naturalmente al nuevo proyecto. La disminución constante de la población productiva calificada y de la mano de obra barata del sector capitalista, produjo una contradicción entre ellos mismos, ya que la clase media mediana y alta debió hacerse cargo de la producción manual y no calificada.  No consiguieron atraer el flujo hacia ellos de los productores cooperativistas, y comprendieron que de conseguirlo, pasarían cerca de cien años, lo cual era funesto, y lo único que consiguieron fue el aumento de la corrupción y la delincuencia en todas las actividades tanto lícitas como ilícitas. Comenzaron a tener problemas serios, y cada vez más los hiper millonarios se establecían en reductos que parecían concebidos para contener  una invasión con armas nucleares. Por otra parte, la necesidad de nuevas leyes permanentes produjo un avance cooperativo, debido a que en los lugares del globo por naturaleza más ricos en productos naturales provenientes de la tierra, se produjo una gran mayoría poblacional del sector de dinero nominal y el nacimiento de una actividad política sana y fuerte, con políticos que ganaban fácilmente las elecciones, simplemente por tener mayoría poblacional, ya que eran votados masivamente en su zona de influencia. Paulatinamente el sector capitalista se convirtió una atracción para los amantes del peligro y la aventura, ya que quedó allí todo aquello que era dañino para una vida sana y un atractivo para desviados, viciosos y aventureros, y un rechazo para la población habitual normal que pretendía una vida de moderado progreso en un ambiente lo más natural posible. En poco más de un siglo, se marcaron grandes diferencias que fueron separando cada vez más a ambos sectores y terminaron condenando al capitalismo a una lenta pero segura extinción social.
Veremos a continuación, la forma como influyó lo dicho, en la formación de dos mundos diferentes y el uso de la tecnología y avances científicos en función de las necesidades de cada fracción.
DIFERENCIAS DE LA FORMA DE VIDA EN CADA UNO DE LOS SECTORES DEL PLANETA, DE ACUERDO A LA DIFERENTE  FILOSOFÍA DE VIDA DE AMBAS PARTES.
El mundo capitalista, simplemente continuó con el camino trazado hasta el momento por sus creadores y defensores. Era el mundo del negocio y la oportunidad, sin límites, lo que primaba en toda su evolución. Había sido tan fuerte, que el propio cooperativismo había lidiado en su devenir, a través de tener que competir sin tener la posibilidad de hacerlo con sus propias leyes y principios, ya que primaba en el mundo el progreso con el dinero anónimo, y a él era necesario rendirle culto.  Fue por ello que la evolución rápida y sostenida se manifestó ante la aparición del dinero nominal, que posibilitó la aplicación plena y la mentalidad clara del pensamiento cooperativo, orientado hacia un futuro del respeto a la naturaleza y la ecología. Algunos precursores comprendieron que debían generar sustentos diferentes en una cantidad de aspectos, pero para lograr independencia, debían abandonar cuanto antes las fuentes de energía del mundo capitalista que eran el seguro para continuar con sus negocios florecientes, al menos en un par de centurias. El negocio había sido pensado para aprovechar la energía proveniente de los hidrocarburos del petróleo, y se gastaron miles de  millones en las matrices e inventos de sistemas para su uso y ulterior modificación en pos de unidades cada vez más  sofisticadas y atrayentes por su diferencia con lo anterior. Todo su mundo incluido el de las guerras, fue en torno a la tenencia y explotación del petróleo. El anzuelo del tema estaba en el ser humano común, en lograr vértigo y velocidad, poder transitar por una ruta  a doscientos o trescientos kilómetros por hora, y salir vivo de posibles accidentes, con colchones de aire o amortiguadores de golpes tremendos e impactos anteriormente mortales sin remedio. Esto signaba la diferencia entre un modelo común y uno con esas posibilidades. Se pagaban sumas que alcanzaban para alimentar a un humano pobre durante cincuenta años para poseer uno de ellos. No había gran preocupación por la contaminación ambiental, lo consideraban un problema secundario. Hubo corporaciones cooperativas, que se animaron a hacer otros prototipos, los primeros fueron a energía eléctrica, electrolítica y solar, y combinación de ambas, además estudiaban la forma de aprovechar la eólica. Generaron un vehículo que desarrollaba hasta ciento treinta kilómetros por hora, con contaminación ambiental cero, que fue ridiculizado por los amantes de altas velocidades. Por supuesto las matrices eran diferentes a las utilizadas en coches petroleros. Pero ese móvil tenía una virtud: aparte de no ser contaminante cumplía con las necesidades modernas de traslado, con la máxima velocidad que se consideraba de bajo riesgo en caso de accidentes. Fue el primer modelo que se vendió en el mundo del dinero nominal, que marcó claramente la diferencia total de conceptos entre las dos partes del mundo nuevo que nacía. En los años que siguieron hasta la actualidad, la evolución seguida, marca la diferencia cada vez más abismal entre las dos filosofías. Se desarrollaron tecnologías totalmente diferentes en ambos mundos, pero en el fondo fue en base del insustituible petróleo para el capitalismo y los inventos que aprovechan las energías que se dan espontáneamente en la naturaleza para los nominales,  principalmente la solar, la eólica la hidráulica y en ciertos casos muy restringidos por su peligro y contaminación, la atómica, descartando la radioactiva proveniente del uranio y el torio. Afortunadamente ha crecido la ocupación del mundo para la parte que desarrolla la ecología y su energía, lo cual ha disminuido la cantidad de catástrofes, de continuar solamente la expansión capitalista, tal vez ya nuestro planeta no existiría o estaría totalmente amenazado. La paradoja ha sido que los inventos logrados en el mundo nominal, han aumentado sin riesgo la calidad de vida de toda la sociedad, especialmente en el campo de la salud y la robótica, en cambio los adelantos capitalistas, cada vez entrañan más peligro y por tal motivo, por decisión democrática de las cooperativas, está prohibido su uso en su sector de influencia. El uso de cerebros electrónicos inteligentes y su uso totalmente social y pacífico ha sido una de las causas de la posibilidad de claro progreso cooperativo, se han puesto al servicio del hombre y sus obras útiles, en cambio en el capitalista se han utilizado fundamentalmente en espionaje, guerra, y se han introducido cambios constantes en una carrera entre supremacía de los grandes capitales, tratando de obtener un prototipo que pueda dominar a todos los demás existentes, con lo cual no se da importancia a la robótica hogareña que es la que trae beneficio en la vida social. Cada vez más en su mundo brinda prestigio tener buenos sirvientes humanos, que escasean porque la masa pobre y miserable,  migra hacia el sector cooperativo, y terminan entonces como siervos de los capitalistas  los individuos de las clases medias bajas.
La educación ha tenido un protagonismo fundamental en lo referente a un negocio en manos capitalistas, que es el referente al arte, las expresiones culturales consideradas elevadas, y básicamente las expresiones audio visuales, como el cine moderno, y los grandes escenarios virtuales, tanto legales como clandestinos.  Continúa en ese sector, y se ha profundizado, la tenencia tráfico y compra venta de obras de arte, como cuadros, esculturas, cerámicas, bajo relieves y en general todo aquello que se ha promocionado y logrado un precio elevado, constituyendo una mercadería apetecible más allá de su valor estético o artístico. Hay entre medio todo un sistema de falsificación, y tráfico ilegal. Como siempre, las localidades de teatros, espectáculos musicales, y cine envolvente, tienen precios diferentes y salas de distintas categorías, algunos de ellos con precios tales, que solamente concurren millonarios. Lo más popular es el cine moderno, en que las escenas transcurren virtualmente con el público entre medio de los actores,   provistos de tal tecnología que se logra que los espectadores que están a los costados adelante o atrás de uno determinado, no sean vistos por este, y le parezca que está solo en medio de lo que ocurre a su alrededor, que es la película.  La temática preferida allí es la bélica, los crímenes, los asesinatos, la traición, es decir continúa lo de siempre, hace siglos. Los actores y actrices siguen cobrando sumas importantes, y es una actividad muy codiciada, a la cual tienen cabida principal, en forma creciente, los mafiosos o privilegiados. Los espacios virtuales, son proyecciones por encargo individual, donde mediante ilusiones auditivas o visuales y robóticas, se crean espacios en los cuales tanto el entorno como los demás  participantes son imágenes  virtuales que a través de robots brindan sensaciones. Es muy utilizado por los fanáticos de las bacanales y orgías.  El conjunto de estas actividades junto con las deportivas rentadas, y las drogas ilegales, son  los principales alicientes del diario vivir en esa parte del mundo. Este tipo de atracción y de actividades, están casi todas reñidas no en su forma, sino en su contenido, con la concepción de vida del mundo que maneja el dinero nominal. Luego de mucho pensar y al tener poca posibilidad de ideas al respecto por parte  del gran cerebro electrónico, las corporaciones cooperativas invitaron a todas las cooperativas existentes, a brindar proyectos de entretenimiento y de generación de obras artísticas de distintos tipos, representaciones de distintas obras, creación de academias de arte, de danza, de canto, de teatro, formación de deportistas, en general de todo aquello que puede buscar el espíritu superior humano. Se decidió luego de cotejar todas las ideas, que había que respetar lo que la gente había creado, orientando simplemente los contenidos. Así se hizo y para sorpresa de muchos, hubo algunos artistas del capitalismo que se integraron a la zona cooperativa, y comenzaron como los demás habitantes a trabajar en una cooperativa, y en los ratos o tiempo libre concurrían con grupos de aficionados para formarlos. Las cooperativas en donde trabajaban, decidieron en común acuerdo, fijarles tres horas menos de  las seis de trabajo diario,  y se les asignaba el doble valor de lo producido, que se cubría entre los demás asociados.  Esas horas libres, las emplearon para formar nuevos actores y actrices, así como academias de teatro y espectáculo. Comenzaron así a crear la nueva cultura sin intereses puestos por encima de la vocación y la entrega a la misma. Esto estaba de acuerdo con la nueva moral que debía imperar alguna vez en el mundo.
PROBLEMAS GENERADOS POR EL CAMBIO EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA

Si bien los adultos comprendían bien lo que querían lograr, los niños y jóvenes que aún no tenían la edad de inserción laboral, fijada en dieciocho años y especialmente los que concurrían a establecimientos educativos no cooperativos, debían elaborar el cambio y las consecuencias del pasaje del dinero anónimo al nominal, con el cual no tendrían contacto físico. En la época de la transformación, la mayoría de los padres daban dinero a sus hijos para compras pequeñas ya fuera de golosinas, alimentos o materiales para la educación. Cuando eran adolescentes, les daban también para la salida con amigos, y la diversión infantil y adolescente en bailes, parques de diversión, cines o teatros. A pesar de ser familias cooperativas; el hecho de convivir con capitalistas, los inducía más aún a respetar esa tradición para que sus hijos no se vieran disminuidos. Por ello ya perfilaban con más poder y acceso a diversión y entretenimiento, los hijos de los hogares más pudientes. Los chicos así aprendían que había distintas posibilidades de acceso al dinero, y el trabajo era solamente una de ellas, la mayor de las veces la menos importante. También tenían la idea que el dinero brindaba poder y privilegios. Las zonas que se declararon partícipes del movimiento mundial de dinero nominal, prestaron la debida atención a estos fenómenos e inmediatamente a través de encuentros con los docentes, elaboraron un plan de contención ante el cambio. Ese plan se comenzaría a implementar el siguiente año lectivo, de modo que el cambio del dinero anónimo a nominal, comenzó a aplicarse en cada país simultáneamente con el comienzo de clases luego de las vacaciones que señalaban el término del año escolar.  En cada zona geográfica hubo unos meses de espera hasta el comienzo de la implementación, durante los cuales se ensayó el sistema.  También fue el período en que cada familia que enviaba a sus hijos a establecimientos tradicionales no cooperativos,  decidió lo que hacer, porque debían cambiar a su prole a un instituto cooperativo, o de lo contrario, renunciar al trabajo en su cooperativa y establecerse o conseguir empleo en la zona capitalista. Esta última alternativa fue muy escasamente seguida de manera que los casos puntuales siempre se pudieron resolver. El nuevo año lectivo, comenzaba junto al dinero anónimo, con las siguientes pautas educativas. Los alumnos carecían de dinero ya que no había más dinero anónimo de uso posible allí. Para poseer la tarjeta dinámica, había que tener la edad laboral, y revestir en una cooperativa de producción o de servicios. Para resolver ese problema que representaba para la gran mayoría de niños y jóvenes una especie de castigo o violencia, se creó un cuerpo docente de generadores de actividades rentadas.  Cada establecimiento tenía una tarjeta dinámica institucional a nombre de su director, para los movimientos de dinero interno del colegio. Esta nada tenía que ver con la personal del director que usaba como todos los demás habitantes, para su vida personal. Además se proveía de una tarjeta múltiple cada tres docentes generadores de actividades. Estos tenían incorporados en la misma su chip de ADN, de modo que cualquier informe o transacción, debía hacerse con los tres docentes presentes, ya que luego de iniciada la apertura de la tarjeta, el tiempo para una operación era de dos minutos, renovables, si hacía falta más tiempo. Cada tarjeta, contenía una suma de dinero inicial, y un tercio correspondía a cada uno de los docentes partícipes.  Ellos sugerían actividades que ya estaban probadas en la era anterior en el colegio, como por ejemplo crear una huerta en parte del terreno disponible, crianza de pequeñas mascotas para venta ulterior, o compra en grandes cantidades de material escolar para su venta posterior al menudeo. En cada caso, se giraba al gran  cerebro electrónico lo que se hacía y el mismo informaba los precios de costo de insumos y de venta de verduras y frutas obtenidas o de mascotas criadas y de compra al mayor y venta al menudeo en caso de útiles escolares.   La mayor parte de las ventas las realizaban a parientes o amigos, aunque podían hacerlo a otras personas que concurrían al establecimiento a comprar. Con la cantidad inicial del dinero el grupo de alumnos compraba lo necesario al precio fijado, y luego vendía lo obtenido a un precio mayor, también fijado. Devolvían el importe que les habían prestado para iniciar el circuito según iban vendiendo sus productos, una vez cubierto ese importe lo que iba ingresando quedaba en posesión del grupo, que decidía en que gastarlo. Si era por ejemplo para concurrir a un cine, quedaba registrado así, y debían emplearlo para tal fin, que era el que ellos habían elegido. Si era por ejemplo para un juguete costoso, de uso en juegos compartidos, se adquiría y jugaban en el colegio todos los partícipes.  Con el tiempo, muchas salas de música se poblaban de baterías que compraban grupos de cinco alumnos, y quedaban cuando ya no la usaban más, de propiedad del colegio. También lo podían emplear para comer golosinas y bebidas no alcohólicas, que también compartía el grupo en el colegio. Esta nueva modalidad, transformaba lo que antes era competencia individual de poder de compra según el dinero que cada uno conseguía, en una actividad solidaria y cooperativa compartida de común acuerdo e igualitariamente entre todos. Se comenzaron a generar por parte de algunos grupos ayudas solidarias en varias situaciones conocidas por ellos, todo quedaba registrado en la tarjeta y a disposición de la información a los padres. Estos aunque no quisieran, sabían y tenían control sobre los gastos de sus hijos ya que eran informados por el colegio, y los gastos personales fuera del colegio no había otra forma que hacerlos que a través de las tarjetas del padre o madre, personalmente por los mismos.  Los jóvenes se adaptaron fácilmente, y las generaciones que siguieron, no tuvieron problemas ya que se iniciaron con el nuevo modo de operar.  En lo que más hacían hincapié los generadores de actividades a sus alumnos, era el hecho que todo lo que lograban era imposible hacerlo uno solo, y tampoco podían comprar en forma individual juguetes costosos, que gozaban compartiendo en juegos comunitarios. Lo que se presentaba en los inicios como un problema agudo, fue gracias al entusiasmo juvenil uno de los hechos menos problemáticos del cambio social.

EL GRAN CEREBRO ELECTRÓNICO

Luego del atentado sufrido en Japón antes del método satelital, y la constante irritación del cada día más acotado sector capitalista, poseedor aún de una parte importante del planeta, mantenía sensible a la comunidad nominal, la cual a través de sus dirigentes pensaba permanentemente la forma de preservar a su cerebro con toda la inmensidad de su información. El espíritu y sentimiento cooperativo encontró el paliativo no tan solo ante atentados posibles, sino frente a cataclismos o desastres naturales. Varios dirigentes calcularon el tiempo que tardarían en una catástrofe, en el peor de los casos imaginable, en poner nuevamente a funcionar el sistema. En ese momento existían  dos satélites en funcionamiento, cada uno era una copia idéntica al otro, que simultáneamente ingresaban y procesaban  toda la información recibida. Las respuestas las brindaba uno de ellos, el que estaba más cercano al punto geográfico solicitante. En un caso de cataclismo, en uno o ambos cerebros, estos girarían automáticamente la información que contenían a un cerebro vacío situado en la tierra cuya ubicación  la conocían solamente tres personas del sistema cooperativo no identificadas públicamente.  El tiempo en que podría ponerse a funcionar todo transitoriamente, era como mínimo de una semana. Entre todas las ideas presentadas para resolver ese temor, se implementó una solución cooperativa. Se basaba en lo siguiente. Todo el contenido y accionar del cerebro electrónico, estaba también en la posibilidad del cerebro humano, ya que cerebros de esta especie lo habían concebido y logrado. El problema principal era la velocidad operatoria, vertiginosa en la máquina, mucho más lenta en el cerebro humano. Pero si se ponía a algunos cientos de personas, cada una de ellas encargada de una pequeña parte de lo que hacía en total el gran cerebro, y lo volcaban a un programa electrónico de computación que fuese integrador, tal vez en pocos minutos cada uno ayudado por una buena computadora, podía dar la respuesta correcta. En un gran salón de una de las más grandes corporaciones cooperativas, se hizo una prueba. Se juntaron trescientos especialistas económicos y en computación para formar un sistema en red para que la computadora de cada uno volcara su información  a una terminal receptora e integradora. En el programa de cada uno, se ingresó un área del gran cerebro al cual se le había solicitado que enviase toda la información que contenía fragmentada en trescientas partes para ingresarlas una en cada computadora a disposición del ensayo, y cuando todo estuvo coordinado,  se enviaron preguntas al gran cerebro, de varios temas, por ejemplo últimos movimientos de una tarjeta, saldos, ingresos, egresos, dinero disponible para alimentación, sugerencias, saldos a pagar. La respuesta del gran cerebro demoró los segundos que tardaba en llegar la onda del satélite, la proveniente del conjunto experimental, tres minutos. Los resultados salvo en el tema sugerencias, fueron idénticos. Hubo una gran celebración por haber encontrado un modo factible de solucionar una catástrofe en forma transitoria, hasta reparar los daños.  Se tomaron entonces dos determinaciones: una generar un curso de post grado en ingeniería de sistemas para manejar todo lo atinente al gran cerebro. La otra, asignar a  cada uno de trescientos expertos, una de las diferentes  fracciones utilizadas en el experimento, y la obligación por parte de los mismos, de mantener al día actualizada la totalidad de la información.  Bastaba comunicarlos entre sí, y se conseguía  manejar la información total. Mientras nada ocurriese, cada uno estaría en su hogar, de incógnito, dispersos en el área geográfica asignada. En una catástrofe, serían llamados a reunirse, como si fueran bomberos llamados al cuartel para apagar un incendio. Es nuestro ferviente deseo, que jamás sea necesario efectuar tal operativo.
ASPECTOS SOCIALES DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL
Es necesario mencionar la  manera práctica que los seres humanos utilizaron para  conseguir  el equilibrio y convivencia de la sociedad mundial,  más allá de los forzados acuerdos que surgieron para poder conseguir la integración humana entre dos conceptos contrapuestos de importancia primordial, como fueron en ese momento el dinero anónimo y el nominal. El mundo humano no se espantó, debido a que existía un antecedente en el planeta, aunque por causas diferentes, que había conseguido precariamente mantener un cierto equilibrio y comprensión. Era el caso de Israel y sus opositores  Palestinos, que ocupaban parte de su territorio, desde antes de que los modernos israelíes los reconquistaran mediante decisiones políticas mundiales. Esas islas terrestres que quedaron establecidas, fue un territorio de365 kilómetros cuadrados denominado franja de Gaza, y otro de 5655 kilómetros cuadrados, conocido como la Cisjordania.  En el caso del dinero, se establecieron islas de dinero nominal sustentadas por el cooperativismo, en territorio de dinero anónimo regido por el capitalismo. Los primeros problemas se presentaron en la ocupación de espacios, en relación con el desarraigo. Si bien en todos los casos se producían los cambios en el interior de una misma nación, para muchos, cambiar de zona geográfica o aún de barrio, significaba una cuestión espinosa. Esto trajo aparejado, que unas cuantas cooperativas no se movieran del lugar en donde se encontraban, ya que era necesario formar poblaciones enteras que tuviesen al menos un conjunto de instituciones hermanas para lo esencial de la producción, abastecimiento y servicios. No pudo entonces lograrse un cambio repentino total en el movimiento, el cual quedó fundamentalmente a cargo de las corporaciones cooperativas y a pueblos o ciudades cooperativas. En el resto, se dieron circunstancias variadas, desde instituciones que no adhirieron al dinero nominal, hasta una participación parcial a mayoritaria en el mismo, colaborando cada una en la proporción que consideraba que podía hacerlo para no poner en riesgo a su conjunto asociado. En este sentido se trató que el cerebro electrónico aportase de acuerdo a los datos girados al mismo, la opinión en cuanto a las posibilidades en cada caso.  Los que quedaron en situación más incómoda eran conjuntos de cooperativas que solamente cubrían algunos de los aspectos de las necesidades humanas, y que decidieron a pesar de estar geográficamente lejos, intercambiar su producción con el núcleo menos lejano que tuviese, para atender a todos los requerimientos de producción faltante.  Esto ocurrió con mucha frecuencia en grandes ciudades, en las cuales el capitalismo era fuerte, y fue en los únicos casos en que se recomendó prohibir a los asociados el dinero anónimo, para que el capitalismo no pudiese doblegarlas o absorberlas.  Hubo entonces un período en el cual coexistieron instituciones con variada forma de accionar, por lo cual las corporaciones cooperativas hicieron un esfuerzo supremo para ayudar a las entidades hermanas que quedaban en territorios muy adversos. Se entendió y fue también la opinión del cerebro electrónico, que había que poner urgentemente como meta futura, la formación de nuevas ciudades cooperativas, donde poder trasladar lejos de las grandes urbes a la mayor cantidad posible de cooperativas comprometidas o que no podían lograr el pase al sistema nominal. Hubo un cierto hecho que favoreció la posibilidad de poseer dinero anónimo en buena cantidad en los Consejos de corporaciones cooperativas o grupos que ya solamente  manejaban el dinero anónimo.  Ocurría que una cantidad importante de asociados, tenía parientes en la zona capitalista que no adherían al sistema cooperativo, principalmente de clase media alta y clase alta. Se determinó que en los casos que asociados heredaran dinero anónimo  de esos parientes, lo dejasen en cuentas a nombre del heredero, en los bancos estatales o centrales de la zona capitalista, ya que no les era permitido llevarlo como tal a la cooperativa o la ciudad o pueblo de tales características. En la época de vacaciones, podían pasarlas en la zona donde tenían el dinero y gastar parte de su cuenta allí, o comprar bienes que debían guardar también allí ya que no se habían adquirido con dinero nominal. Esas personas trataban en un principio de gastar de ese modo el dinero, pero bien sabían que al no haber derecho de herencia en su zona, sus hijos podían heredar el resto que quedase, pero para usarlo en la misma manera que ellos la habían usado. Además la zona capitalista no era segura, en muchos países había inflación y esa era una forma de ir perdiendo dinero, y como el paso del tiempo mostraba que cada vez la corrupción allí era mayor, la voracidad de los más ricos creciente, y el futuro más incierto, muchos de los asociados en esa situación, comenzaron a dejar en sus instituciones el dinero anónimo, para impuestos estatales y otras imposiciones.  Sus cooperativas aceptaban, pero en las corporaciones, sus adherentes pensaron en una buena forma de acrecentar con cierta rapidez el dinero nominal. El cerebro electrónico calculó que la proyección estadística del dinero anónimo de la cantidad de  asociados que recibían  por distintos hechos familiares, dinero capitalista, permitiría adquirir grande predios alejados de las grandes urbes a dueños capitalistas en zonas rurales, y construir viviendas e infraestructura para poner en marcha cooperativas de producción.  Ello permitiría el alquiler o compra de las viviendas construidas por la corporación cooperativa, por parte de nuevos asociados, utilizando el dinero nominal que recibirían en su producción, lo cual sería un gran atractivo para las clases bajas que quedaban en zona capitalista, que podían ser transformados en nuevos adherentes al movimiento y al sistema. Se hizo un relevamiento mundial de la cantidad de asociados que estaban dispuestos a poner su dinero anónimo trasladándolo desde los bancos donde lo tenían hacia los Consejos de las corporaciones cooperativas. Se logró una gran disposición, de modo que se encaró una primera experiencia en cada país en donde el sistema estaba bien desarrollado.  Fue el principio de un gran impulso. Hubo por supuesto que resolver muchas cuestiones y temas, pero con buena voluntad e ideal de progreso en lo emprendido, comenzó a crecer la modalidad del dinero nominal. Ayudó que poco a poco fueran disminuyendo las cooperativas dispersas  en zona capitalista e incrementando las  nuevas ciudades cooperativas. Un tema que produjo cierto enlentecimiento fue la tardía resistencia capitalista, debido a la cual hubo que manejar situaciones problemáticas y a veces graves, pero que fueron resueltas a pesar de tener que elevar los presupuestos y la cantidad de cooperativas de seguridad a cargo de la defensa y control del accionar casi siempre mafioso de algunos magnates. Con el paso del tiempo se consiguió una mayor libertad y seguridad, cada vez las nuevas ciudades o pueblos cooperativos necesitaban menor blindaje y defensa persuasiva. En los comienzos del presente siglo, comenzó a vislumbrarse que el dinero nominal y su sistema de permanencia, había logrado hacer pie firme en la sociedad humana.
No hay que olvidar cuáles fueron los dos primeros objetivos económicos  que el gran cerebro recomendó tomar en cuenta prioritaria y fundamental. El primero fue resolver si era posible por acción propia, y de no serlo, alcanzarlo por el logro de acuerdos,  el abastecimiento de los productos monopolizados a través de acuerdos entre grandes grupos capitalistas, que eran esenciales para la vida. Los principales eran las grandes materias primas provenientes de la minería y los materiales energéticos, a saber el petróleo, la energía atómica y algunas nuevas tecnologías, sobre todo en el área de la salud. El segundo era lograr la aceptación  de los nuevos conceptos y las posibles consecuencias en el vivir,  por la población adulta activa y pasiva, y la planificación educativa para las nuevas generaciones que estaban por pasar a la etapa adulta.  En cuanto al primer objetivo, que retardó algunos meses el despegue del cambio, tuvo el principal escollo en el problema de la minería y algunas nuevas tecnologías monopolizadas a través de grandes laboratorios del área de medicamentos y de biotecnología. Las minas de material férreo para elaboración de distintos tipos de hierro y aceros, las de minerales conteniendo aluminio, y otros muchos materiales provenientes de minerales, los semiconductores, el carbón, fueron en su extracción  y elaboración, productos que había que pagar en dinero anónimo, y en lo que se prestó especial atención para tratar de poder realizar en la mayor  proporción posible, canjes o trueques. El petróleo y la energía atómica resultaron secundarios, ya que algunas de las ciudades cooperativas, habían ya logrado reemplazarlos por formas de energía limpia y ecológica, como la energía solar, la eólica, la hidráulica y química, y eran cabeza mundial en productos elaborados en base a esas energías. El armamento lícito o ilícito no era por el momento de interés, de modo que una vez que se logró cubrir el dinero anónimo en  los gastos que esos rubros demandaban, se lanzó el proyecto a la arena de la acción. El segundo aspecto, había que resolverlo sobre la marcha, con el apoyo de todo el plan educativo, que no se hizo solamente para las nuevas generaciones. Lo que se comenzó a implementar enseguida fue el establecimiento entre la clase pasiva de escuelas de política cooperativa, ya que para la clase activa no se permitía ya ancestralmente por ley en todo el mundo. El interés era lograr con el paso del tiempo colocar en las distintas naciones, dirigentes políticos que actuasen en los Congresos y si era posible, intervenir en las políticas de los poderes ejecutivos. Era la única manera de poder terminar con los monopolios de los subsuelos de muchas naciones, cuya minería estaba en estado de concesión a empresas capitalistas, lo cual habían conseguido en virtud de préstamos a muchas gestiones gubernamentales deficitarias. La extracción y explotación de todas las principales áreas mineras del mundo, estaban por convenios establecidos, en manos de empresas representadas por los países más poderosos del mundo. Una vez que se lograra la abolición de semejantes tratados, se encararía la adquisición de territorios con materia prima extraíble. Mientras tanto, una gran cantidad del esfuerzo se dirigía al reciclado de materiales en desuso, conteniendo los preciosos y necesarios metales, empresas a las cuales ya se había dado ecológicamente gran impulso a través del cooperativismo.
Hubo muchos casos especiales, en los cuales distintos factores se entremezclaron, y se puede mencionar alguno que haya contemplado más de un aspecto principal, que se haya resuelto a través del tiempo y que  haya generado en el transcurso de la resolución de problemas el afianzado de la moral cooperativa sustentada por el dinero nominal. Es el caso de los deportes, especialmente los seguidos por multitudes, que el capitalismo de antaño disfrazó a manera de eufemismo, con la categoría de “profesionales”. Fue el modo de establecer grandes negocios y negociados, en los cuales los protagonistas principales considerados profesionales cobraban grandes cifras, pero era una nimiedad frente al dinero que involucraba el negocio. Ocurrió en poco menos de un siglo que las cooperativas o las corporaciones cooperativas tenían actuando en su seno, su cuadro favorito de futbol amateur que participaba en campeonatos de ligas cooperativas. Los jugadores eran asociados jóvenes imbuidos en el cooperativismo, y aparecieron en los equipos figuras notables. Comenzó a darse la paradoja de que eran mejores que los profesionales, sin cobrar nada, solamente jugaban de alma, por su equipo y cooperativa. Solían ganar los partidos amistosos contra equipos favoritos del mundo capitalista. Finalmente con sus pautas lograron competir en campeonatos mundiales y durante tres torneos consecutivos un equipo del sector nominal fue campeón del mundo. Se practicaba el verdadero deporte, así como también el verdadero arte, literatura, y otras actividades similares.
Como ilustración de otras áreas, daremos un ejemplo que ocurrió en Argentina, con dos farmacias vecinas, situadas en territorio capitalista, una de las cuales revistaba en una cooperativa y la otra no. La cooperativa también estaba situada en el mismo territorio, de modo que en el momento de iniciarse el cambio, los asociados decidieron operar según las dos posibilidades de dinero, con vistas en el futuro a incorporarse al dinero nominal en forma definitiva. Había en ese momento dos laboratorios productores cooperativos, situados en la zona nominal, y también allí existían dos instituciones sanitarias del tipo de los clásicos hospitales. Los asociados que vivían en la zona cooperativa, concurrían en cierto número a adquirir los productos en la zona capitalista, pero lo hacían solamente con la tarjeta dinámica, en farmacias de asociados, ya que no manejaban dinero anónimo. Los medicamentos eran de los dos laboratorios cooperativos,  que cubrían todos los principios activos existentes, y los médicos cooperativos solamente recetaban productos de origen cooperativo,  entonces el acto profesional se acreditaba en la tarjeta del farmacéutico, y este importe iba en primer término al sector de alimentos. En ese ítem, al menos debía obtener en su saldo mensual, la mitad de la suma  considerada por el gran cerebro. El farmacéutico debía entonces gastar lo obtenido por esa vía, en las cooperativas de provisión, que en su mayoría estaban en el sector cooperativo, pero algunas estaban también en el sector capitalista. Por el solo hecho de estar asociado a una cooperativa era posible adquirir con la tarjeta nominal, alimentos,  en cualquier cooperativa de provisión. El resto de medicamentos vendidos al público capitalista, debía adquirirlos en una droguería capitalista privada, respetando las normas de ese sector. Su colega vecino, capitalista solamente podía atender al público de dinero anónimo, por lo cual debía asociarse a todo tipo de obras sociales, lo cual cada día le resultaba más complicado, principalmente por el pago retaceado en muchas ocasiones. Con el tiempo,  en el ámbito cooperador comenzó a hacerse más firme la idea que en breve toda la operatividad sería en la zona cooperativa y únicamente en dinero nominal. Había que decidirse, o quedarse en la zona capitalista y renunciar a la cooperativa, que a esa altura ya se había mudado a la zona cooperativa, o mudarse y emigrar de su actual lugar al mundo nominal. En el mundo capitalista, el farmacéutico era dueño de su local, porque lo había adquirido, pero como farmacia le era imposible venderla; era muy pequeña para interesar a las grandes cadenas de farmacias, los pocos farmacéuticos que en esa zona se recibían no se aventuraban a competir con las cadenas, se empleaban en las mismas directamente,  en cambio los colegas jóvenes nominales, se establecían en los locales que estaban disponibles ya que habían pasado la titularidad a la cooperativa donde revistaban, por fallecimiento de sus antiguos dueños, de acuerdo a las nuevas disposiciones establecidas. No debían pagar alquiler ya que era el lugar de desarrollo profesional. Su propio hijo, había estudiado farmacia en la universidad cooperativa, y estaba desarrollando su profesión en esa forma, totalmente integrado al sistema nominal. Manejaba menos de doscientos medicamentos que cubrían la totalidad de patologías y provenían en su mayoría de los dos laboratorios cooperativos y algunos aportes de nuevos laboratorios cooperativos instalados en otras zonas nominales próximas. El profesional al cual nos estamos refiriendo, tuvo la oportunidad clara de cotejar la vida que llevaba su vecino capitalista con la de su hijo, y como se perfilaba el futuro de cada uno.  Se daba la prueba palpable de que una seguridad bastante buena de su sistema, se contrastaba con un horizonte cada vez con menos salida del opuesto. Dentro del tema de seguridad, estaba la propia, cada vez más amenazada por bandas de adictos a las drogas, asaltos con crecimiento de la impunidad, impuestos que hacían temblar y arrasaban con toda la ganancia,  mantener un stock de varios miles de medicamentos, y obras sociales que cada vez se volvían más abusivas, pagos que terminaban no realizándose, y muchas situaciones adversas más. Había también una cierta tranquilidad en el sector nominal,  ya que los sistemas de seguridad y la policía cooperativa junto a la respuesta inmediata ante cualquier peligro por parte de los asociados, evitaban toda invasión indeseable y extraña, y el cooperativismo, había ocupado las zonas geográficas consideradas de menor lujo, se desarrollaba de preferencia en zonas rurales y formando nuevas ciudades  con cariz fundamentalmente ecológico. Se había intentado sin éxito un par de invasiones de origen capitalista,  lo cual les dio aún más fortaleza y prestigio en su defensa. Resolvió cerrar la farmacia en la zona capitalista y alquilar el local para un maxi quiosco. Dejó el importe mensual percibido en una cuenta del Banco Nación, y cada tanto, pasaba unos días de vacaciones allí, gastando parte de lo recaudado. Además, ante cualquier falta transitoria de dinero anónimo, para pagar impuestos nacionales, por parte de su cooperativa, tenía la satisfacción de proveerlo, para que se lo devolviesen más adelante. Jamás se arrepintió, y pasó una vida mucho más tranquila, que luego fue aún mejor para su profesión, al consolidarse todo el sistema sanitario.

CLASIFICACIÓN HUMANA DEL NUEVO ORDEN
SINCEROS, DUALISTAS Y  ESTAFADORES CON SEDUCCIÓN.

Todo cambia en este mundo. Muchos de los cambios se consolidan en la sociedad humana, a través de aspectos de la conducta que en una época resultan destacables. En este siglo, lo fundamental ha sido la  resultante de la revolución que ha constituido la aparición y afirmación del dinero nominal, y para el manejo social e incluso la legislación vigente, se han tenido en cuenta las conductas humanas principales, que no son nuevas en la historia del ser humano, pero que ahora se han establecido de tal modo, que todo habitante del globo pertenece en su mayor proporción, en los actos de su vida, a alguna de estas tres maneras, y la aspiración nominal para consolidar lo logrado con tanto esfuerzo, es que la mayoría humana sea permanente y definitivamente  sincera. Los dualistas deben tender a sincerarse, y los estafadores especialmente los seductores, a desaparecer. El sincero en todo sentido, es incapaz de engañar, o de aceptar conductas o maneras que puedan hacerlo. Por ello rechaza de plano la existencia del dinero anónimo, que ha demostrado con creces ser el mayor de los engaños del devenir humano. El comportamiento dualista, está impregnado de conducta hipócrita. El ejemplo clásico es el dualista que asiste a una discusión de dos posturas antagónicas. Frente a tal circunstancia, en una discusión antagónica, buscará la manera de que los ponentes se separen y luego irá primero con uno y luego con el otro en lugares diferentes, de forma tal que no se enteren de su proceder y le dirá a cada uno que tiene la razón total sobre lo discutido.  Esto no será meramente para congratularse, sino para sacar provecho de ambos, sin interesarle el aspecto moral en lo más mínimo. Como es el comportamiento más peligroso, la libertad de acción de estos individuos ha sido al menos controlada y en cada etapa, lugar o accionar, se han establecido normas que eviten el daño que puede producir esa actitud. Muchos países han penado severamente el pertenecer a escondidas al sistema nominal y al capitalista en forma simultánea, en otros ante la comprobación de esa actitud se les prohíbe ocupar cualquier cargo, ni cuando dejan de ser activos ejercer cargos políticos y en las asambleas que les corresponden en su actuación cooperativa, les quitan el sagrado derecho a voto.  Conforme va progresando el avance cooperativo y disminuyendo el capitalista, ese sector va disminuyendo notablemente, pero también los que quedan activos son los más falsos y peligrosos.  La categoría de estafadores seductores, son los que aún suelen engañar en forma incomprensible a grupos humanos a los cuales terminan sojuzgando y esclavizando, pero esos grupos económicamente esclavizados, al enterarse de cómo pueden vivir en el cooperativismo, tienden a disminuir al migrar hacia las zonas cooperativas.  El ideal de la sociedad cooperativa actual es llegar al punto que toda persona que sea incapaz de liberarse de ese oprobio, se lo considere enfermo y tratarlo de modo que pueda, libremente optar por el método que no dañe su integridad y vivir dignamente. Por otra parte, es tal el relajo entre los competidores capitalistas, que subsistir en su sector, salvo en el caso de ser multimillonarios, es de una audacia y desprecio total del individuo hacia sí mismo.  Por el momento debido a  la naturaleza humana, es imposible lograr una sociedad totalmente sincera, se asegura que cuando se logre, se habrá producido una mutación del homo sapiens, y estaremos en presencia de una nueva especie, lo cual redundará en  el beneficio de la humanidad.


CRÓNICA DE UN DÍA DE VIDA DE UNA FAMILIA COMÚN.


Este pequeño libro de texto, terminará con una crónica de la vida moderna de un matrimonio con un hijo menor, de ocho años, que asiste a un colegio cooperativo. Tienen además a su cargo la tenencia asignada  de una niña de ocho años, cuyo padre viudo, cumple en el presidio del estado, una condena perpetua por asesinato. La finalidad es por una parte dejar establecida para generaciones futuras que usen esta obra, la vida básica en la economía de este momento y por otra parte mostrar que si bien la sociedad moderna es mucho mejor que la del anterior sistema, no deja de padecer el resultado de pasiones humanas y defectos sociales que no pueden escapar a la naturaleza de los hombres y mujeres, que son simplemente eso, y no serán jamás dioses, debiendo por lo tanto en forma dinámica, corregir en la mejor forma  posible los errores, vicios y desviaciones de los mortales.

Augusto, despierta espontáneamente de un sueño reparador, a las seis menos cinco minutos de la mañana. Lo primero que hará será despertar a su mujer, Livia, que aún duerme plácidamente a su lado. Luego seguirá el desperezar de Ernesto y Roberta que está uno en la habitación lindante y la otra en la situada enfrente a la que ocupan ellos. Ernesto, como de costumbre, abre un solo ojo y con la mano hace señas de su próxima incorporación.  La niña parece enojada, pero el tutor bien sabe que es su acostumbrada actitud. Se siente como si fuese el padre biológico, cada vez más contento de haber solicitado en la hoja social, una criatura que estuviese sola y desamparada. Podría haber optado por víctimas de maltrato o disminuidos mentales sin necesidad de cuidados especiales o internación, o tres mascotas pendientes de adopción.  Abandona a los niños y se dirige a la cocina para preparar el desayuno. El día anterior adquirió con su tarjeta, una mermelada, manteca, tostadas  y galletas. Se dirige al cajón donde está su tarjeta dinámica y corrobora el ingreso de lo llevado de la proveeduría, para lo cual la  introduce en la ranura de la  terminal domiciliaria. Su saldo está holgado, de modo que en cualquier momento pedirá una buena torta. Su esposa, como de costumbre se hizo cargo de la leche, chocolate y naranjas para jugo.  En breve, aparecen los chicos y Livia, y se sientan a devorar el desayuno, mientras comentan las inquietudes de cada uno. No tienen ansiedades especiales, la principal es el funcionamiento de la cooperativa, según informa el cerebro electrónico satelital, el accionar es correcto y hay proyección de que habrá excedente en el balance, de modo que tal vez emprendan un viaje de vacaciones en el verano próximo. Ernesto está preocupado por ver el interior de una caja situada en el extremo de la mesa, sabe por su madre que la dejó el día anterior Lino, el Asistente Doméstico.  El contenido sin duda será algo interesante, y mientras piensa en ello, ve ingresar luego de pulsar su aviso, al esperado colaborador hogareño. Los saluda y como falta media hora para que la familia se retire, procede a abrir la caja y extraer de su interior una especie de muñeco, que conecta en forma inalámbrica al sistema de provisión domiciliaria.  Les hará una demostración de su actividad, para reemplazarlo si están conformes, por el antiguo servidor, que no tenía aspecto androide. Pueden comprarlo, de lo contrario, estará incluido el servicio por el costo habitual, y lo llevará y traerá a diario, Lino. En breves instantes lo pone en marcha, ante la atención familiar expectante. El asistente les enseña a manejar los comandos, y regular la velocidad y detenimiento al realizar cada tarea. En ese primer día solamente pueden constatar la forma de retirar la vajilla, ponerla a lavar y luego secar, y realizar la limpieza del área y enseres ocupados en el desayuno. La más satisfecha es Livia, que constata una mayor efectividad y prolijidad que el modelo anterior, acompañada por una sonrisa permanente que humaniza la acción, anteriormente fría y mecánica. Llega la hora de la salida, y ese día como no hay mantenimiento especial para ordenar o efectuar en el aparataje, Lino se ofrece para llevar los niños al colegio. Ordena a su flamante androide juntar las golosinas que los niños le solicitan, de acuerdo a lo que los padres han adquirido.  Durante el viaje a la escuela, conversan animadamente mientras terminan de acomodar los útiles a utilizar ese día, y dulces que repartirán entre sus compañeros. El asistente aprovecha para marcarles las diferencias que existen con la infancia del anterior sistema. Les comenta:
-Lo que van a repartir entre los amiguitos, se ha adquirido con la tarjeta dinámica de vuestros padres. Ellos pueden hacerlo, porque mensualmente les sobra algo de la asignación de alimentación, como también ocurre con muchos otros niños. Antiguamente, los niños aprendían pronto el valor del dinero anónimo que manejaban los padres, y les pedían a ellos que les dieran una pequeña cuota para sus gastos infantiles, lo cual sucedía en casi todos los casos, y en los albores del nuevo sistema, se había universalizado. Aprendían así los niños en su tierna infancia  que eran poderosos si tenían una buena suma, y carentes si no la tenían. Estos hechos constituían  la primera escuela de dominio de la vida, que se podía resumir como: “tanto tienes, tanto vales”. El hecho que les dieran el dinero, llevaba al concepto que no era necesario producir o trabajar para obtenerlo, estaba en relación del arte de obtenerlo. En esta formación perversa, ya se inculcaba en la mente infantil el conseguir dinero con poco esfuerzo, para conseguir juguetes y diversiones, además de comidas llamadas chatarra, de escaso o indeseable valor alimenticio pero sabores atrayentes. Ya se establecía desde el centro educativo la diferencia entre los afortunados que lograban mucho, sin esfuerzo y carentes cuyos padres podían darle muy poco. Además poder conseguir bienes sin el control parental, y a exigir recompensas para por ejemplo ser buenos estudiantes. En nuestro sistema actual, las situaciones de los distintos grupos familiares en las cooperativas que comparten un colegio, es de economía parecida, no hay grandes diferencias, los niños no pueden ocuparse en conseguir dinero, sino objetos o alimentos que se adquieren en el hogar y eligen junto a sus progenitores,  con fines de esparcimiento. Todos los niños saben bien que eso sale de las tarjetas de sus padres, que son los únicos que pueden manejarlas, y que cada uno tiene la suya, no pudiendo utilizar la de otra persona. Deben esperar hasta ser adultos, en edad de poder trabajar para administrar bienes, mientras tanto deben vivir infancia  y al menos parte de la adolescencia como una preparación para  la vida, para decidir entonces en la adquisición de enseres y servicios. Aprenden también que todos son responsables y parte de la cooperativa de sus padres, y tendrán buen pasar si la institución  funciona y rinde bien, por acción mancomunada de todos. Anteriormente los que poseían más dinero, generalmente lo utilizaban o directamente o a través de lo que adquirían, como poder para comprar voluntades de los compañeritos, y solían ser avaros y no compartir con los menos afortunados. En la actualidad, no es así, se comparte lo que traen de los hogares, se organizan reuniones en las que aportan los excedentes los que los tienen, debido a que por naturaleza son de poco consumir.  Algunos que les gusta ser protagonistas, tratan de hacerse famosos entre los asociados, compitiendo en organizar fiestas que den que hablar con los manjares que aportan. Con este sistema, se ha erradicado el hambre, es desconocida para las nuevas generaciones, los planes sanitarios y su educación consigue dietas equilibradas para lograr la sociedad sin obesidad ni anorexia.
Muchos aspectos han cambiado, uno de fundamental importancia ha sido la recuperación de la conducta animal, mantenida por millones de años principalmente por  los mamíferos y aves por instinto y observación, y defenestrada por el humano, por miopía vital, soberbia, y uso indebido del poder, generado como invento irracional. El principal problema es que se ha ido en contra de las leyes de la naturaleza, parte integrante fundamental del equilibrio de los seres vivos en general. Existen hechos que están más allá de distintas creencias, que son irrefutables. Al no tener comprobación fehaciente del motivo del ser y existir, en el cual estamos inmersos  y comprometidos toda la existencia viva, tenemos una única referencia, que es que toda especie viviente perdura por una ley fundamental  para que los individuos sobrevivan :  es necesario la permanencia como especie fuerte y que se consiga eludir o defenderse de enemigos vivos o catástrofes naturales. Cuando esto no ocurre, la población de la especie va disminuyendo en número, hasta extinguirse. Ese es el motivo principal por el cual los animales no son depredadores en general de su especie, salvo en ocasiones puntuales, y que se produzca asociación en especies débiles, como es el caso de hormigas o abejas. La regla es entonces que lo que interesa en forma suprema es la especie, y todos los individuos que la componen están a su servicio, aun que individualmente  el aporte pueda ser realizado de diferentes  maneras, en pos de su manutención y fortaleza.  En la historia humana, se han invertido los tantos, unos pocos individuos, con la ayuda del acopio y el dinero, están servidos por todo el resto de la especie, en una dimensión tal, que esos pocos son dueños de casi todo lo que hace falta para que viva la totalidad de los miembros existentes, incluyendo lo esencial para poder subsistir. Prácticamente casi toda la especie,  está al servicio y suerte de una ínfima cantidad de individuos. El nacimiento del dinero nominal, de la mano con la ecología y defensa del ambiente y leyes naturales, fueron la clave del retorno humano al redil del gran plan del existir, en momentos en que el humano había comprometido seriamente con su desvío, el futuro como especie.  El cambio operado en la sociedad, genera automáticamente una modificación hasta en pequeños detalles.  Roberta, tu madre Livia, me ha comentado que jugando con compañeritas descuidadas, han roto tu muñeca predilecta, la que costó bastante. No le será posible por ahora reponerla, porque siendo un juguete de lujo, se permite como máximo uno cada seis meses por niña, y si se quiere adquirir antes, se puede hacer, pero con la triplicación del precio. Esto te sirve como enseñanza para que cuides tus objetos preciados, todo lo que se produce tiene un costo y el maltrato o desaparición es una pérdida para el conjunto cooperativo y debes hacerte cargo al menos con la carencia transitoria de su posesión.
Ingresan al establecimiento, y el maestro se dedica a sus alumnos, enseñando lo previsto en las materias generales. Llega el momento que le corresponde hablar sobre la historia del dinero nominal, tema que va desarrollando a través del año. Explica en esta ocasión  a sus alumnos la manera cómo pudieron afrontar la defensa del cerebro electrónico, los archivos datos, y del lugar donde funcionaba, a raíz del atentado sufrido en forma de incendio intencional.  Desde ese momento hasta ahora, ha corrido mucha agua bajo el puente, pero todo ha sido posible debido a que había nacido en el sistema lo imprescindible de los acuerdos con la idea de aprobar lo mejor y más factible que se sugiriese. En esa tónica continuamos, con la alegría que en el aspecto de la seguridad y eficiencia de los cerebros, actualmente con los cinco satélites en operación y los dos de vigilancia, podemos hasta localizar e interferir toda acción que pueda emprender el malevaje enquistado en el sector capitalista. Esto nos enseña que nuestra unión ha servido para defendernos material e intelectualmente. Vivimos en un mundo de interferencias en las comunicaciones que impone  un control y revisión diarios. No es tan sólo por la cascada de propagandas, sino por el pirateado de información y la introducción de datos falsos con mala intención. Los magnates capitalistas obtienen todos nuestros datos, pero no logran individualizarlos, pero sí tener una idea de nuestro potencial productivo y de distribución. Debimos crear puntos diversos y móviles de retransmisión, para ocultar o disimular el lugar verdadero de donde provienen. No nos preocupa que tengan nuestros números, es más, los ofrecemos libremente, lo que queremos es demostrar que nuestra idea es redentora y para el bien de la humanidad, no para el bien de unos pocos y miseria de los restantes.
Entrada la tarde, luego del almuerzo, Lino va a retirar a los chicos al colegio, los lleva a casa y allí los entretiene unos minutos hasta que lleguen los padres, para luego retirarse.
Augusto ha tenido como siempre una jornada de trabajo intenso. Su cooperativa es de producción de piezas para transportes y tiene trescientos veinte asociados. Se recomienda por la ley de cooperativas, que para que todos se conozcan entre sí, no excedan de ese número y en ningún caso se admite que tengan más de quinientos, en tal caso hay que  establecer una nueva cooperativa. Están actualmente preocupados en lograr una mayor y mejor producción porque hay mercado para colocar las piezas que se fabrican, las cuales se elaboran en el número en que se solicitan por parte de distintos clientes.  Cuando lo pedido es una gran cantidad, se fabrican sobre el pedido, en cambio, cuando son escasas unidades, se despachan del stock de reserva.  El precio fijado a cada pieza, es determinado como se hace con cualquier bien producido, por el cerebro electrónico satelital, en base a los datos de producción que el mismo solicita. La determinación la hace según cuadrículas geográficas, generadas para que en toda esa zona no se puedan producir diferencias manifiestas en el traslado de la mercadería, por distintas cooperativas que se dediquen al mismo rubro o propósito. El cerebro determina un máximo y un mínimo para considerar que el precio es justo. Esto está en concordancia con el tiempo de elaboración que tiene también un máximo y un mínimo, si una cooperativa quiere elaborar el producto y por algún motivo no puede operar en esos límites, hasta que lo logre no puede elaborar el producto. El rendimiento personal de cada asociado, debe respetar el mínimo fijado, si no lo logra  estando debidamente instruido, adiestrado y motivado, y se comprueba que no tiene ninguna limitación física o mental, se lo coloca a elaborar otro producto o en otra actividad para la cual esté capacitado o se lo capacite.
Cuando un cliente necesita adquirir un producto, si es compra individual o para la cooperativa, primero introduce la tarjeta dinámica de operaciones ya sea  personal o de la cooperativa, según corresponda, en la ranura de una terminal de solicitud, para preguntar por precios y lugares de expendio. En breves instantes, aparece en pantalla el listado, especificando si hay alguna diferencia en las piezas fabricadas. Así se decide la compra, según la voluntad del comprador. El cerebro establece en todos los rubros y casos, si con las bocas de producción existentes es suficiente, o hay que alentar la formación de nuevas, o si es excesiva la presencia, el traslado hacia otras cuadrículas geográficas carentes. Augusto sueña con una mejor producción que determine un precio de venta que permita mayores ventas y que le permita cambiar la casa elegida donde actualmente viven y que pagan para que sea propia, por una más al gusto de sus inquietudes  y aspiraciones de espacio.
Livia, mientras tanto, en un mercado de múltiples  posibilidades, realiza sus compras, como lo hace habitualmente dos veces a la semana. Ese  es el número de oportunidades semanales   que se autoriza  a retirar dinero nominal del saldo producido en ese lapso, o desde la última extracción. En días diferentes, efectúa el retiro su esposo, de modo que así tienen la disponibilidad de lo ganado casi a diario. El retiro y actualización, se puede efectuar desde cualquier terminal, puede ser en la de su hogar o cualquier cooperativa de provisión. Estas proveen todo tipo de artículos, y las compras de objetos grandes o múltiples, las envían a domicilio del afiliado. Cada institución, tiene a su gusto y convenio, un mismo tipo de artículo  de diversas cooperativas, y estas tratan que su elaboración sea vehiculizada por las bocas de provisión más afamadas, que son las que tienen mayor variedad y el número máximo de asociados, que está fijado en quinientos. Cuando una persona nueva en el cooperativismo y en el sector del dinero nominal, ingresa a una cooperativa, se asocia a alguna de provisión con cupo disponible, por ley siempre tiene que existir alguna en tal condición, de modo que si todas llenan su cupo, se organiza de inmediato una nueva a la cual auxilian en los primeros dos meses todas las demás, y luego tienen la autonomía total. Livia está en la suya, y procede a extraer su dinero del saldo de su trabajo, y luego verifica lo que tiene destinado para uso alimenticio. Como de costumbre es más de lo que necesita comprar, además en dos días comprará su esposo del saldo de él. En el borrador de su tarjeta dinámica, había anotado, para no olvidarse, las vituallas que había detectado que faltaban en el hogar. Oprimiendo uno de los botones, pasa el borrador a solicitud, e introduce la tarjeta en una ranura terminal. En breves instantes, aparece un listado de todo lo disponible que hay de los distintos artículos solicitados,  procedente de distintas cooperativas, con las presentaciones y precios, todos ellos dentro del margen máximo y mínimo estipulado por el cerebro electrónico. Tocando con la punta de un lápiz, hisopo o similar, el que le llama la atención, aparece en pantalla escrito o con imagen, el o los motivos atribuidos al valor, si es superior al mínimo. Si no lo es, no aparece motivo alguno, se sobreentiende que cumple con las normas mínimas establecidas para el producto. Cuando ella marca fideos y luego ravioles, se acuerda enseguida de su amiga Juana, que trabaja en uno de los establecimientos cooperativos que provee de pastas al lugar. Los precios son superiores al de otras cooperativas, pero menores que las más caras, de modo que como ayuda al esfuerzo que sabe están haciendo en la cooperativa de su amiga, decide comprarles a ellos las pastas. En cuanto al resto, ya sabe el gusto de su casa en los distintos alimentos, de modo que marca lo que corresponde. Antes de cerrar la compra, la tarjeta corrobora la existencia de lo pedido, y el importe total. Satisfecha, pulsa el botón de realizar operación, y automáticamente queda en su tarjeta la opción de esperar para retirarlo o el envío a domicilio, que es lo que marcó. Además aparece su saldo nuevo asignado para alimentos  en la asignación de retiros. En el balance de la tarjeta del establecimiento, que no está a disposición de cualquiera, sino del departamento contable de la cooperativa de provisión, figura en el acto, lo correspondiente a la comisión por la venta realizada. 
Se reúnen finalmente en el hogar, cuando la eterna puesta del día da paso a las tinieblas vencidas por las luces de la ciudad. Lino ya se ha retirado, dejando programado todo el trabajo robótico. Livia, entrega sus compras a uno de los dos androides, que es el encargado de ocuparse de la preparación   de la comida, mientras el otro hace el repaso de las habitaciones para pasar la noche y dormir. Mientras la familia espera, hablan de temas diversos, programan la visita de fin de semana de Roberta a su padre. Luego Ernesto cuenta lo explicado por el maestro al respecto del cambio que va sufriendo el ser humano para situarse en su verdadera realidad. Les ha contado a los niños, de qué manera la vuelta a la ecología y la preservación de la naturaleza, lo ha reinsertado en lo que jamás debió abandonar, que es reintegrarse al plan que corresponde a la vida en este planeta. Se había creado un mito, una falsa realidad en base a un paso ficticio por la vida, que llevó a una imposible superioridad ilusoria a una minoría en base a una degradación material de una mayoría. La observación de la vida animal, ha llevado a descubrir y aplicar la ley de máximos y mínimos, presente en todo la vida  natural. Se ha hecho presente en el hombre en gran parte del globo terráqueo, al aplicarse en la vida diaria, posibilitada por la presencia del dinero nominal.    Así la sociedad se mueve entre sueldos o ingresos máximos y mínimos, que respetan la posibilidad de vida digna y niegan el acaparamiento, el derroche sin sentido y la esclavitud disfrazada. También ocurre lo mismo en los precios de los productos, orientados a que sean reflejo del trabajo, esfuerzo real y costos de producción, entre límites determinados por cálculos reales. Esto que ha sido condenado por parte de la sociedad, es nada más ni nada menos que cumplir con la ley natural, para asegurar el concierto de la vida. El maestro les ha dado el ejemplo de un viejo león que se retira de su manada, llegado al máximo de su vida útil. Esta ha representado el máximo también de lo que  puede obtener un macho en su especie, que es la elección de hembras, la dirección de las cacerías y defensa de su grupo, los mejores bocados de comida, pero respetando el mínimo que puede lograr el león más limitado que es compartir la posibilidad de la comida, comer hasta satisfacerse si la presa es buena o repartirse el botín proporcionalmente,  formar pareja y tener crías, y participar en alguna misión durante las cacerías o defensas. Todos los integrantes de la manada comprenden que estando el grupo  bien y mancomunado, es lo esencial para que puedan sobrevivir. Cada uno tiene bien en claro el máximo y el mínimo y lo practican en forma sagrada. El hombre durante milenios y en especial en la época capitalista, se apartó de estos máximos y mínimos e hizo culto del máximo, despreciando, esclavizando y hasta haciendo genocidio derribando mínimos y asolando su propia especie. Se puso al margen de lo natural, y la naturaleza le devolvió con la furia de los desastres naturales terráqueos, su proceder y arrogancia.
Cenan, se miran el uno al otro y en esa mirada, manifiestan la conformidad y felicidad de haber emprendido un camino diferente.
CONCEPTOS HISTÓRICOS FINALES
Este resumen de lo acontecido en estos últimos siglos a partir de la creación del dinero nominal, puede parecer que está teñido de cierto partidismo ideológico o generar en el lector la idea que el cooperativismo ha sido y debe ser el gestor del cambio positivo en el ser humano, sin alternativa, es decir que  concentra el monopolio de las posibilidades en tal sentido.  De manera alguna es así. Simplemente ha llenado el espacio posible que ha buscado el conjunto de la sociedad que aspira a la redención, llegando históricamente en la época en que el imperio terrestre que constituía el capitalismo, comenzaba rápidamente su declinación moral. Una de las leyes históricas es que cuando un imperio entra en decadencia, surge otro pujante que toma su lugar hegemónico. Las distintas religiones, y en especial la fe cristiana, debieron encontrar ese lugar, pero el homo sapiens, en su evolución, no estaba aún preparado para asumir una limpieza de espíritu que lo hiciera bueno por naturaleza. Ese es el ideal al cual apuntar ahora, ante tres siglos transcurridos, en los cuales los humanos en la práctica diaria, no como doctrina sino como necesidad, va aprendiendo el amor del uno hacia el otro.  No pudieron en ese entonces vencerse las tremendas tentaciones generadas por el dinero anónimo, que llegaron al seno de las distintas orientaciones religiosas, como tampoco se había logrado anteriormente durante milenios. Una vez eliminado ese gran escollo, se ha conseguido una nueva moral, a través del único sistema que existía en la tierra que era factible aplicar, con sus defectos humanos, pero imbuido de solidaridad. A través de la organización nominal, sin duda podrán aplicarse otras corrientes que nazcan y reemplacen a lo actuado en este lapso por el movimiento cooperativo. Todos soñamos que no haya más cambios de imperios por decadencia del imperante, sino por el logro de un perfeccionamiento humano, que ocupe el lugar preponderante de la sociedad mundial.  Idearlos e implementarlos, es nuestra obligación para el logro de un futuro promisorio.





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