HISTORIA DEL DINERO NOMINAL
LIBRO DE TEXTO AUTORIZADO
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DE LA JUVENTUD
RECOPILACIÓN DE POLONIO NIOBIO
AÑO
2357
Destinado a los países participantes y a
los que comienzan a implementar este
nuevo orden.
ANTECEDENTES
Como todos saben,
la historia de nuestra civilización comenzó a tener un vuelco cierto en las
primeras décadas del 2300. El cambio será totalizado sin duda, hacia fines del
presente siglo. Los bolsones que aún quedan en el planeta de seres humanos que
se niegan a la transformación mental y moral, se extinguirán por peso propio, y
lo que es más lamentable es que será en forma muy salvaje y ruin, por haber
llegado a una moral muy baja, aún más denigrante que la existente en esos
lugares en los albores del año 2000. Se
cree que ya entonces nació en algunas mentes el concepto del dinero nominal, y
la necesidad imperiosa de establecerlo en la práctica en salvaguarda de nuestro
futuro como civilización. En ese tiempo,
el mundo se movía alrededor de una trampa establecida durante milenios, que
nació en épocas remotas a través de la
implementación de una herramienta de cambio como entidad anónima que por
acuerdo de la humanidad, representaba bienes y posesiones y podía ser acumulada
para generar poder autoridad y decidir sobre la vida y la suerte de semejantes.
Era una trampa muy cómoda, se resumía en un redondel de metal llamado moneda y
con el tiempo en un papel impreso, pequeño y habitualmente rectangular, que
circulaba de ser en ser, de mano en mano, que se cambiaba por bienes valiosos
tangibles de cualquier magnitud, ya fuera un pequeño diamante, esmeralda, dije
de oro o kilómetros de tierra fértil y cultivable o mansiones y edificios. Esa
entidad denominada dinero, era totalmente anónima, no tenía dueño definido, se
traspasaba en distintas cantidades de un
individuo a otro y podía obtenerse por distintos métodos, según la habilidad de
cada uno por obtenerla. Al principio funcionaba más o menos bien, pero en muy
pocos años se establecieron artes arteras de obtención, basadas fundamentalmente en el
engaño. El primer favorecedor de ese ardid, fue el comercio. Al reemplazar el viejo trueque, en el cual
era tangible el cambio de bienes, los individuos más hábiles y astutos,
comenzaron a lograr gran cantidad de bienes con picardía y trucos que pasaban
desapercibidos por la mayoría. Esa falta
de moral, fue la que hizo que gracias al anonimato del dinero surgiera el robo
y la estafa impunes dado que el dueño lícito era el que lograba apoderarse de
los billetes o monedas, que solamente tenían dueños transitorios, y que circulaba
a gran velocidad por la población. Se
estableció la era de la explotación del hombre por el hombre, la producción de
bienes era menos valorada que la tenencia de efectivo, nació, el robo, el
asesinato, las guerras y otras plagas en el afán de conseguir el dinero anónimo
que además tenía la virtud de representar posesiones gigantescas en un espacio
reducido que lo contuviera. Una habitación de cuatro metros cuadrados, por tres
metros de altura, llena de billetes o monedas, representaba una posesión incalculable
de bienes, que podía ocupar una ciudad entera.
Todo se compraba y vendía, incluida la dignidad humana, las virtudes,
capacidades, derechos, necesidades básicas, superfluas, en fin, todo. Con el
advenimiento de la alta tecnología, la
degeneración aún se agravó más, al no necesitar ni siquiera la presencia de los
billetes. Las transacciones se tornaron operaciones numéricas que se
trasladaban de un lado a otro, lo cual se conocía como transferencia de
cuentas.
Afortunadamente existía en la humanidad
desde mediados del año 1800, una reserva moral, que aunque debía acatar este
sistema y reglas, en cambio, se movía entre sus miembros con la idea de un reparto
justo de bienes y servicios. Se conoció y conoce como cooperativismo moderno. Se llegaron a establecer ciudades cooperativas, en las cuales operaban
cientos de las mismas que producían distintos bienes y servicios, e
intercambiaban entre ellas sus productos, sin hacer uso del dinero, que
reservaban para compras o ventas realizadas con instituciones no
cooperativas. En una de esas ciudades,
comenzó a funcionar una institución de alta tecnología en el campo de la
robótica, inteligencia artificial y comunicación electrónica. Realizaron varios inventos y perfeccionaron
los mecanismos de los chips y semiconductores. Entre esos hallazgos, lanzaron a
la consideración mundial, la “tarjeta dinámica de operaciones personales
económicas y productivas”, conocida luego con la sigla “TADIO”. Esas tarjetas se podían intercomunicar a gran
distancia entre sí mediante un cerebro artificial
de apenas un metro cuadrado de superficie, realizando todo tipo de intercambio
y registros entre millones de tarjetas. Además en su base de datos, se
registraban todo los cambios realizados en cada una de ellas. Muchas
cooperativas en el orbe se interesaron enseguida en el tema, pero fue una de la
Argentina la que daría la idea que cambiaría la suerte de la raza humana.
Propuso la reunión de los Consejos de Administración de las posibles
adherentes, para estudiar la posibilidad de cubrir entre todas ellas al menos
un ochenta por ciento de todo lo materialmente necesario para la provisión y
servicios del mundo moderno en las respectivas cooperativas. Si ello se
lograba, se podía planear y luego votar para su aprobación, el nuevo sistema de
valoración del trabajo productivo y de los servicios. Cada asociado a cada
cooperativa, poseería una tarjeta TADIO, en la cual estaría contenido el
ingreso y salida de dinero que le correspondiera por una parte a los ingresos
por su trabajo y por otra a los egresos por los gastos. Como la tarjeta para
funcionar estaba ligada a su ADN, resultaba personal e intransferible y ante
pérdida o destrucción, había que generar una copia en base a los datos
almacenados en el cerebro artificial, lo que se lograba fácilmente. Ese cerebro
registraba los datos de cada persona sin tener él la filiación. Para ello, cada
cooperativa enviaba un número asignado a cada asociado, generado por una
combinación entre el DNI y el número con que revestía en su cooperativa. De ese
modo, el dinero no era anónimo, era nominal, se generaba a nombre de la persona
que participaba en la producción de un bien o servicio, se incluía en la
tarjeta y allí permanecía hasta que adquiría algo, pero se aseguraba que no
quedase en la base de datos la identificación personal ni de los nombres y
apellidos. En ese momento, el valor pasaba o a la tarjeta personal de otro asociado
si el bien en transacción era de este o
a la tarjeta empresaria si pertenecía al stock de una empresa. El dinero
nominal, no era anónimo, pasaba de una cuenta a otra quedando siempre el
correspondiente registro de la operación y el tipo de bien que tuvo presencia
en la misma. Hasta la compra o venta de un caramelo quedaba asentada, toda
producción o servicio, tenía un código diferente para cada unidad, se podía
conocer así quien lo compraba y quien lo vendía, además de los importes. Es
importante aclarar que en aquellos años, existía ya un dinero denominado
nominal, pero nada tenía que ver con este de novedosa característica, ya que
estaba ligado al dinero anónimo y no representaba cambio ninguno en la
concepción del mismo. Hasta aquí, no existía nada revolucionario, solamente el
hecho que se eliminaba el dinero anónimo y como la tarjeta funcionaba con el
ADN personal, de nada servía robarla, además si se pretendía obtener bienes
obligando con amenazas al dueño para que los adquiriera; salvo alimentos, era
difícil obtener otros artículos de valor, ya que era una tarjeta anti acopio. No
podía comprarse cantidades por ejemplo de ropa en una sola compra, y los
artículos de más valor, se entregaban luego de varios pagos realizados durante
días sucesivos. Un coche por ejemplo, requería al menos diez días de concurrir
personalmente a ingresar nominalmente en la cuenta del concesionario una suma
determinada. La criminalidad disminuyó abruptamente en este tipo de delitos,
eso marcaba el rápido éxito obtenido.
La propuesta fundamental de cambio, filosófico
y moral quedaba a cargo del equipo elaborador del cerebro electrónico. Debían
introducir de manera minuciosa en el mismo como datos, todos los parámetros
necesarios, lo que representaba en costos y esfuerzo la producción de un
determinado bien o servicio, el tiempo de elaboración, la capacidad del
operario, si la labor requería capacitación especial, estudios superiores,
riesgo, cuidados especiales, en fin, todo lo atinente desde la preparación de
materias primas hasta llegar al almacenamiento del producto elaborado, y en el
caso de servicios, también todo lo correspondiente a la puesta en práctica del
mismo. El cerebro luego de evaluar comparativamente caso por caso, debía
asignar un valor de producción a la labor ejecutada por cada asociado. En todos los casos debía
fijarse un mínimo y un máximo, desde lo menos calificado hasta lo más. Se
fijaron criterios de manera que la diferencia entre un ingreso mínimo y el
máximo en la cadena productora no fuera ni demasiado abultado ni demasiado
insignificante, para alentar a los productores al estudio y la capacitación. La condición que se impuso al cerebro
electrónico organizador, era que en los cálculos mínimos de ingresos diarios de
cualquier asociado productor o implementador de servicios, debía ser el suficiente para cubrir no tan solo las
necesidades básicas humanas, sino también vacaciones anuales y la posibilidad
de desarrollo de algún pasatiempo o si cabía de actividad artística o deporte
no remunerado. Además el excedente que cada cooperativa obtenía en su balance
anual, discutido en la Asamblea Anual Ordinaria, debía alcanzar para pagar los
impuestos a que estaba obligado el
conjunto de asociados por el gobierno del país, y si sobraba dinero nominal se
determinaba que la cooperativa lo utilizaría en el fortalecimiento
institucional y crecimiento. En ningún caso se permitía la acumulación de
bienes, más allá de la posibilidad de cada asociado, que tenía plena libertad
de utilizar su dinero en lo que considerara oportuno, y en la cantidad que
quisiera. Para esto que parecía contradictorio, se implementó lo que se llamó:
“Libertad con responsabilidad histórica
e inducida”. Para ello, se
establecía la siguiente mecánica. La
tarjeta brindaba además del instrumento de dinero, un estudio de lo más
conveniente en cada gasto individual, el cual se hacía conocer al poseedor a
través de un visor en su reverso. Se
dividían los gastos al principio en seis temas posibles, que eran:
alimentación, indumentaria, equipamiento del hogar, salud, vivienda y
esparcimiento. Cada vez que el asociado
producía algo, el valor determinado ingresaba a su tarjeta que se actualizaba a
diario, el importe asignado y la
proporción como era aconsejable repartirlo en los seis rubros mencionados. La
persona en cuestión podía libremente acatar las sugerencias total o
parcialmente o ignorarlas. Supongamos el caso de una asociada que le interesaba
por sobre todas las cosas, los perfumes. El cálculo del sistema era que como
máximo se necesitaban una colonia y una loción mensuales. Lo que la tarjeta
marcaba como gasto obligatorio era un mínimo en alimentación, para asegurarse
que comería para lograr una buena nutrición, aunque intentara ahorrar a
través de los alimentos. En el resto no
había limitaciones. La mencionada mujer, quería adquirir seis colonias y tres
lociones, y hacer caso omiso de las sugerencias. Podía hacerlo, pero al
tratarse de un excedente de cinco colonias y dos lociones con respecto a lo
previsto como cantidad común y habitual,
el precio a pagar por ese exceso, era mayor en cada unidad y aumentaba
aún más en cada frasco agregado. Así el sexto frasco de colonia, le costaba el
triple que el original, y el tercero de loción, el doble. Así se desalentaba
tanto el acaparar, como las desviaciones sin lógica. En el lugar físico de la compra, se ingresaba
el precio normal, que era contabilizado en la tarjeta del establecimiento. En
la tarjeta de la mujer, el excedente por compra mayor a la cantidad considerada
como necesaria, automáticamente era deducido y separado del gasto real, e iba a
parar a un fondo de reserva para contingencias. De ese fondo por ejemplo se
obtenía el dinero nominal para pagar el día, de acuerdo al promedio de
producción habitual del asociado, en caso de enfermedad. En la opción de insumos de mayor valor, por ejemplo coches
de lujo, o un segundo coche, casa en caso de ya ser propietario de una, yates
de lujo y otros productos similares, tenían un precio que no permitía que se
pudiera acceder a los mismos por lo menos antes de treinta años de ahorro. Con
este sistema, ningún asociado podía transformarse en terrateniente, dueño de
edificios enteros, de grandes factorías o de millones de pesos. Todo ello podía
existir y funcionar, solamente que debía
ser a través de la Cooperativa,
es decir de pertenencia del conjunto de asociados. Se evitaba la acumulación individual de
capitales, la especulación financiera, la improductividad, la explotación del
hombre por el hombre, la acumulación de dinero por herencia, ya que al fallecer
un asociado, los posibles excedentes pertenecían a la cooperativa en su
conjunto.
LOS INICIOS
Hasta mediados
del año 2100, el capitalismo imperaba en el mundo y no le preocupaba el
movimiento cooperativo, ya que en los hechos concretos servía de parche para
tranquilizar a los pobres del mundo, y con su carácter de lucha en pro de la
ecología, se ocupaba de aquello menos
productivo en dinero anónimo, es decir la manera de reducir la contaminación y
la desaparición de especies vegetales y animales. En la ACI (Asociación Cooperativa
Internacional) se produjo un movimiento interno que consideró que existían
grupos cooperativos con potencial económico suficiente para encarar la
propuesta del dinero nominal. Afortunadamente hubo una especie de toma
repentina de conciencia sobre el hecho que la economía mundial presionaba para que
el sistema cooperativo compitiera cada vez más con armas económicas que
favorecían al capitalismo. Había llegado el momento de aplicar a fondo la
doctrina cooperativa, y el nuevo sistema propuesto podía hacerlo. Existían
nuevas corporaciones cooperativas al estilo de la del país vasco, en otros
lugares del mundo. Resolvieron unirse y en diez años, estuvieron en condiciones
de poder funcionar en forma autosuficiente, comprendiendo cooperativas
asociadas que cubrían toda la necesidad material y conocimiento humano de
entonces. Pero el lanzamiento del proyecto representaba
un cambio fundamental en el concepto de la vida social humana, no podía decirse
que no habría libertad, pero hasta los actos más mínimos de la vida económica de
cada uno quedarían registrados en una base de datos, serían secretos y
solamente podrían revelarse en cuestiones judiciales, previo consentimiento de
la cooperativa en la cual revistiera el asociado. Cada uno tendría su historial
en su tarjeta, y mediante su ADN podría acceder a él. La libertad de las acciones
no impedía que el accionar quedase grabado en la historia de cada individuo.
Para todas las personas normales y que accionaban en forma limpia, no existía problema alguno, y además ante
cualquier duda o controversia podían comprobar inmediatamente, de considerarlo
necesario, hechos relacionados con su vida económica. También en la tarjeta
tenían su historia sanitaria, para uso médico exclusivo. El resto de la vida
sentimental y privada, seguía sin registro alguno. Si alguien quería retirarse voluntariamente
del sistema, podía hacerlo, y recibía en dinero del resto del mundo, el que
eligiera, lo correspondiente a lo que tenía guardado en su tarjeta, lo cual se
evaluaba con la unidad manzana. Esta unidad, era igual al precio de un
kilogramo de manzanas del país de conversión elegido. Si por ejemplo en el
sistema cooperativo un kilo de manzana costaba cien unidades de dinero nominal,
y el renunciante tenía en su cuenta mil nominales, tenía a su favor, diez kilos
de manzanas. Si en el país elegido el kilo de esa fruta costaba en promedio diez
pesos, le correspondía retirarse entonces con cien pesos de ese país.
Comenzó la ejecución del proyecto
con la intervención de varios países de los cinco continentes. El cerebro
electrónico se instauró por sorteo entre las naciones que poseían cooperativas
adheridas. El honor recayó en Japón, lo cual dada la idiosincrasia de su
pueblo, fue muy útil, ya que todo estuvo prontamente en marcha. En menos de un
año, se comenzaron a presentar graves problemas. Muchos de ellos se analizarán
a continuación, pero fueron la lógica resultante de un cambio que comenzaba a
minar la posibilidad de la acumulación individual de la riqueza y desalentaba a
la continuidad establecida durante milenios, de sociedades con grandes
diferencias entre las distintas franjas sociales, que abarcaban desde una
minoría superlativamente rica y una mayoría miserable y hambrienta. El eterno
argumento de la libertad, quedaba empalidecido ante un nuevo movimiento de
libres que solamente restringían todo aquello que obrase en contra de la
comunidad, pero que en última instancia podía realizarse, y se creaba la
libertad con responsabilidad como meta suprema humana. Hubo un incremento de
todo el accionar ilegal, de engaños y negocios espurios en el mundo individualista
capitalista. Por el momento, la delincuencia, el narcotráfico, el tráfico de
armas y el despojo a través de las finanzas y la explotación humana, no
encontraba la manera de introducirse en la nueva sociedad establecida. Esos
sectores del capitalismo, se unieron ideológicamente y todos tendieron a lo
mismo, es decir al atentado y al sabotaje, para tratar de aniquilar lo
recientemente emprendido. Fue así que un día, Japón despertó con la noticia que
sin explicación convincente, habían sido
literalmente voladas las cinco manzanas donde se ubicaba todo lo
concerniente al cerebro electrónico y al control de las millones de tarjetas de
los asociados al sistema que había en el mundo. Creyeron los autores del
atentado que el mismo daría un respiro al sistema capitalista y a la mafia
organizada. Pero se equivocaron, ya que el espionaje en las cooperativas era
complicado y difícil y las corporaciones cooperativas participantes del
proyecto, habían resuelto que la mayor parte del esfuerzo inicial, se volcaría
en el aumento pacífico de la seguridad, para lo cual tenían preparado, sin
ejecución por el momento, debido al costo que implicaba, el traslado del
cerebro y del sistema de comunicación. El plan era ambicioso y llegaba el momento de
ejecutarlo. Lanzaron en un primer tramo, tres satélites artificiales
terrestres, dos de ellos con sistemas de comunicación y cerebro electrónico y
el tercero, de vigilancia comunicación y defensa persuasiva. Quedaba así el
corazón del sistema fuera del alcance del terrorismo y mafias comunes. Se
desarrollaba entonces la experiencia con el respeto de la idiosincrasia de cada
nación partícipe, se ganaba en experiencias diversas, pero todo bajo la férrea
concepción de la nueva moral
establecida. A continuación se detallará el accionar diario intentado en los
inicios por distintos grupos antagónicos a este proceso.
NARCOTRÁFICO,
JUEGOS DE AZAR Y TRÁFICO DE ARMAS.
No tan solo estas
actividades vieron entorpecido su accionar, en general todo lo ilegal se vio
afectado. El sistema cooperativo, entendió que era muy peligroso guardar el
dinero anónimo destinado al vínculo con las zonas geográficas que continuaban
con el sistema tradicional, por lo que se resolvió no tan solo dejarlo en
cuentas en el banco oficial de cada país que poseía cooperativas adheridas,
sino contratar a través de los bancos en cuestión, la administración de esos
fondos, para desligarse de la tenencia efectiva de dinero. Implementaron también apenas les fue posible,
una policía propia e interna, que cumplía con detectar posible espías,
saboteadores e infiltrados, para evitar al máximo posible la presencia policial
tradicional que podía actuar de quinta columna a favor de la delincuencia. Se hizo todo lo posible para que los salones
de juego por dinero se mudaran si estaban en la zona cooperativa, lo cual se
logró plenamente, ya que en los casos en que no se efectivizó, se procedió al
separado de la ciudad cooperativa mediante el amurallado desde las rutas de acceso a la misma, hasta el lugar de juego. Lo que ocurrió desde un comienzo, fue que
todos los mayoristas de esas actividades se retiraron de la zona, quedando tan
solo traficantes pequeños, que fueron rápidamente neutralizados por la nueva policía
cooperativa. El nuevo fenómeno se debía
a que no había posibilidad allí de conseguir sumas significativas de dinero
anónimo. El nominal por un lado no era posible utilizarlo para esos fines
delictivos, y por otra parte no lo podían utilizar en forma anónima, aunque lo
consiguiesen . En un comienzo, la delincuencia trató de
adoptar dos estrategias, una tendiente a secuestrar personas por breve tiempo y
obligarla a adquirir bienes y robárselos y otra tendiente a sacar rápidamente
lo logrado en la zona y venderlo por dinero en la parte no cooperativa. La
primera modalidad permitía solamente adquirir productos de bajo costo o
alimentos porque lo que excedía de la compra lógica o tenía monto significativo,
había que concurrir, como ya se ha explicado, al lugar de compra al menos tres
o cuatro días seguidos para que les fuese entregado. Para sacarlo de la zona,
en poco tiempo era muy difícil ya que el acceso y salida de la zona cooperativa
se trataba de restringir solamente a pocas arterias, y se vigilaba atentamente.
El hecho fundamental que el dinero anónimo era casi imposible de conseguir al
menos en cantidad que justificase organizar ilícitos, fue determinante en el
retiro de la delincuencia organizada hacia la zona capitalista no cooperativa.
Para eliminar el narcotráfico, era esencial
una acción mancomunada, de manera de lograr por un lado eliminar la necesidad
social de utilizar drogas estupefacientes como escape a la realidad, elevar la
condición humana de modo que no se buscasen modos artificiales de lograr placer
o bienestar antinatural, y por otra parte complicar todo tráfico,
fundamentalmente en la obtención de ganancias ilícitas logradas en dinero o bienes, lo cual ya
estaba bastante logrado a partir del dinero nominal. Luego de un largo camino y
un proceso de recuperación de adictos se ha llegado a la actualidad con un
nivel bajísimo de adicciones, una ínfima cantidad de nuevos adictos que cada
vez se recuperan más prontamente, con nivel cero de reincidencia. En este
proceso fue fundamental la enseñanza en todos los grados de educación, mediante
programas de estudio adecuados en cada nivel etario, del problema humano de las
adicciones, en especial debidas a
sustancias productoras de dependencia física y psíquica. Ante la presencia de
algún adicto, se instauró por ley la obligatoriedad de denuncia del caso, no se
procedía a ningún castigo, sino que se lo trataba obligatoriamente en la
oficina sanitaria de la cooperativa, donde se le proveía sin costo alguno, la
dosis de droga que necesitaba, pero se lo sometía sin dilación a un tratamiento
de abandono de la adicción que era personalizado, es decir duraba el tiempo que
fuese necesario en cada caso. Las oficinas sanitarias, eran el reemplazo de los
antiguos hospitales, donde trabajaba un equipo sanitario cooperativo, para atender
la salud de los asociados y sus familiares a cargo. De esta manera se logró que
los adictos, que iban en merma, no tuviesen necesidad de producir ilícitos para conseguir droga, eliminando el
minorista que antiguamente la proveía proveniente del narcotráfico. En menos de
diez años, los narcos operaban en su totalidad en la zona del dinero anónimo,
que se conocía como zona capitalista, no por crítica a ese sistema ideológico
sino por ser los partidarios del capitalismo, la mayoría manifiesta que defendía
la tenencia del dinero anónimo y fiduciario.
Poco a poco el mundo se fue dividiendo en las
dos posturas fundamentales, lo económico primó sobre las demás posibilidades,
ya fuesen filosóficas o religiosas. Además cualquier idea podía abordarse en
ambas fracciones, pero también hubo una tendencia creciente hacia la nueva
forma, sobre todo a partir de líderes que aspiraban a cambios que eliminasen
los antiguos vicios de las ideas y
costumbres. Ese conjunto humano obraba
como defensor de la moral de la sociedad. Sin dinero anónimo, los aportes de
los fieles a distintas religiones, se hacían con trabajo y mediante objetos o
equipos, también con alimentos y ropaje. Paulatinamente se instauraron los
sistemas propios de atención a los problemas de la sociedad que se gestaba, la
investigación policial propia, carente casi en su totalidad de desviación en
las acciones y con el control de los Consejos de Administración que
posibilitaba un cuerpo sin corrupción ni hechos ilícitos, produjo la
desaparición en las zonas cooperativas de la necesidad de la acción estatal y
municipal, lo cual produjo también un cambio en esos sectores. Comenzaron a
aparecer en el conjunto de jubilados de la población que ya no tenían
participación activa en las cooperativas, dirigentes políticos que pregonaban
crear una forma política de gobierno que instaurase en el sector una
independencia del sustento económico en base a impuestos, de entidades que no les prestaban beneficio
alguno, y poder destinar ese gasto inútil, al funcionamiento de los cuerpos
creados por las cooperativas en reemplazo de los antiguos y tradicionales. Con el crecimiento de la población con dinero
nominal, llegó un momento en que fueron mayoría numérica en distintos distritos geográficos y se
instauró una creciente cantidad de funcionarios públicos que hicieron realidad
el anhelado cambio. Comenzó entonces una
era en que la corrupción era detectada inmediatamente y quienes la intentaban
establecer, debían huir de la zona, al quedar en medio de un conjunto humano que
les era totalmente hostil y corrían el peligro cierto de la cárcel de la zona
capitalista al ser expulsados de la actividad cooperativa. Los impuestos
nacionales quedaron reducidos a un mínimo, al auto gestionarse todas las
entidades de alcance social. De lo que
no pudieron desligarse fue del aporte para la seguridad nacional, que
comprendía las fuerzas armadas, el cuidado de las fronteras, el armamento, la
salud pública, sobre todo los programas de prevención de epidemias, las
aduanas, y otras entidades menores. Pasaron cerca de doscientos años para
lograr gobiernos con clara trayectoria y mayoría en el accionar que adhirieran
al dinero nominal, con lo cual se redujo al máximo todo gasto bélico,
posibilitado además por acuerdos entre naciones de mayoría cooperativa, la
eliminación del tráfico de armas ilegal y un mínimo consensuado y vigilado de
armamento de defensa. Si en el futuro se
consigue la desaparición del dinero anónimo y
de bolsones capitalistas, tal vez
pueda generarse la erradicación de toda guerra, lo cual queda por supuesto
librado al cambio total del pensamiento y sentir humano y la aparición de una
nueva especie social, que es el sueño actual de los filósofos progresistas. De
todo lo dicho lo más importante ha sido
el cambio de enfoque moral de la humanidad, orientado ahora en que todos los
seres normales debemos trabajar y producir en un contexto que otorgue real
dimensión de dignificación, de acuerdo a las aptitudes y gustos de cada
individuo. Esta apreciación no es
antojadiza, se basa en que cada uno debe aportar para su manutención y si no
está impedido y no lo hace, alguien o algunos deberán trabajar más para suplir
esa falta, lo cual es una inmoralidad. En el pasado lejano se buscaron argucias
para lograr vivir a expensas de los demás, se generó entonces la esclavitud,
utilizando para ello la fuerza bruta o el refinamiento de la posesión de
grandes cantidades de bienes o dinero anónimo.
La forma más antigua de esclavitud, fue la prostitución, es decir la
entrega del cuerpo para placer carnal de otros, sin que medie amor o emoción espiritual
alguno, la cual ha sido la más compleja para erradicar, lo cual se ha
conseguido pero no totalmente, pero al menos se ha logrado eliminar la trata de
cuerpos de personas en beneficio de terceros y que el ejercicio de ese acto
entre dos o más personas, sea totalmente voluntario. A continuación se expone lo logrado al
respecto
PROSTITUCIÓN
Existen en la historia humana muchos
escritos al respecto de la profesión llamada la más antigua de la humanidad. En
el siglo XXI, el problema era tan vasto, que cubrió a los dos sexos por igual,
de modo que todo lo redactado para tratar de luchar contra ella, quedaba
reducido a simples aspiraciones morales. Los proxenetas no desaparecían,
tampoco durante la primera fase del advenimiento del dinero nominal. La suma
percibida por cada asociado en su tarjeta, poseía una única limitación, que era
la referente a alimentación, que solamente podía destinarse a ese fin, con la
intención que la población estuviese correctamente alimentada. El resto de los ingresos, si bien se sugería
como utilizarlos, era libre de ser gastado en la obtención de bienes, como se quisiera. Existían personas que insumían
menos en alimentos que lo asignado, de
manera que los adquirían o no
perecederos o refinados, para agasajar a
amigos y terceros. A pesar de ser cooperativistas, algunos sentían la necesidad
de aparecer como personajes conocidos, y se instauró una especie de competencia
con el excedente familiar de la alimentación, que se destinaba a organizar
fiestas gratuitas con alimentos refinados. Así lograron varios de ellos ser
conocidos más allá de su cooperativa, en otras vecinas o de influencia de
acuerdo a lo que se producía. Pero aparte de esta desviación para lograr renombre,
los proxenetas recibían alimentos de los clientes de sus apadrinadas, que así
pagaban por su atención sexual. Hubo un gran debate cooperativo ya que no se
podía aceptar que ocurriera tamaña desviación moral, contraria al espíritu
cooperativo. Intervinieron especialistas
especialmente sicólogos, pero el inicio de la solución, la aportó la moderna
tecnología de entonces en combinación con los mecanismos síquicos de los
partícipes de la prostitución. Entre las cooperativas existentes en el sistema,
había dos productoras de alta robótica. Se encaró entonces la producción de
androides mujeres, y también de algunos ejemplares de travestis y hombres
homosexuales. A todos los robots androides obtenidos, se los dotaba de
circuitos de inteligencia, que tenían una parte general idéntica en cada
ejemplar y otra que se adecuaba mediante memoria artificial, destinada a
respuestas de conducta individual. Aparte de su belleza y gracia sin par, estos
ejemplares tenían la ventaja de poseer circuitos sexuales con fluidos que
eliminaban toda posibilidad de contagio, aun en el caso de ser utilizados
sucesivamente o simultáneamente por más de un cliente a la vez. La implementación del sistema se realizó a
través de las distintas oficinas sanitarias, en las cuales se habilitó un
pabellón especial a tal efecto. Lo que el interesado debía aportar, era una
determinada suma en alimentos o en su tarjeta se debitaba la misma con un
código que tenía asignado la institución sanitaria, en el rubro de
alimentación. Para los adictos a las prostitutas, o prostituidos que superarían enseguida el máximo mensual
asignado a tal fin, se les iniciaba un tratamiento por su problema, y mientras
este daba resultados concretos, se lo dejaba utilizar el servicio excedente sin
cargo. Los autómatas, dejaban inscripto en su memoria una serie de datos que
servirían al equipo sicológico para elaborar estrategias para próximos
encuentros. Además sus circuitos estaban alimentados de modo que su accionar
fuera similar al humano, es decir con todas las contradicciones sentimentales y
emotivas que padecía cualquier ser que ejerciera esa actividad. Luego con cada
cliente en particular, se adecuaba el accionar y la relación de manera de
orientarla a los fines de hacer
reaccionar al cliente en cuestión. Hubo infinidad de casos que pidieron ayuda,
y luego de un tratamiento se orientaron a una vida normal y sana y
establecieron parejas estables, lo que anteriormente no lograban. Las
estadísticas actuales de este ejercicio
artificial, que fue mejorando a través de los años, determinan que la
explotación humana en este sentido ha bajado a índices ínfimos, y no sería de
extrañar que fuera erradicado. Al principio hubo personas que adquirieron un
prototipo para uso hogareño, pero la transacción no prosperó, por supuesto
porque la relación establecida no se monitoreaba, no había consideración del
problema sicológico que lo llevaba a ese tipo de relaciones, y con el tiempo no resultaba muy diferente a una
masturbación. Con respecto a los
problemas de sado masoquismo, violencia, y otras desviaciones, los autómatas
registraban lo acontecido y las reparaciones quedaban a cargo de débitos
efectuados a los clientes, que aprendían a pedir ayuda sicológica ya que su
comportamiento los llevaba pronto a aprietos económicos. Este sistema es el mejor encontrado al
momento, se continuará perfeccionando con la vista puesta en la posible
erradicación definitiva de este problema humano.
PERSONAL DE
TRABAJO DOMÉSTICO
Es curioso que se siga aún
hablando con los vocablos de “trabajo doméstico”
cómo se menciona desde hace muchísimo tiempo. Lo más probable es porque antaño se
asociaba inconscientemente a un hecho de mansedumbre animal, ya que era un
trabajo considerado como de naturaleza primitiva para el cual existía carencia intelectual, realizado por
personas poco instruidas, que se avenían sin reclamo alguno a trabajar con desperdicios y excrementos, lo
que en la antigüedad se reservaba a los esclavos. El advenimiento del dinero
nominal, trajo aparejado un cambio en la moral de la sociedad, que pugnó por
resolver el problema de los trabajos depreciados que no se podían eliminar ya
que era indispensable su realización. Se agregó este rubro, desde los
inicios, a las cooperativas de servicios
a la sociedad, y de manera conjunta con las entidades educativas y de
ingeniería doméstica, se estudió la manera de jerarquizarlo. No tan solo se
logró sino que su personal terminó siendo altamente calificado. Se estableció
hace más de dos siglos una carrera a nivel terciario, que perdura con éxito
hasta nuestros días, de Asistente Doméstico, que se dicta en las distintas
facultades de Ingeniería en las universidades cooperativas. Luego de una larga
trayectoria signada por los cambios, la labor desembocó en la planificación del
funcionamiento hogareño, realizada como todos saben por distintos autómatas que
se ocupan de todo tipo de limpieza, desde la vajilla y su acomodamiento, hasta
los inodoros, cloacas y desagües, eliminación de residuos normales y
patogénicos, labor realizada según lo decide el asistente, que vigila
permanentemente la correcta realización y resuelve todos los problemas desde
mecánicos y electrónicos hasta los de inteligencia artificial de los equipos
automáticos. Nadie puede concebir lo que
antes se hacía mediante intervención de humanos, que era el contacto con
miasmas y basura, realizado hoy integra y exclusivamente por los robots. Un
gran adelanto constituyó la generación de los pequeños equipos muy económicos,
que traslada sin gran esfuerzo el asistente, pudiendo ocuparse sucesivamente de
la labor en varias residencias, durante
la jornada laboral.
SICARIOS
Un
tema que costó resolver e hizo padecer muchos episodios de violencia, fue el de los sicarios enviados y pagados por
grandes capitalistas que consideraban al nuevo sistema imperante como de gran
perjuicio e injusto para ellos, porque comenzaba a competir y les eliminaba la
mano de obra barata que para colmo, se trasladaba al nuevo cooperativismo
naciente. Los asesinos a sueldo, se
ingeniaban para engañar a consejeros cooperativos e ingresar como asociados, y
desde el interior de la institución planificaban la eliminación de la o las
personas marcadas para ser eliminadas por sus contratantes. Ese sistema duró
poco tiempo, ya que luego de los dos primeros atentados exitosos, se
perfeccionó la labor de la policía interna de cada cooperativa, con lo cual los
sicarios planificaban los atentados en la calle, ya que las ciudades
cooperativas tenían una amplitud considerable y pasaban inadvertidos entre las
miles de personas que recorrían diariamente las calles. Los episodios funestos pasaron a requerir de
un traidor en el interior de la cooperativa elegida, que luego del crimen,
desaparecía con su familia generalmente a los pocos días del luctuoso episodio,
cuando se comenzaba a encaminar la investigación en firme. El costo de la vida de nobles dirigentes tuvo
como contrapartida la generación de un sistema de alta seguridad en el cual
colaboraban en la cooperativa y en sus domicilios, la totalidad de asociados.
Se conocía así, y se registraba en el cerebro electrónico, todas las personas
que en un día determinado, habían estado
con los distintos dirigentes. Toda sospecha resultante de los cálculos del
cerebro, era el material de trabajo para la policía interna. Poco a poco los
magnates capitalistas desistieron del empeño, y se fijaron nuevas metas y
alternativas para defender al capitalismo. Además los sicarios para trabajos en el sector
cooperativo, cada vez eran más escasos, todos ellos preferían encargos dentro
del ámbito de los poderosos y del dinero anónimo. No se ha descuidado en lo más mínimo el
control establecido, y podrá desaparecer el día que desaparezca en el mundo el
sistema antiguo del dinero.
INSTITUCIONES
DESAPARECIDAS RELACIONADAS CON EL DINERO ANÓNIMO: Bolsa de valores, Cámaras,
Corporaciones.
El
nuevo orden de dinero nominal, produjo una serie de cambios, algunos que pueden
considerarse inmediatos y otros mediatos. Entre los inmediatos, abundaron el
traslado o desaparición de entidades bancarias, de crédito y financieras, así
como las bolsas de valores, las oficinas de inscripción de sociedades, las
nuevas carreras de peritos y de ciencias económicas cooperativas, las oficinas
de préstamos, las instituciones prendarias. Desaparecieron también las Cámaras
y Corporaciones, salvo las Cooperativas,
que pasaron a funcionar como sistema de acuerdos, pero desprovistas de
cuotas de ingreso o mensuales, y de intereses económicos. Los cambios mediatos
más importantes fueron los referentes a la herencia de padres a hijos u otros
parientes. En este aspecto, se generó una nueva legislación, mediante la cual,
los matrimonios sin descendencia directa, al fallecer los conyugues, dejaban a
la comunidad sus bienes, principalmente la propiedad donde vivían y los medios
de transporte privados, que el conjunto cooperativo o la Corporación Cooperativa
destinaba a la venta o alquiler y lo obtenido ingresaba al fondo comunitario,
para pagar impuestos o gastos de la población. Si había hijos en edad adulta, y
alguno de ellos o todos, deseaban seguir viviendo en la propiedad de sus
padres, o poseer sus medios de transporte, pagaban a ellos, en vida, cuotas
hasta completar el valor signado a la propiedad, o si fallecían antes, las
seguían pagando a la comunidad cooperativa. Todo excedente que quedara en la
cuenta de los padres, pasaba al sistema comunitario. Con este sistema se evitaba la acumulación de
capital, más allá de lo que cada uno necesitaba en su vida personal. Si a la
muerte de los padres, quedaban hijos menores de edad, estos usufructuaban las
propiedades de los padres hasta llegar a la edad adulta, en ese momento debían
ingresar al sistema de compras o alquiler de viviendas o transportes, podían
continuar pagando la cuota respectiva, en la posesión de los bienes que hasta
entonces habían usufructuado gratuitamente, o mudarse a otra unidad, a
elección, según fuese lo deseado.
Las
casas que se alquilaban, eran todas de propiedad comunitaria, y el valor de la
mensualidad era menor que la de compra de una propiedad. La diferencia
principal, estaba que llegado el día que se completaba el pago de la compra, ya
no debían pagar más y el dinero nominal lo podían utilizar en otras compras. En
cambio el que alquilaba debía destinar fondos para alquilar hasta el día de su
muerte. Como las mujeres también trabajaban, en los matrimonios, la cuota se
descontaba en partes iguales en ambos conyugues. Muchos de los coches grandes o
de lujo, se compraban por parte de matrimonios que ya eran propietarios de
viviendas, y lo que estaba asignado
antes a la cuota de compra de la vivienda, ya completada esta, lo destinaban
ahora a una cuota de un auto mejor o más moderno o lujoso.
COMERCIO
EXTERIOR Y CON LA ZONA CAPITALISTA NO
COOPERATIVA
Se
ha reservado en este pequeño resumen -que se recomienda ampliar e indagar a
través de los documentos electrónicos de acceso mundial, para tener una idea
detallada del proceso, su filosofía e integridad- , el tema del reacomodo de la
sociedad terrena, debido a la aparición del nuevo orden. A poco de iniciarse el proceso, allá por el
año 2050, comenzó una gran tensión social universal, que no llegaba a
catástrofe debido a la naturaleza totalmente pacífica y anti agresiva del
cooperativismo mundial, más allá del fervor manifestado especialmente por
pequeñas cooperativas. Las situaciones fueron bastante diferentes en un
comienzo, porque había países en que la adhesión al dinero nominal era
importante, y otras naciones en que era pequeño. Los cambios más rápidos
ocurrieron en el primero de los casos, y en general el resto se fue acomodando
con la tónica que lograban las grandes masas del cambio. Nos referiremos aquí,
a la historia más representativa. Para consultar sobre países que se iniciaron
con poca magnitud de cambio, recomendamos el trabajo del ciudadano A -46- j 8@ 2742 *1311 de la Unión
Sudafricana de Naciones, que se puede buscar con el dato citado en la
bibliografía del año 2073, complementado con los estudios posteriores por sus
discípulos en el año 2158. Un ejercicio
práctico interesante, consiste en escribir títulos de temas que pudieron ser
problema en esa época y en países pequeños. Luego, en base a lo narrado en este
trabajo, opinar sobre la manera que cree cada lector que se abordaron dichos
problemas. Finalmente, cotejar con la
bibliografía, si su parecer estuvo
acertado o muy errado, para en este último caso, repasar los temas
no bien comprendidos previamente.
Apenas
iniciado el intercambio de bienes y servicios entre cooperativas, reconociendo
solamente el dinero nominal, y los valores relativos aplicados en base a los
estudios del gran cerebro electrónico, mediante los datos por él recibidos por todas las
cooperativas del mundo, no pudo abandonarse en su totalidad el tráfico con
dinero anónimo hasta que se produjo el autoabastecimiento y producción total y
absoluto del cooperativismo adherente al cambio. Mientras ese proceso se
desarrollaba, ocurrió la etapa más difícil. La preocupación se inició en las
zonas en que el capitalismo aportaba insumos y materias primas a las grandes
corporaciones cooperativas. De golpe, los capitalistas dejaron de tener
clientes importantes que comenzaron a abastecerse de otras fuentes. Como era
peligroso para sus economías y subsistencia, comenzaron a establecer contactos
y tratativas para modificar lo ocurrido, y al ver que la iniciativa no daba buenos resultados, comenzaron a
presionar e incluso a amenazar. Llegada la situación a este punto, las
cooperativas involucradas luego de comunicarse dentro de su corporación con las
integrantes de la misma, comenzaron una
ofensiva de contraofertas. Las mismas se refirieron a la voluntad de continuar
los negocios, siempre y cuando los mismos se realizaran sin dinero anónimo, y
ante la imposibilidad de usar el nominal, ya que no existía en el sector
capitalista, ofrecieron el trueque, que en su mayor parte sería de productos elaborados.
Deberían acordar en base al valor manzana, la valuación de los artículos a
trocar, hacer los ajustes que hicieran falta, y llegar a un acuerdo. Había dos
problemas, uno de ellos era que las firmas capitalistas que se dedicaban a la
exportación, debían crear divisiones de venta al público para colocar los
productos que recibían y así poder lograr el dinero anónimo en efectivo. Además
la mercadería debía ser buena y barata para colocarla fácil y rápidamente. Como
en el campo cooperativo no existían intermediarios y los productos se
elaboraban a plena conciencia, ese aspecto parecía poder solucionarse, pero el
segundo escollo se refería al aspecto impositivo y gastos de envío. En cuanto a
los impuestos, había que modificar la legislación de varios países, ya que en
lo imponible no figuraba el trueque ni intercambio de mercaderías entre
distintos países y en muchos casos tampoco dentro de la misma nación, de modo
que antes de comenzar a operar, debieron enviar a los Congresos proyectos de
modificación, tocar a políticos amigos y adversarios, ver la forma de respetar
la ley internacional cooperativa y otros detalles más. Se generaron
controversias entre los distintos intereses en el seno del capitalismo. La
agresividad inicial, se centró ahora en el sector individualista, y trataron de
resolver la cuestión a través de sus distintas Cámaras industriales y
comerciales. Finalmente pudo resolverse la cuestión impositiva, que no gravó al
intercambio o trueque pero los gobiernos
implicados generaron otros impuestos de tránsito y aduanas, en síntesis
requirió de gran esfuerzo hacer posible este tipo de tráfico pero la imperiosa
necesidad de los grandes capitales, finalmente lo logró. Lo que no imaginaron
fue la gran propaganda que se estableció
en forma indirecta y sin proponérselo, del sistema del dinero nominal.
Anteriormente, en épocas de las cuales había transcurrido más de un siglo, los
productos económicos importados procedían de lugares con poblaciones
hambreadas, con ingresos mensuales increíblemente bajos, con necesidades
básicas insatisfechas, y la calidad de los productos no era buena. En cambio,
lo que la gente compraba ahora provenía de una zona en la cual todos los
habitantes tenían sus necesidades básicas más que satisfechas, todos tenían
vivienda, la mayoría propia, medios de movilidad personales y horarios
laborales lógicos, con enseñanza y salud cubiertas. Lo único criticable desde
un punto de vista capitalista liberal, era que no podían, no por prohibición
sino porque el sistema no lo permitía, era enriquecerse, tener múltiples
propiedades y acopios. Lo que los jerarcas capitalistas ocultaban de ese modo de vida, eran los límites
establecidos, los máximos y mínimos, que no posibilitaban que alguien muriese
de hambre o estuviera desocupado, sin posibilidad de trabajo o con labor
esclava. La clase media capitalista comenzó a visitar en vacaciones las zonas
cooperativas y muchos fueron los que no volvieron al imperio del capital. La vida se fue desarrollando con turbulencias,
pero se consiguió lo que se quería que era ganar el tiempo suficiente para
lograr el autoabastecimiento y la total
producción de aquello necesario en la vida humana por parte del mundo del dinero nominal, sin tener
grandes problemas ni controversias con el mundo capitalista, del cual provenía
la amenaza permanente de tener que afrontar una guerra, al menos defensiva, ya
que el cooperativismo era profundamente pacifista. Con gran equilibrio,
caminando permanentemente por una cornisa, se fueron produciendo fenómenos que
favorecieron naturalmente al nuevo proyecto. La disminución constante de la
población productiva calificada y de la mano de obra barata del sector
capitalista, produjo una contradicción entre ellos mismos, ya que la clase
media mediana y alta debió hacerse cargo de la producción manual y no calificada. No consiguieron atraer el flujo hacia ellos
de los productores cooperativistas, y comprendieron que de conseguirlo,
pasarían cerca de cien años, lo cual era funesto, y lo único que consiguieron
fue el aumento de la corrupción y la delincuencia en todas las actividades
tanto lícitas como ilícitas. Comenzaron a tener problemas serios, y cada vez
más los hiper millonarios se establecían en reductos que parecían concebidos
para contener una invasión con armas
nucleares. Por otra parte, la necesidad de nuevas leyes permanentes produjo un
avance cooperativo, debido a que en los lugares del globo por naturaleza más
ricos en productos naturales provenientes de la tierra, se produjo una gran
mayoría poblacional del sector de dinero nominal y el nacimiento de una
actividad política sana y fuerte, con políticos que ganaban fácilmente las
elecciones, simplemente por tener mayoría poblacional, ya que eran votados
masivamente en su zona de influencia. Paulatinamente el sector capitalista se
convirtió una atracción para los amantes del peligro y la aventura, ya que
quedó allí todo aquello que era dañino para una vida sana y un atractivo para
desviados, viciosos y aventureros, y un rechazo para la población habitual
normal que pretendía una vida de moderado progreso en un ambiente lo más
natural posible. En poco más de un siglo, se marcaron grandes diferencias que
fueron separando cada vez más a ambos sectores y terminaron condenando al
capitalismo a una lenta pero segura extinción social.
Veremos
a continuación, la forma como influyó lo dicho, en la formación de dos mundos
diferentes y el uso de la tecnología y avances científicos en función de las
necesidades de cada fracción.
DIFERENCIAS
DE LA FORMA DE VIDA EN CADA UNO DE LOS SECTORES DEL PLANETA, DE ACUERDO A LA
DIFERENTE FILOSOFÍA DE VIDA DE AMBAS
PARTES.
El
mundo capitalista, simplemente continuó con el camino trazado hasta el momento
por sus creadores y defensores. Era el mundo del negocio y la oportunidad, sin
límites, lo que primaba en toda su evolución. Había sido tan fuerte, que el
propio cooperativismo había lidiado en su devenir, a través de tener que
competir sin tener la posibilidad de hacerlo con sus propias leyes y
principios, ya que primaba en el mundo el progreso con el dinero anónimo, y a
él era necesario rendirle culto. Fue por
ello que la evolución rápida y sostenida se manifestó ante la aparición del
dinero nominal, que posibilitó la aplicación plena y la mentalidad clara del
pensamiento cooperativo, orientado hacia un futuro del respeto a la naturaleza
y la ecología. Algunos precursores comprendieron que debían generar sustentos
diferentes en una cantidad de aspectos, pero para lograr independencia, debían
abandonar cuanto antes las fuentes de energía del mundo capitalista que eran el
seguro para continuar con sus negocios florecientes, al menos en un par de
centurias. El negocio había sido pensado para aprovechar la energía proveniente
de los hidrocarburos del petróleo, y se gastaron miles de millones en las matrices e inventos de
sistemas para su uso y ulterior modificación en pos de unidades cada vez más sofisticadas y atrayentes por su diferencia
con lo anterior. Todo su mundo incluido el de las guerras, fue en torno a la
tenencia y explotación del petróleo. El anzuelo del tema estaba en el ser
humano común, en lograr vértigo y velocidad, poder transitar por una ruta a doscientos o trescientos kilómetros por
hora, y salir vivo de posibles accidentes, con colchones de aire o
amortiguadores de golpes tremendos e impactos anteriormente mortales sin
remedio. Esto signaba la diferencia entre un modelo común y uno con esas
posibilidades. Se pagaban sumas que alcanzaban para alimentar a un humano pobre
durante cincuenta años para poseer uno de ellos. No había gran preocupación por
la contaminación ambiental, lo consideraban un problema secundario. Hubo
corporaciones cooperativas, que se animaron a hacer otros prototipos, los
primeros fueron a energía eléctrica, electrolítica y solar, y combinación de
ambas, además estudiaban la forma de aprovechar la eólica. Generaron un
vehículo que desarrollaba hasta ciento treinta kilómetros por hora, con
contaminación ambiental cero, que fue ridiculizado por los amantes de altas
velocidades. Por supuesto las matrices eran diferentes a las utilizadas en
coches petroleros. Pero ese móvil tenía una virtud: aparte de no ser
contaminante cumplía con las necesidades modernas de traslado, con la máxima velocidad
que se consideraba de bajo riesgo en caso de accidentes. Fue el primer modelo
que se vendió en el mundo del dinero nominal, que marcó claramente la
diferencia total de conceptos entre las dos partes del mundo nuevo que nacía.
En los años que siguieron hasta la actualidad, la evolución seguida, marca la
diferencia cada vez más abismal entre las dos filosofías. Se desarrollaron
tecnologías totalmente diferentes en ambos mundos, pero en el fondo fue en base
del insustituible petróleo para el capitalismo y los inventos que aprovechan
las energías que se dan espontáneamente en la naturaleza para los nominales, principalmente la solar, la eólica la
hidráulica y en ciertos casos muy restringidos por su peligro y contaminación,
la atómica, descartando la radioactiva proveniente del uranio y el torio.
Afortunadamente ha crecido la ocupación del mundo para la parte que desarrolla
la ecología y su energía, lo cual ha disminuido la cantidad de catástrofes, de
continuar solamente la expansión capitalista, tal vez ya nuestro planeta no
existiría o estaría totalmente amenazado. La paradoja ha sido que los inventos
logrados en el mundo nominal, han aumentado sin riesgo la calidad de vida de
toda la sociedad, especialmente en el campo de la salud y la robótica, en cambio
los adelantos capitalistas, cada vez entrañan más peligro y por tal motivo, por
decisión democrática de las cooperativas, está prohibido su uso en su sector de
influencia. El uso de cerebros electrónicos inteligentes y su uso totalmente
social y pacífico ha sido una de las causas de la posibilidad de claro progreso
cooperativo, se han puesto al servicio del hombre y sus obras útiles, en cambio
en el capitalista se han utilizado fundamentalmente en espionaje, guerra, y se
han introducido cambios constantes en una carrera entre supremacía de los
grandes capitales, tratando de obtener un prototipo que pueda dominar a todos
los demás existentes, con lo cual no se da importancia a la robótica hogareña
que es la que trae beneficio en la vida social. Cada vez más en su mundo brinda
prestigio tener buenos sirvientes humanos, que escasean porque la masa pobre y
miserable, migra hacia el sector
cooperativo, y terminan entonces como siervos de los capitalistas los individuos de las clases medias bajas.
La
educación ha tenido un protagonismo fundamental en lo referente a un negocio en
manos capitalistas, que es el referente al arte, las expresiones culturales
consideradas elevadas, y básicamente las expresiones audio visuales, como el
cine moderno, y los grandes escenarios virtuales, tanto legales como
clandestinos. Continúa en ese sector, y
se ha profundizado, la tenencia tráfico y compra venta de obras de arte, como
cuadros, esculturas, cerámicas, bajo relieves y en general todo aquello que se
ha promocionado y logrado un precio elevado, constituyendo una mercadería
apetecible más allá de su valor estético o artístico. Hay entre medio todo un
sistema de falsificación, y tráfico ilegal. Como siempre, las localidades de
teatros, espectáculos musicales, y cine envolvente, tienen precios diferentes y
salas de distintas categorías, algunos de ellos con precios tales, que
solamente concurren millonarios. Lo más popular es el cine moderno, en que las
escenas transcurren virtualmente con el público entre medio de los actores, provistos
de tal tecnología que se logra que los espectadores que están a los costados adelante
o atrás de uno determinado, no sean vistos por este, y le parezca que está solo
en medio de lo que ocurre a su alrededor, que es la película. La temática preferida allí es la bélica, los
crímenes, los asesinatos, la traición, es decir continúa lo de siempre, hace
siglos. Los actores y actrices siguen cobrando sumas importantes, y es una
actividad muy codiciada, a la cual tienen cabida principal, en forma creciente,
los mafiosos o privilegiados. Los espacios virtuales, son proyecciones por
encargo individual, donde mediante ilusiones auditivas o visuales y robóticas,
se crean espacios en los cuales tanto el entorno como los demás participantes son imágenes virtuales que a través de robots brindan
sensaciones. Es muy utilizado por los fanáticos de las bacanales y orgías. El conjunto de estas actividades junto con
las deportivas rentadas, y las drogas ilegales, son los principales alicientes del diario vivir
en esa parte del mundo. Este tipo de atracción y de actividades, están casi
todas reñidas no en su forma, sino en su contenido, con la concepción de vida
del mundo que maneja el dinero nominal. Luego de mucho pensar y al tener poca
posibilidad de ideas al respecto por parte
del gran cerebro electrónico, las corporaciones cooperativas invitaron a
todas las cooperativas existentes, a brindar proyectos de entretenimiento y de
generación de obras artísticas de distintos tipos, representaciones de
distintas obras, creación de academias de arte, de danza, de canto, de teatro,
formación de deportistas, en general de todo aquello que puede buscar el
espíritu superior humano. Se decidió luego de cotejar todas las ideas, que
había que respetar lo que la gente había creado, orientando simplemente los
contenidos. Así se hizo y para sorpresa de muchos, hubo algunos artistas del
capitalismo que se integraron a la zona cooperativa, y comenzaron como los
demás habitantes a trabajar en una cooperativa, y en los ratos o tiempo libre
concurrían con grupos de aficionados para formarlos. Las cooperativas en donde
trabajaban, decidieron en común acuerdo, fijarles tres horas menos de las seis de trabajo diario, y se les asignaba el doble valor de lo producido,
que se cubría entre los demás asociados.
Esas horas libres, las emplearon para formar nuevos actores y actrices,
así como academias de teatro y espectáculo. Comenzaron así a crear la nueva
cultura sin intereses puestos por encima de la vocación y la entrega a la
misma. Esto estaba de acuerdo con la nueva moral que debía imperar alguna vez
en el mundo.
PROBLEMAS
GENERADOS POR EL CAMBIO EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA
Si
bien los adultos comprendían bien lo que querían lograr, los niños y jóvenes
que aún no tenían la edad de inserción laboral, fijada en dieciocho años y
especialmente los que concurrían a establecimientos educativos no cooperativos,
debían elaborar el cambio y las consecuencias del pasaje del dinero anónimo al
nominal, con el cual no tendrían contacto físico. En la época de la
transformación, la mayoría de los padres daban dinero a sus hijos para compras
pequeñas ya fuera de golosinas, alimentos o materiales para la educación.
Cuando eran adolescentes, les daban también para la salida con amigos, y la
diversión infantil y adolescente en bailes, parques de diversión, cines o
teatros. A pesar de ser familias cooperativas; el hecho de convivir con
capitalistas, los inducía más aún a respetar esa tradición para que sus hijos
no se vieran disminuidos. Por ello ya perfilaban con más poder y acceso a
diversión y entretenimiento, los hijos de los hogares más pudientes. Los chicos
así aprendían que había distintas posibilidades de acceso al dinero, y el
trabajo era solamente una de ellas, la mayor de las veces la menos importante.
También tenían la idea que el dinero brindaba poder y privilegios. Las zonas
que se declararon partícipes del movimiento mundial de dinero nominal,
prestaron la debida atención a estos fenómenos e inmediatamente a través de
encuentros con los docentes, elaboraron un plan de contención ante el cambio.
Ese plan se comenzaría a implementar el siguiente año lectivo, de modo que el
cambio del dinero anónimo a nominal, comenzó a aplicarse en cada país
simultáneamente con el comienzo de clases luego de las vacaciones que señalaban
el término del año escolar. En cada zona
geográfica hubo unos meses de espera hasta el comienzo de la implementación, durante
los cuales se ensayó el sistema. También
fue el período en que cada familia que enviaba a sus hijos a establecimientos
tradicionales no cooperativos, decidió
lo que hacer, porque debían cambiar a su prole a un instituto cooperativo, o de
lo contrario, renunciar al trabajo en su cooperativa y establecerse o conseguir
empleo en la zona capitalista. Esta última alternativa fue muy escasamente
seguida de manera que los casos puntuales siempre se pudieron resolver. El
nuevo año lectivo, comenzaba junto al dinero anónimo, con las siguientes pautas
educativas. Los alumnos carecían de dinero ya que no había más dinero anónimo
de uso posible allí. Para poseer la tarjeta dinámica, había que tener la edad
laboral, y revestir en una cooperativa de producción o de servicios. Para
resolver ese problema que representaba para la gran mayoría de niños y jóvenes
una especie de castigo o violencia, se creó un cuerpo docente de generadores de
actividades rentadas. Cada
establecimiento tenía una tarjeta dinámica institucional a nombre de su
director, para los movimientos de dinero interno del colegio. Esta nada tenía
que ver con la personal del director que usaba como todos los demás habitantes,
para su vida personal. Además se proveía de una tarjeta múltiple cada tres docentes
generadores de actividades. Estos tenían incorporados en la misma su chip de
ADN, de modo que cualquier informe o transacción, debía hacerse con los tres
docentes presentes, ya que luego de iniciada la apertura de la tarjeta, el
tiempo para una operación era de dos minutos, renovables, si hacía falta más
tiempo. Cada tarjeta, contenía una suma de dinero inicial, y un tercio correspondía
a cada uno de los docentes partícipes. Ellos
sugerían actividades que ya estaban probadas en la era anterior en el colegio,
como por ejemplo crear una huerta en parte del terreno disponible, crianza de
pequeñas mascotas para venta ulterior, o compra en grandes cantidades de
material escolar para su venta posterior al menudeo. En cada caso, se giraba al
gran cerebro electrónico lo que se hacía
y el mismo informaba los precios de costo de insumos y de venta de verduras y
frutas obtenidas o de mascotas criadas y de compra al mayor y venta al menudeo
en caso de útiles escolares. La mayor
parte de las ventas las realizaban a parientes o amigos, aunque podían hacerlo
a otras personas que concurrían al establecimiento a comprar. Con la cantidad
inicial del dinero el grupo de alumnos compraba lo necesario al precio fijado,
y luego vendía lo obtenido a un precio mayor, también fijado. Devolvían el
importe que les habían prestado para iniciar el circuito según iban vendiendo
sus productos, una vez cubierto ese importe lo que iba ingresando quedaba en
posesión del grupo, que decidía en que gastarlo. Si era por ejemplo para concurrir
a un cine, quedaba registrado así, y debían emplearlo para tal fin, que era el
que ellos habían elegido. Si era por ejemplo para un juguete costoso, de uso en
juegos compartidos, se adquiría y jugaban en el colegio todos los
partícipes. Con el tiempo, muchas salas
de música se poblaban de baterías que compraban grupos de cinco alumnos, y
quedaban cuando ya no la usaban más, de propiedad del colegio. También lo
podían emplear para comer golosinas y bebidas no alcohólicas, que también
compartía el grupo en el colegio. Esta nueva modalidad, transformaba lo que
antes era competencia individual de poder de compra según el dinero que cada
uno conseguía, en una actividad solidaria y cooperativa compartida de común
acuerdo e igualitariamente entre todos. Se comenzaron a generar por parte de
algunos grupos ayudas solidarias en varias situaciones conocidas por ellos,
todo quedaba registrado en la tarjeta y a disposición de la información a los
padres. Estos aunque no quisieran, sabían y tenían control sobre los gastos de
sus hijos ya que eran informados por el colegio, y los gastos personales fuera
del colegio no había otra forma que hacerlos que a través de las tarjetas del
padre o madre, personalmente por los mismos.
Los jóvenes se adaptaron fácilmente, y las generaciones que siguieron,
no tuvieron problemas ya que se iniciaron con el nuevo modo de operar. En lo que más hacían hincapié los generadores
de actividades a sus alumnos, era el hecho que todo lo que lograban era
imposible hacerlo uno solo, y tampoco podían comprar en forma individual
juguetes costosos, que gozaban compartiendo en juegos comunitarios. Lo que se
presentaba en los inicios como un problema agudo, fue gracias al entusiasmo
juvenil uno de los hechos menos problemáticos del cambio social.
EL
GRAN CEREBRO ELECTRÓNICO
Luego
del atentado sufrido en Japón antes del método satelital, y la constante
irritación del cada día más acotado sector capitalista, poseedor aún de una
parte importante del planeta, mantenía sensible a la comunidad nominal, la cual
a través de sus dirigentes pensaba permanentemente la forma de preservar a su
cerebro con toda la inmensidad de su información. El espíritu y sentimiento
cooperativo encontró el paliativo no tan solo ante atentados posibles, sino
frente a cataclismos o desastres naturales. Varios dirigentes calcularon el
tiempo que tardarían en una catástrofe, en el peor de los casos imaginable, en
poner nuevamente a funcionar el sistema. En ese momento existían dos satélites en funcionamiento, cada uno era
una copia idéntica al otro, que simultáneamente ingresaban y procesaban toda la información recibida. Las respuestas
las brindaba uno de ellos, el que estaba más cercano al punto geográfico solicitante.
En un caso de cataclismo, en uno o ambos cerebros, estos girarían
automáticamente la información que contenían a un cerebro vacío situado en la
tierra cuya ubicación la conocían
solamente tres personas del sistema cooperativo no identificadas públicamente. El tiempo en que podría ponerse a funcionar
todo transitoriamente, era como mínimo de una semana. Entre todas las ideas
presentadas para resolver ese temor, se implementó una solución cooperativa. Se
basaba en lo siguiente. Todo el contenido y accionar del cerebro electrónico,
estaba también en la posibilidad del cerebro humano, ya que cerebros de esta
especie lo habían concebido y logrado. El problema principal era la velocidad
operatoria, vertiginosa en la máquina, mucho más lenta en el cerebro humano.
Pero si se ponía a algunos cientos de personas, cada una de ellas encargada de
una pequeña parte de lo que hacía en total el gran cerebro, y lo volcaban a un
programa electrónico de computación que fuese integrador, tal vez en pocos
minutos cada uno ayudado por una buena computadora, podía dar la respuesta
correcta. En un gran salón de una de las más grandes corporaciones
cooperativas, se hizo una prueba. Se juntaron trescientos especialistas
económicos y en computación para formar un sistema en red para que la
computadora de cada uno volcara su información a una terminal receptora e integradora. En el
programa de cada uno, se ingresó un área del gran cerebro al cual se le había
solicitado que enviase toda la información que contenía fragmentada en
trescientas partes para ingresarlas una en cada computadora a disposición del
ensayo, y cuando todo estuvo coordinado, se enviaron preguntas al gran cerebro, de
varios temas, por ejemplo últimos movimientos de una tarjeta, saldos, ingresos,
egresos, dinero disponible para alimentación, sugerencias, saldos a pagar. La
respuesta del gran cerebro demoró los segundos que tardaba en llegar la onda
del satélite, la proveniente del conjunto experimental, tres minutos. Los
resultados salvo en el tema sugerencias, fueron idénticos. Hubo una gran
celebración por haber encontrado un modo factible de solucionar una catástrofe en
forma transitoria, hasta reparar los daños.
Se tomaron entonces dos determinaciones: una generar un curso de post
grado en ingeniería de sistemas para manejar todo lo atinente al gran cerebro.
La otra, asignar a cada uno de
trescientos expertos, una de las diferentes
fracciones utilizadas en el experimento, y la obligación por parte de
los mismos, de mantener al día actualizada la totalidad de la información. Bastaba comunicarlos entre sí, y se
conseguía manejar la información total. Mientras
nada ocurriese, cada uno estaría en su hogar, de incógnito, dispersos en el
área geográfica asignada. En una catástrofe, serían llamados a reunirse, como
si fueran bomberos llamados al cuartel para apagar un incendio. Es nuestro
ferviente deseo, que jamás sea necesario efectuar tal operativo.
ASPECTOS
SOCIALES DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL
Es
necesario mencionar la manera práctica
que los seres humanos utilizaron para
conseguir el equilibrio y
convivencia de la sociedad mundial, más
allá de los forzados acuerdos que surgieron para poder conseguir la integración
humana entre dos conceptos contrapuestos de importancia primordial, como fueron
en ese momento el dinero anónimo y el nominal. El mundo humano no se espantó,
debido a que existía un antecedente en el planeta, aunque por causas diferentes,
que había conseguido precariamente mantener un cierto equilibrio y comprensión.
Era el caso de Israel y sus opositores
Palestinos, que ocupaban parte de su territorio, desde antes de que los
modernos israelíes los reconquistaran mediante decisiones políticas mundiales.
Esas islas terrestres que quedaron establecidas, fue un territorio de365
kilómetros cuadrados denominado franja de Gaza, y otro de 5655 kilómetros
cuadrados, conocido como la Cisjordania. En el caso del dinero, se establecieron islas
de dinero nominal sustentadas por el cooperativismo, en territorio de dinero
anónimo regido por el capitalismo. Los primeros problemas se presentaron en la
ocupación de espacios, en relación con el desarraigo. Si bien en todos los
casos se producían los cambios en el interior de una misma nación, para muchos,
cambiar de zona geográfica o aún de barrio, significaba una cuestión espinosa. Esto
trajo aparejado, que unas cuantas cooperativas no se movieran del lugar en
donde se encontraban, ya que era necesario formar poblaciones enteras que tuviesen
al menos un conjunto de instituciones hermanas para lo esencial de la
producción, abastecimiento y servicios. No pudo entonces lograrse un cambio
repentino total en el movimiento, el cual quedó fundamentalmente a cargo de las
corporaciones cooperativas y a pueblos o ciudades cooperativas. En el resto, se
dieron circunstancias variadas, desde instituciones que no adhirieron al dinero
nominal, hasta una participación parcial a mayoritaria en el mismo, colaborando
cada una en la proporción que consideraba que podía hacerlo para no poner en
riesgo a su conjunto asociado. En este sentido se trató que el cerebro
electrónico aportase de acuerdo a los datos girados al mismo, la opinión en
cuanto a las posibilidades en cada caso.
Los que quedaron en situación más incómoda eran conjuntos de
cooperativas que solamente cubrían algunos de los aspectos de las necesidades
humanas, y que decidieron a pesar de estar geográficamente lejos, intercambiar
su producción con el núcleo menos lejano que tuviese, para atender a todos los
requerimientos de producción faltante. Esto ocurrió con mucha frecuencia en grandes
ciudades, en las cuales el capitalismo era fuerte, y fue en los únicos casos en
que se recomendó prohibir a los asociados el dinero anónimo, para que el
capitalismo no pudiese doblegarlas o absorberlas. Hubo entonces un período en el cual
coexistieron instituciones con variada forma de accionar, por lo cual las
corporaciones cooperativas hicieron un esfuerzo supremo para ayudar a las
entidades hermanas que quedaban en territorios muy adversos. Se entendió y fue
también la opinión del cerebro electrónico, que había que poner urgentemente
como meta futura, la formación de nuevas ciudades cooperativas, donde poder trasladar
lejos de las grandes urbes a la mayor cantidad posible de cooperativas
comprometidas o que no podían lograr el pase al sistema nominal. Hubo un cierto
hecho que favoreció la posibilidad de poseer dinero anónimo en buena cantidad
en los Consejos de corporaciones cooperativas o grupos que ya solamente manejaban el dinero anónimo. Ocurría que una cantidad importante de
asociados, tenía parientes en la zona capitalista que no adherían al sistema
cooperativo, principalmente de clase media alta y clase alta. Se determinó que
en los casos que asociados heredaran dinero anónimo de esos parientes, lo dejasen en cuentas a
nombre del heredero, en los bancos estatales o centrales de la zona
capitalista, ya que no les era permitido llevarlo como tal a la cooperativa o
la ciudad o pueblo de tales características. En la época de vacaciones, podían
pasarlas en la zona donde tenían el dinero y gastar parte de su cuenta allí, o
comprar bienes que debían guardar también allí ya que no se habían adquirido
con dinero nominal. Esas personas trataban en un principio de gastar de ese
modo el dinero, pero bien sabían que al no haber derecho de herencia en su
zona, sus hijos podían heredar el resto que quedase, pero para usarlo en la
misma manera que ellos la habían usado. Además la zona capitalista no era segura,
en muchos países había inflación y esa era una forma de ir perdiendo dinero, y
como el paso del tiempo mostraba que cada vez la corrupción allí era mayor, la
voracidad de los más ricos creciente, y el futuro más incierto, muchos de los
asociados en esa situación, comenzaron a dejar en sus instituciones el dinero
anónimo, para impuestos estatales y otras imposiciones. Sus cooperativas aceptaban, pero en las
corporaciones, sus adherentes pensaron en una buena forma de acrecentar con
cierta rapidez el dinero nominal. El cerebro electrónico calculó que la
proyección estadística del dinero anónimo de la cantidad de asociados que recibían por distintos hechos familiares, dinero
capitalista, permitiría adquirir grande predios alejados de las grandes urbes a
dueños capitalistas en zonas rurales, y construir viviendas e infraestructura
para poner en marcha cooperativas de producción. Ello permitiría el alquiler o compra de las
viviendas construidas por la corporación cooperativa, por parte de nuevos
asociados, utilizando el dinero nominal que recibirían en su producción, lo
cual sería un gran atractivo para las clases bajas que quedaban en zona
capitalista, que podían ser transformados en nuevos adherentes al movimiento y
al sistema. Se hizo un relevamiento mundial de la cantidad de asociados que
estaban dispuestos a poner su dinero anónimo trasladándolo desde los bancos
donde lo tenían hacia los Consejos de las corporaciones cooperativas. Se logró
una gran disposición, de modo que se encaró una primera experiencia en cada
país en donde el sistema estaba bien desarrollado. Fue el principio de un gran impulso. Hubo por
supuesto que resolver muchas cuestiones y temas, pero con buena voluntad e
ideal de progreso en lo emprendido, comenzó a crecer la modalidad del dinero
nominal. Ayudó que poco a poco fueran disminuyendo las cooperativas
dispersas en zona capitalista e
incrementando las nuevas ciudades
cooperativas. Un tema que produjo cierto enlentecimiento fue la tardía
resistencia capitalista, debido a la cual hubo que manejar situaciones
problemáticas y a veces graves, pero que fueron resueltas a pesar de tener que
elevar los presupuestos y la cantidad de cooperativas de seguridad a cargo de
la defensa y control del accionar casi siempre mafioso de algunos magnates. Con
el paso del tiempo se consiguió una mayor libertad y seguridad, cada vez las
nuevas ciudades o pueblos cooperativos necesitaban menor blindaje y defensa
persuasiva. En los comienzos del presente siglo, comenzó a vislumbrarse que el
dinero nominal y su sistema de permanencia, había logrado hacer pie firme en la
sociedad humana.
No
hay que olvidar cuáles fueron los dos primeros objetivos económicos que el gran cerebro recomendó tomar en cuenta
prioritaria y fundamental. El primero fue resolver si era posible por acción
propia, y de no serlo, alcanzarlo por el logro de acuerdos, el abastecimiento de los productos
monopolizados a través de acuerdos entre grandes grupos capitalistas, que eran
esenciales para la vida. Los principales eran las grandes materias primas
provenientes de la minería y los materiales energéticos, a saber el petróleo,
la energía atómica y algunas nuevas tecnologías, sobre todo en el área de la
salud. El segundo era lograr la aceptación
de los nuevos conceptos y las posibles consecuencias en el vivir, por la población adulta activa y pasiva, y la
planificación educativa para las nuevas generaciones que estaban por pasar a la
etapa adulta. En cuanto al primer
objetivo, que retardó algunos meses el despegue del cambio, tuvo el principal
escollo en el problema de la minería y algunas nuevas tecnologías monopolizadas
a través de grandes laboratorios del área de medicamentos y de biotecnología.
Las minas de material férreo para elaboración de distintos tipos de hierro y
aceros, las de minerales conteniendo aluminio, y otros muchos materiales
provenientes de minerales, los semiconductores, el carbón, fueron en su
extracción y elaboración, productos que
había que pagar en dinero anónimo, y en lo que se prestó especial atención para
tratar de poder realizar en la mayor
proporción posible, canjes o trueques. El petróleo y la energía atómica
resultaron secundarios, ya que algunas de las ciudades cooperativas, habían ya
logrado reemplazarlos por formas de energía limpia y ecológica, como la energía
solar, la eólica, la hidráulica y química, y eran cabeza mundial en productos
elaborados en base a esas energías. El armamento lícito o ilícito no era por el
momento de interés, de modo que una vez que se logró cubrir el dinero anónimo
en los gastos que esos rubros
demandaban, se lanzó el proyecto a la arena de la acción. El segundo aspecto,
había que resolverlo sobre la marcha, con el apoyo de todo el plan educativo,
que no se hizo solamente para las nuevas generaciones. Lo que se comenzó a
implementar enseguida fue el establecimiento entre la clase pasiva de escuelas
de política cooperativa, ya que para la clase activa no se permitía ya
ancestralmente por ley en todo el mundo. El interés era lograr con el paso del
tiempo colocar en las distintas naciones, dirigentes políticos que actuasen en
los Congresos y si era posible, intervenir en las políticas de los poderes
ejecutivos. Era la única manera de poder terminar con los monopolios de los
subsuelos de muchas naciones, cuya minería estaba en estado de concesión a
empresas capitalistas, lo cual habían conseguido en virtud de préstamos a
muchas gestiones gubernamentales deficitarias. La extracción y explotación de
todas las principales áreas mineras del mundo, estaban por convenios
establecidos, en manos de empresas representadas por los países más poderosos
del mundo. Una vez que se lograra la abolición de semejantes tratados, se
encararía la adquisición de territorios con materia prima extraíble. Mientras
tanto, una gran cantidad del esfuerzo se dirigía al reciclado de materiales en
desuso, conteniendo los preciosos y necesarios metales, empresas a las cuales
ya se había dado ecológicamente gran impulso a través del cooperativismo.
Hubo
muchos casos especiales, en los cuales distintos factores se entremezclaron, y
se puede mencionar alguno que haya contemplado más de un aspecto principal, que
se haya resuelto a través del tiempo y que
haya generado en el transcurso de la resolución de problemas el afianzado
de la moral cooperativa sustentada por el dinero nominal. Es el caso de los
deportes, especialmente los seguidos por multitudes, que el capitalismo de
antaño disfrazó a manera de eufemismo, con la categoría de “profesionales”. Fue
el modo de establecer grandes negocios y negociados, en los cuales los
protagonistas principales considerados profesionales cobraban grandes cifras,
pero era una nimiedad frente al dinero que involucraba el negocio. Ocurrió en
poco menos de un siglo que las cooperativas o las corporaciones cooperativas
tenían actuando en su seno, su cuadro favorito de futbol amateur que
participaba en campeonatos de ligas cooperativas. Los jugadores eran asociados
jóvenes imbuidos en el cooperativismo, y aparecieron en los equipos figuras notables.
Comenzó a darse la paradoja de que eran mejores que los profesionales, sin
cobrar nada, solamente jugaban de alma, por su equipo y cooperativa. Solían
ganar los partidos amistosos contra equipos favoritos del mundo capitalista.
Finalmente con sus pautas lograron competir en campeonatos mundiales y durante
tres torneos consecutivos un equipo del sector nominal fue campeón del mundo.
Se practicaba el verdadero deporte, así como también el verdadero arte,
literatura, y otras actividades similares.
Como
ilustración de otras áreas, daremos un ejemplo que ocurrió en Argentina, con
dos farmacias vecinas, situadas en territorio capitalista, una de las cuales
revistaba en una cooperativa y la otra no. La cooperativa también estaba
situada en el mismo territorio, de modo que en el momento de iniciarse el
cambio, los asociados decidieron operar según las dos posibilidades de dinero,
con vistas en el futuro a incorporarse al dinero nominal en forma definitiva. Había
en ese momento dos laboratorios productores cooperativos, situados en la zona
nominal, y también allí existían dos instituciones sanitarias del tipo de los
clásicos hospitales. Los asociados que vivían en la zona cooperativa,
concurrían en cierto número a adquirir los productos en la zona capitalista,
pero lo hacían solamente con la tarjeta dinámica, en farmacias de asociados, ya
que no manejaban dinero anónimo. Los medicamentos eran de los dos laboratorios
cooperativos, que cubrían todos los
principios activos existentes, y los médicos cooperativos solamente recetaban
productos de origen cooperativo,
entonces el acto profesional se acreditaba en la tarjeta del
farmacéutico, y este importe iba en primer término al sector de alimentos. En
ese ítem, al menos debía obtener en su saldo mensual, la mitad de la suma considerada por el gran cerebro. El
farmacéutico debía entonces gastar lo obtenido por esa vía, en las cooperativas
de provisión, que en su mayoría estaban en el sector cooperativo, pero algunas
estaban también en el sector capitalista. Por el solo hecho de estar asociado a
una cooperativa era posible adquirir con la tarjeta nominal, alimentos, en cualquier cooperativa de provisión. El
resto de medicamentos vendidos al público capitalista, debía adquirirlos en una
droguería capitalista privada, respetando las normas de ese sector. Su colega vecino,
capitalista solamente podía atender al público de dinero anónimo, por lo cual
debía asociarse a todo tipo de obras sociales, lo cual cada día le resultaba más
complicado, principalmente por el pago retaceado en muchas ocasiones. Con el
tiempo, en el ámbito cooperador comenzó
a hacerse más firme la idea que en breve toda la operatividad sería en la zona
cooperativa y únicamente en dinero nominal. Había que decidirse, o quedarse en
la zona capitalista y renunciar a la cooperativa, que a esa altura ya se había
mudado a la zona cooperativa, o mudarse y emigrar de su actual lugar al mundo
nominal. En el mundo capitalista, el farmacéutico era dueño de su local, porque
lo había adquirido, pero como farmacia le era imposible venderla; era muy
pequeña para interesar a las grandes cadenas de farmacias, los pocos
farmacéuticos que en esa zona se recibían no se aventuraban a competir con las
cadenas, se empleaban en las mismas directamente, en cambio los colegas jóvenes nominales, se
establecían en los locales que estaban disponibles ya que habían pasado la
titularidad a la cooperativa donde revistaban, por fallecimiento de sus antiguos
dueños, de acuerdo a las nuevas disposiciones establecidas. No debían pagar
alquiler ya que era el lugar de desarrollo profesional. Su propio hijo, había
estudiado farmacia en la universidad cooperativa, y estaba desarrollando su
profesión en esa forma, totalmente integrado al sistema nominal. Manejaba menos
de doscientos medicamentos que cubrían la totalidad de patologías y provenían
en su mayoría de los dos laboratorios cooperativos y algunos aportes de nuevos laboratorios
cooperativos instalados en otras zonas nominales próximas. El profesional al
cual nos estamos refiriendo, tuvo la oportunidad clara de cotejar la vida que
llevaba su vecino capitalista con la de su hijo, y como se perfilaba el futuro
de cada uno. Se daba la prueba palpable
de que una seguridad bastante buena de su sistema, se contrastaba con un
horizonte cada vez con menos salida del opuesto. Dentro del tema de seguridad,
estaba la propia, cada vez más amenazada por bandas de adictos a las drogas,
asaltos con crecimiento de la impunidad, impuestos que hacían temblar y
arrasaban con toda la ganancia, mantener
un stock de varios miles de medicamentos, y obras sociales que cada vez se volvían
más abusivas, pagos que terminaban no realizándose, y muchas situaciones
adversas más. Había también una cierta tranquilidad en el sector nominal, ya que los sistemas de seguridad y la policía
cooperativa junto a la respuesta inmediata ante cualquier peligro por parte de
los asociados, evitaban toda invasión indeseable y extraña, y el
cooperativismo, había ocupado las zonas geográficas consideradas de menor lujo,
se desarrollaba de preferencia en zonas rurales y formando nuevas ciudades con cariz fundamentalmente ecológico. Se
había intentado sin éxito un par de invasiones de origen capitalista, lo cual les dio aún más fortaleza y prestigio
en su defensa. Resolvió cerrar la farmacia en la zona capitalista y alquilar el
local para un maxi quiosco. Dejó el importe mensual percibido en una cuenta del
Banco Nación, y cada tanto, pasaba unos días de vacaciones allí, gastando parte
de lo recaudado. Además, ante cualquier falta transitoria de dinero anónimo,
para pagar impuestos nacionales, por parte de su cooperativa, tenía la
satisfacción de proveerlo, para que se lo devolviesen más adelante. Jamás se
arrepintió, y pasó una vida mucho más tranquila, que luego fue aún mejor para
su profesión, al consolidarse todo el sistema sanitario.
CLASIFICACIÓN
HUMANA DEL NUEVO ORDEN
SINCEROS,
DUALISTAS Y ESTAFADORES CON SEDUCCIÓN.
Todo cambia en
este mundo. Muchos de los cambios se consolidan en la sociedad humana, a través
de aspectos de la conducta que en una época resultan destacables. En este
siglo, lo fundamental ha sido la
resultante de la revolución que ha constituido la aparición y afirmación
del dinero nominal, y para el manejo social e incluso la legislación vigente,
se han tenido en cuenta las conductas humanas principales, que no son nuevas en
la historia del ser humano, pero que ahora se han establecido de tal modo, que
todo habitante del globo pertenece en su mayor proporción, en los actos de su
vida, a alguna de estas tres maneras, y la aspiración nominal para consolidar
lo logrado con tanto esfuerzo, es que la mayoría humana sea permanente y
definitivamente sincera. Los dualistas
deben tender a sincerarse, y los estafadores especialmente los seductores, a
desaparecer. El sincero en todo sentido, es incapaz de engañar, o de aceptar
conductas o maneras que puedan hacerlo. Por ello rechaza de plano la existencia
del dinero anónimo, que ha demostrado con creces ser el mayor de los engaños del
devenir humano. El comportamiento dualista, está impregnado de conducta
hipócrita. El ejemplo clásico es el dualista que asiste a una discusión de dos
posturas antagónicas. Frente a tal circunstancia, en una discusión antagónica, buscará
la manera de que los ponentes se separen y luego irá primero con uno y luego
con el otro en lugares diferentes, de forma tal que no se enteren de su
proceder y le dirá a cada uno que tiene la razón total sobre lo discutido. Esto no será meramente para congratularse,
sino para sacar provecho de ambos, sin interesarle el aspecto moral en lo más
mínimo. Como es el comportamiento más peligroso, la libertad de acción de estos
individuos ha sido al menos controlada y en cada etapa, lugar o accionar, se han
establecido normas que eviten el daño que puede producir esa actitud. Muchos
países han penado severamente el pertenecer a escondidas al sistema nominal y
al capitalista en forma simultánea, en otros ante la comprobación de esa
actitud se les prohíbe ocupar cualquier cargo, ni cuando dejan de ser activos
ejercer cargos políticos y en las asambleas que les corresponden en su
actuación cooperativa, les quitan el sagrado derecho a voto. Conforme va progresando el avance cooperativo
y disminuyendo el capitalista, ese sector va disminuyendo notablemente, pero
también los que quedan activos son los más falsos y peligrosos. La categoría de estafadores seductores, son
los que aún suelen engañar en forma incomprensible a grupos humanos a los
cuales terminan sojuzgando y esclavizando, pero esos grupos económicamente
esclavizados, al enterarse de cómo pueden vivir en el cooperativismo, tienden a
disminuir al migrar hacia las zonas cooperativas. El ideal de la sociedad cooperativa actual es
llegar al punto que toda persona que sea incapaz de liberarse de ese oprobio,
se lo considere enfermo y tratarlo de modo que pueda, libremente optar por el
método que no dañe su integridad y vivir dignamente. Por otra parte, es tal el
relajo entre los competidores capitalistas, que subsistir en su sector, salvo
en el caso de ser multimillonarios, es de una audacia y desprecio total del
individuo hacia sí mismo. Por el momento
debido a la naturaleza humana, es
imposible lograr una sociedad totalmente sincera, se asegura que cuando se
logre, se habrá producido una mutación del homo sapiens, y estaremos en
presencia de una nueva especie, lo cual redundará en el beneficio de la humanidad.
CRÓNICA DE UN DÍA
DE VIDA DE UNA FAMILIA COMÚN.
Este
pequeño libro de texto, terminará con una crónica de la vida moderna de un
matrimonio con un hijo menor, de ocho años, que asiste a un colegio
cooperativo. Tienen además a su cargo la tenencia asignada de una niña de ocho años, cuyo padre viudo,
cumple en el presidio del estado, una condena perpetua por asesinato. La
finalidad es por una parte dejar establecida para generaciones futuras que usen
esta obra, la vida básica en la economía de este momento y por otra parte
mostrar que si bien la sociedad moderna es mucho mejor que la del anterior sistema,
no deja de padecer el resultado de pasiones humanas y defectos sociales que no
pueden escapar a la naturaleza de los hombres y mujeres, que son simplemente
eso, y no serán jamás dioses, debiendo por lo tanto en forma dinámica, corregir
en la mejor forma posible los errores,
vicios y desviaciones de los mortales.
Augusto,
despierta espontáneamente de un sueño reparador, a las seis menos cinco minutos
de la mañana. Lo primero que hará será despertar a su mujer, Livia, que aún
duerme plácidamente a su lado. Luego seguirá el desperezar de Ernesto y Roberta
que está uno en la habitación lindante y la otra en la situada enfrente a la
que ocupan ellos. Ernesto, como de costumbre, abre un solo ojo y con la mano
hace señas de su próxima incorporación.
La niña parece enojada, pero el tutor bien sabe que es su acostumbrada
actitud. Se siente como si fuese el padre biológico, cada vez más contento de
haber solicitado en la hoja social, una criatura que estuviese sola y
desamparada. Podría haber optado por víctimas de maltrato o disminuidos
mentales sin necesidad de cuidados especiales o internación, o tres mascotas
pendientes de adopción. Abandona a los
niños y se dirige a la cocina para preparar el desayuno. El día anterior
adquirió con su tarjeta, una mermelada, manteca, tostadas y galletas. Se dirige al cajón donde está su
tarjeta dinámica y corrobora el ingreso de lo llevado de la proveeduría, para
lo cual la introduce en la ranura de
la terminal domiciliaria. Su saldo está
holgado, de modo que en cualquier momento pedirá una buena torta. Su esposa,
como de costumbre se hizo cargo de la leche, chocolate y naranjas para
jugo. En breve, aparecen los chicos y
Livia, y se sientan a devorar el desayuno, mientras comentan las inquietudes de
cada uno. No tienen ansiedades especiales, la principal es el funcionamiento de
la cooperativa, según informa el cerebro electrónico satelital, el accionar es
correcto y hay proyección de que habrá excedente en el balance, de modo que tal
vez emprendan un viaje de vacaciones en el verano próximo. Ernesto está
preocupado por ver el interior de una caja situada en el extremo de la mesa,
sabe por su madre que la dejó el día anterior Lino, el Asistente
Doméstico. El contenido sin duda será
algo interesante, y mientras piensa en ello, ve ingresar luego de pulsar su
aviso, al esperado colaborador hogareño. Los saluda y como falta media hora
para que la familia se retire, procede a abrir la caja y extraer de su interior
una especie de muñeco, que conecta en forma inalámbrica al sistema de provisión
domiciliaria. Les hará una demostración
de su actividad, para reemplazarlo si están conformes, por el antiguo servidor,
que no tenía aspecto androide. Pueden comprarlo, de lo contrario, estará
incluido el servicio por el costo habitual, y lo llevará y traerá a diario,
Lino. En breves instantes lo pone en marcha, ante la atención familiar
expectante. El asistente les enseña a manejar los comandos, y regular la
velocidad y detenimiento al realizar cada tarea. En ese primer día solamente
pueden constatar la forma de retirar la vajilla, ponerla a lavar y luego secar,
y realizar la limpieza del área y enseres ocupados en el desayuno. La más satisfecha
es Livia, que constata una mayor efectividad y prolijidad que el modelo
anterior, acompañada por una sonrisa permanente que humaniza la acción,
anteriormente fría y mecánica. Llega la hora de la salida, y ese día como no
hay mantenimiento especial para ordenar o efectuar en el aparataje, Lino se
ofrece para llevar los niños al colegio. Ordena a su flamante androide juntar las
golosinas que los niños le solicitan, de acuerdo a lo que los padres han
adquirido. Durante el viaje a la
escuela, conversan animadamente mientras terminan de acomodar los útiles a
utilizar ese día, y dulces que repartirán entre sus compañeros. El asistente
aprovecha para marcarles las diferencias que existen con la infancia del
anterior sistema. Les comenta:
-Lo
que van a repartir entre los amiguitos, se ha adquirido con la tarjeta dinámica
de vuestros padres. Ellos pueden hacerlo, porque mensualmente les sobra algo de
la asignación de alimentación, como también ocurre con muchos otros niños.
Antiguamente, los niños aprendían pronto el valor del dinero anónimo que
manejaban los padres, y les pedían a ellos que les dieran una pequeña cuota
para sus gastos infantiles, lo cual sucedía en casi todos los casos, y en los
albores del nuevo sistema, se había universalizado. Aprendían así los niños en
su tierna infancia que eran poderosos si
tenían una buena suma, y carentes si no la tenían. Estos hechos
constituían la primera escuela de
dominio de la vida, que se podía resumir como: “tanto tienes, tanto vales”. El
hecho que les dieran el dinero, llevaba al concepto que no era necesario
producir o trabajar para obtenerlo, estaba en relación del arte de obtenerlo.
En esta formación perversa, ya se inculcaba en la mente infantil el conseguir
dinero con poco esfuerzo, para conseguir juguetes y diversiones, además de
comidas llamadas chatarra, de escaso o indeseable valor alimenticio pero
sabores atrayentes. Ya se establecía desde el centro educativo la diferencia
entre los afortunados que lograban mucho, sin esfuerzo y carentes cuyos padres
podían darle muy poco. Además poder conseguir bienes sin el control parental, y
a exigir recompensas para por ejemplo ser buenos estudiantes. En nuestro
sistema actual, las situaciones de los distintos grupos familiares en las
cooperativas que comparten un colegio, es de economía parecida, no hay grandes
diferencias, los niños no pueden ocuparse en conseguir dinero, sino objetos o
alimentos que se adquieren en el hogar y eligen junto a sus progenitores, con fines de esparcimiento. Todos los niños
saben bien que eso sale de las tarjetas de sus padres, que son los únicos que
pueden manejarlas, y que cada uno tiene la suya, no pudiendo utilizar la de
otra persona. Deben esperar hasta ser adultos, en edad de poder trabajar para
administrar bienes, mientras tanto deben vivir infancia y al menos parte de la adolescencia como una
preparación para la vida, para decidir
entonces en la adquisición de enseres y servicios. Aprenden también que todos
son responsables y parte de la cooperativa de sus padres, y tendrán buen pasar
si la institución funciona y rinde bien,
por acción mancomunada de todos. Anteriormente los que poseían más dinero,
generalmente lo utilizaban o directamente o a través de lo que adquirían, como
poder para comprar voluntades de los compañeritos, y solían ser avaros y no
compartir con los menos afortunados. En la actualidad, no es así, se comparte
lo que traen de los hogares, se organizan reuniones en las que aportan los
excedentes los que los tienen, debido a que por naturaleza son de poco
consumir. Algunos que les gusta ser
protagonistas, tratan de hacerse famosos entre los asociados, compitiendo en
organizar fiestas que den que hablar con los manjares que aportan. Con este
sistema, se ha erradicado el hambre, es desconocida para las nuevas
generaciones, los planes sanitarios y su educación consigue dietas equilibradas
para lograr la sociedad sin obesidad ni anorexia.
Muchos
aspectos han cambiado, uno de fundamental importancia ha sido la recuperación
de la conducta animal, mantenida por millones de años principalmente por los mamíferos y aves por instinto y
observación, y defenestrada por el humano, por miopía vital, soberbia, y uso
indebido del poder, generado como invento irracional. El principal problema es
que se ha ido en contra de las leyes de la naturaleza, parte integrante
fundamental del equilibrio de los seres vivos en general. Existen hechos que
están más allá de distintas creencias, que son irrefutables. Al no tener
comprobación fehaciente del motivo del ser y existir, en el cual estamos
inmersos y comprometidos toda la
existencia viva, tenemos una única referencia, que es que toda especie viviente
perdura por una ley fundamental para que
los individuos sobrevivan : es necesario
la permanencia como especie fuerte y que se consiga eludir o defenderse de
enemigos vivos o catástrofes naturales. Cuando esto no ocurre, la población de
la especie va disminuyendo en número, hasta extinguirse. Ese es el motivo
principal por el cual los animales no son depredadores en general de su
especie, salvo en ocasiones puntuales, y que se produzca asociación en especies
débiles, como es el caso de hormigas o abejas. La regla es entonces que lo que
interesa en forma suprema es la especie, y todos los individuos que la componen
están a su servicio, aun que individualmente
el aporte pueda ser realizado de diferentes maneras, en pos de su manutención y fortaleza. En la historia humana, se han invertido los
tantos, unos pocos individuos, con la ayuda del acopio y el dinero, están
servidos por todo el resto de la especie, en una dimensión tal, que esos pocos son
dueños de casi todo lo que hace falta para que viva la totalidad de los
miembros existentes, incluyendo lo esencial para poder subsistir. Prácticamente
casi toda la especie, está al servicio y
suerte de una ínfima cantidad de individuos. El nacimiento del dinero nominal,
de la mano con la ecología y defensa del ambiente y leyes naturales, fueron la
clave del retorno humano al redil del gran plan del existir, en momentos en que
el humano había comprometido seriamente con su desvío, el futuro como especie. El cambio operado en la sociedad, genera
automáticamente una modificación hasta en pequeños detalles. Roberta, tu madre Livia, me ha comentado que
jugando con compañeritas descuidadas, han roto tu muñeca predilecta, la que
costó bastante. No le será posible por ahora reponerla, porque siendo un
juguete de lujo, se permite como máximo uno cada seis meses por niña, y si se
quiere adquirir antes, se puede hacer, pero con la triplicación del precio.
Esto te sirve como enseñanza para que cuides tus objetos preciados, todo lo que
se produce tiene un costo y el maltrato o desaparición es una pérdida para el
conjunto cooperativo y debes hacerte cargo al menos con la carencia transitoria
de su posesión.
Ingresan
al establecimiento, y el maestro se dedica a sus alumnos, enseñando lo previsto
en las materias generales. Llega el momento que le corresponde hablar sobre la
historia del dinero nominal, tema que va desarrollando a través del año.
Explica en esta ocasión a sus alumnos la
manera cómo pudieron afrontar la defensa del cerebro electrónico, los archivos
datos, y del lugar donde funcionaba, a raíz del atentado sufrido en forma de
incendio intencional. Desde ese momento
hasta ahora, ha corrido mucha agua bajo el puente, pero todo ha sido posible
debido a que había nacido en el sistema lo imprescindible de los acuerdos con
la idea de aprobar lo mejor y más factible que se sugiriese. En esa tónica
continuamos, con la alegría que en el aspecto de la seguridad y eficiencia de
los cerebros, actualmente con los cinco satélites en operación y los dos de
vigilancia, podemos hasta localizar e interferir toda acción que pueda
emprender el malevaje enquistado en el sector capitalista. Esto nos enseña que
nuestra unión ha servido para defendernos material e intelectualmente. Vivimos
en un mundo de interferencias en las comunicaciones que impone un control y revisión diarios. No es tan sólo
por la cascada de propagandas, sino por el pirateado de información y la
introducción de datos falsos con mala intención. Los magnates capitalistas
obtienen todos nuestros datos, pero no logran individualizarlos, pero sí tener
una idea de nuestro potencial productivo y de distribución. Debimos crear
puntos diversos y móviles de retransmisión, para ocultar o disimular el lugar
verdadero de donde provienen. No nos preocupa que tengan nuestros números, es
más, los ofrecemos libremente, lo que queremos es demostrar que nuestra idea es
redentora y para el bien de la humanidad, no para el bien de unos pocos y
miseria de los restantes.
Entrada
la tarde, luego del almuerzo, Lino va a retirar a los chicos al colegio, los
lleva a casa y allí los entretiene unos minutos hasta que lleguen los padres,
para luego retirarse.
Augusto
ha tenido como siempre una jornada de trabajo intenso. Su cooperativa es de
producción de piezas para transportes y tiene trescientos veinte asociados. Se
recomienda por la ley de cooperativas, que para que todos se conozcan entre sí,
no excedan de ese número y en ningún caso se admite que tengan más de quinientos,
en tal caso hay que establecer una nueva
cooperativa. Están actualmente preocupados en lograr una mayor y mejor
producción porque hay mercado para colocar las piezas que se fabrican, las
cuales se elaboran en el número en que se solicitan por parte de distintos
clientes. Cuando lo pedido es una gran
cantidad, se fabrican sobre el pedido, en cambio, cuando son escasas unidades, se
despachan del stock de reserva. El
precio fijado a cada pieza, es determinado como se hace con cualquier bien
producido, por el cerebro electrónico satelital, en base a los datos de
producción que el mismo solicita. La determinación la hace según cuadrículas
geográficas, generadas para que en toda esa zona no se puedan producir
diferencias manifiestas en el traslado de la mercadería, por distintas
cooperativas que se dediquen al mismo rubro o propósito. El cerebro determina
un máximo y un mínimo para considerar que el precio es justo. Esto está en
concordancia con el tiempo de elaboración que tiene también un máximo y un
mínimo, si una cooperativa quiere elaborar el producto y por algún motivo no
puede operar en esos límites, hasta que lo logre no puede elaborar el producto.
El rendimiento personal de cada asociado, debe respetar el mínimo fijado, si no
lo logra estando debidamente instruido,
adiestrado y motivado, y se comprueba que no tiene ninguna limitación física o
mental, se lo coloca a elaborar otro producto o en otra actividad para la cual
esté capacitado o se lo capacite.
Cuando
un cliente necesita adquirir un producto, si es compra individual o para la
cooperativa, primero introduce la tarjeta dinámica de operaciones ya sea personal o de la cooperativa, según
corresponda, en la ranura de una terminal de solicitud, para preguntar por
precios y lugares de expendio. En breves instantes, aparece en pantalla el
listado, especificando si hay alguna diferencia en las piezas fabricadas. Así
se decide la compra, según la voluntad del comprador. El cerebro establece en
todos los rubros y casos, si con las bocas de producción existentes es
suficiente, o hay que alentar la formación de nuevas, o si es excesiva la
presencia, el traslado hacia otras cuadrículas geográficas carentes. Augusto
sueña con una mejor producción que determine un precio de venta que permita
mayores ventas y que le permita cambiar la casa elegida donde actualmente viven
y que pagan para que sea propia, por una más al gusto de sus inquietudes y aspiraciones de espacio.
Livia,
mientras tanto, en un mercado de múltiples
posibilidades, realiza sus compras, como lo hace habitualmente dos veces
a la semana. Ese es el número de
oportunidades semanales que se autoriza a retirar dinero nominal del saldo producido
en ese lapso, o desde la última extracción. En días diferentes, efectúa el
retiro su esposo, de modo que así tienen la disponibilidad de lo ganado casi a
diario. El retiro y actualización, se puede efectuar desde cualquier terminal,
puede ser en la de su hogar o cualquier cooperativa de provisión. Estas proveen
todo tipo de artículos, y las compras de objetos grandes o múltiples, las
envían a domicilio del afiliado. Cada institución, tiene a su gusto y convenio,
un mismo tipo de artículo de diversas
cooperativas, y estas tratan que su elaboración sea vehiculizada por las bocas de
provisión más afamadas, que son las que tienen mayor variedad y el número
máximo de asociados, que está fijado en quinientos. Cuando una persona nueva en
el cooperativismo y en el sector del dinero nominal, ingresa a una cooperativa,
se asocia a alguna de provisión con cupo disponible, por ley siempre tiene que
existir alguna en tal condición, de modo que si todas llenan su cupo, se organiza
de inmediato una nueva a la cual auxilian en los primeros dos meses todas las
demás, y luego tienen la autonomía total. Livia está en la suya, y procede a
extraer su dinero del saldo de su trabajo, y luego verifica lo que tiene destinado
para uso alimenticio. Como de costumbre es más de lo que necesita comprar,
además en dos días comprará su esposo del saldo de él. En el borrador de su
tarjeta dinámica, había anotado, para no olvidarse, las vituallas que había
detectado que faltaban en el hogar. Oprimiendo uno de los botones, pasa el borrador
a solicitud, e introduce la tarjeta en una ranura terminal. En breves
instantes, aparece un listado de todo lo disponible que hay de los distintos
artículos solicitados, procedente de
distintas cooperativas, con las presentaciones y precios, todos ellos dentro
del margen máximo y mínimo estipulado por el cerebro electrónico. Tocando con
la punta de un lápiz, hisopo o similar, el que le llama la atención, aparece en
pantalla escrito o con imagen, el o los motivos atribuidos al valor, si es superior
al mínimo. Si no lo es, no aparece motivo alguno, se sobreentiende que cumple
con las normas mínimas establecidas para el producto. Cuando ella marca fideos
y luego ravioles, se acuerda enseguida de su amiga Juana, que trabaja en uno de
los establecimientos cooperativos que provee de pastas al lugar. Los precios
son superiores al de otras cooperativas, pero menores que las más caras, de
modo que como ayuda al esfuerzo que sabe están haciendo en la cooperativa de su
amiga, decide comprarles a ellos las pastas. En cuanto al resto, ya sabe el
gusto de su casa en los distintos alimentos, de modo que marca lo que
corresponde. Antes de cerrar la compra, la tarjeta corrobora la existencia de
lo pedido, y el importe total. Satisfecha, pulsa el botón de realizar operación,
y automáticamente queda en su tarjeta la opción de esperar para retirarlo o el
envío a domicilio, que es lo que marcó. Además aparece su saldo nuevo asignado
para alimentos en la asignación de retiros.
En el balance de la tarjeta del establecimiento, que no está a disposición de
cualquiera, sino del departamento contable de la cooperativa de provisión,
figura en el acto, lo correspondiente a la comisión por la venta
realizada.
Se
reúnen finalmente en el hogar, cuando la eterna puesta del día da paso a las
tinieblas vencidas por las luces de la ciudad. Lino ya se ha retirado, dejando
programado todo el trabajo robótico. Livia, entrega sus compras a uno de los
dos androides, que es el encargado de ocuparse de la preparación de la comida,
mientras el otro hace el repaso de las habitaciones para pasar la noche y
dormir. Mientras la familia espera, hablan de temas diversos, programan la
visita de fin de semana de Roberta a su padre. Luego Ernesto cuenta lo
explicado por el maestro al respecto del cambio que va sufriendo el ser humano
para situarse en su verdadera realidad. Les ha contado a los niños, de qué
manera la vuelta a la ecología y la preservación de la naturaleza, lo ha
reinsertado en lo que jamás debió abandonar, que es reintegrarse al plan que
corresponde a la vida en este planeta. Se había creado un mito, una falsa
realidad en base a un paso ficticio por la vida, que llevó a una imposible
superioridad ilusoria a una minoría en base a una degradación material de una
mayoría. La observación de la vida animal, ha llevado a descubrir y aplicar la
ley de máximos y mínimos, presente en todo la vida natural. Se ha hecho presente en el hombre en
gran parte del globo terráqueo, al aplicarse en la vida diaria, posibilitada
por la presencia del dinero nominal. Así la sociedad se mueve entre sueldos o
ingresos máximos y mínimos, que respetan la posibilidad de vida digna y niegan
el acaparamiento, el derroche sin sentido y la esclavitud disfrazada. También
ocurre lo mismo en los precios de los productos, orientados a que sean reflejo
del trabajo, esfuerzo real y costos de producción, entre límites determinados
por cálculos reales. Esto que ha sido condenado por parte de la sociedad, es
nada más ni nada menos que cumplir con la ley natural, para asegurar el
concierto de la vida. El maestro les ha dado el ejemplo de un viejo león que se
retira de su manada, llegado al máximo de su vida útil. Esta ha representado el
máximo también de lo que puede obtener
un macho en su especie, que es la elección de hembras, la dirección de las
cacerías y defensa de su grupo, los mejores bocados de comida, pero respetando
el mínimo que puede lograr el león más limitado que es compartir la posibilidad
de la comida, comer hasta satisfacerse si la presa es buena o repartirse el
botín proporcionalmente, formar pareja y
tener crías, y participar en alguna misión durante las cacerías o defensas.
Todos los integrantes de la manada comprenden que estando el grupo bien y mancomunado, es lo esencial para que
puedan sobrevivir. Cada uno tiene bien en claro el máximo y el mínimo y lo
practican en forma sagrada. El hombre durante milenios y en especial en la
época capitalista, se apartó de estos máximos y mínimos e hizo culto del
máximo, despreciando, esclavizando y hasta haciendo genocidio derribando
mínimos y asolando su propia especie. Se puso al margen de lo natural, y la
naturaleza le devolvió con la furia de los desastres naturales terráqueos, su
proceder y arrogancia.
Cenan,
se miran el uno al otro y en esa mirada, manifiestan la conformidad y felicidad
de haber emprendido un camino diferente.
CONCEPTOS
HISTÓRICOS FINALES
Este
resumen de lo acontecido en estos últimos siglos a partir de la creación del
dinero nominal, puede parecer que está teñido de cierto partidismo ideológico o
generar en el lector la idea que el cooperativismo ha sido y debe ser el gestor
del cambio positivo en el ser humano, sin alternativa, es decir que concentra el monopolio de las posibilidades en
tal sentido. De manera alguna es así. Simplemente
ha llenado el espacio posible que ha buscado el conjunto de la sociedad que
aspira a la redención, llegando históricamente en la época en que el imperio
terrestre que constituía el capitalismo, comenzaba rápidamente su declinación
moral. Una de las leyes históricas es que cuando un imperio entra en
decadencia, surge otro pujante que toma su lugar hegemónico. Las distintas
religiones, y en especial la fe cristiana, debieron encontrar ese lugar, pero
el homo sapiens, en su evolución, no estaba aún preparado para asumir una
limpieza de espíritu que lo hiciera bueno por naturaleza. Ese es el ideal al
cual apuntar ahora, ante tres siglos transcurridos, en los cuales los humanos
en la práctica diaria, no como doctrina sino como necesidad, va aprendiendo el
amor del uno hacia el otro. No pudieron
en ese entonces vencerse las tremendas tentaciones generadas por el dinero
anónimo, que llegaron al seno de las distintas orientaciones religiosas, como
tampoco se había logrado anteriormente durante milenios. Una vez eliminado ese
gran escollo, se ha conseguido una nueva moral, a través del único sistema que
existía en la tierra que era factible aplicar, con sus defectos humanos, pero
imbuido de solidaridad. A través de la organización nominal, sin duda podrán
aplicarse otras corrientes que nazcan y reemplacen a lo actuado en este lapso
por el movimiento cooperativo. Todos soñamos que no haya más cambios de
imperios por decadencia del imperante, sino por el logro de un perfeccionamiento
humano, que ocupe el lugar preponderante de la sociedad mundial. Idearlos e implementarlos, es nuestra
obligación para el logro de un futuro promisorio.
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